Bestiario

[3]​ Aunque su origen puede localizarse ya en obras clásicas griegas y romanas, su popularidad se desarrolló durante la Edad Media en forma de “manuscritos iluminados”, populares en las cortes de Centroeuropa y las islas británicas a partir del siglo xii.

[4]​ Así, por ejemplo, el pelícano, del que se creía que se abría su propio pecho para dar vida a sus polluelos con su propia sangre, podría entenderse como una metáfora de Jesucristo.

Ellos y otros autores expandieron o modificaron libremente modelos preexistentes, refinando de forma constante el contenido moral, sin interés o acceso a más detalles respecto al contenido en hechos.

Sin embargo, los coloristas relatos sobre estas bestias fueron ampliamente leídos, y en general tomados como ciertos.

Estas criaturas, junto a muchas otras, fueron consideradas reales durante mucho tiempo, combinando tanto elementos del imaginario popular, supersticiones, mitos y leyendas de sucesos que los seres humanos durante gran parte de la Edad Media no conseguían explicar del todo.

[cita requerida] Jorge Luis Borges, en colaboración con Margarita Guerrero, publicó un conocido bestiario, El libro de los seres imaginarios, que compendia algunos animales imaginados en la literatura universal a través de los siglos.

[cita requerida] En categoría también entraría Animales fantásticos y dónde encontrarlos del universo de Harry Potter.

«El leopardo» del Bestiario de Rochester ( xiii ).
El Fénix representado en el Folio 56 recto del Bestiario de Aberdeen .