[1] Su aspecto es aterrador: cabellera enmarañada, pequeños ojos de tigresa, boca grande y colmillos enormes.
Según la leyenda, es el alma en pena de una mujer infiel que deshonró a su marido[2] y nunca lo supo valorar ni querer.
El patrón y la esposa del arrendatario murieron casi a la misma hora, el campesino, sin pensarlo dos veces, le prendió fuego al rancho en donde vivía y se llevó a sus hijos fuera de la región.
Cuando la Patasola ojea a alguien le tuerce los ojos, les enferma con grillos en los oídos y sapos en el estómago.
Pero según los curanderos, este rezo aleja a la Patasola y cura el maleficio de la misma.