Charles M. Schwab

En su época, fue tan popular por sus evidentes logros empresariales como por su derrochador estilo de vida, que finalmente le llevó a la ruina.

Schwab comenzó su fulgurante carrera siendo un muchacho, como simple aprendiz (barriendo suelos y clavando estacas) en las acerías de Andrew Carnegie.

Después de varios enfrentamientos con Morgan y con su compañero ejecutivo Elbert Gary, Schwab dejó la U.S.

La empresa adquirió astilleros en California, Delaware y Nueva Jersey a través de una pequeña participación, y se convirtió en el mayor productor independiente de acero del mundo.

[7]​ El presidente Wilson había pedido personalmente a Schwab que asumiera esta responsabilidad.

Cuando Thomas Edison ya era famoso, le llamó en una ocasión "campeón de los buscavidas".

Se trasladó a Nueva York, al Upper West Side, que en aquella época era considerado como el lado "equivocado" del Central Park.

Allí erigió "Riverside", su descomunal residencia: la casa privada más ambiciosa jamás construida en Nueva York.

Sus infidelidades y la evidencia de que tenía una hija[12]​ ilegítima agriaron la relación con su esposa.

Se convirtió en una celebridad internacional cuando "hizo saltar la banca" en el Casino de Monte Carlo.

Acosado por sus acreedores, ya no podía pagar los impuestos de "Riverside".

Intentó vender la mansión a un precio ridículo, pero no hubo compradores interesados.

Si hubiera vivido unos cuantos años más, probablemente habría visto su fortuna restaurada cuando la Bethlehem Steel fue inundada con pedidos de material militar durante la Segunda Guerra Mundial.

Fue enterrado en el cementerio Saint Michael de Loretto en un mausoleo privado, donde también está sepultada su esposa Emma Eurana Dinkey.

Schwab en 1901, a la edad de 39 años
Residencia de Charles M. Schwab en Filadelfia