Tras dedicarse al comercio en su ciudad natal, en 1797 fue nombrado guarda del Resguardo y Rentas de Buenos Aires.
Entre los años 1800 y 1804 permaneció con cargo militar en la provincia de Córdoba.
Como se lo hizo regresar para transportar una nueva carga no estuvo presente en el combate de Perdriel.
Tras esa derrota, continuó prestando servicios en la artillería en Buenos Aires y en 1816 fue ascendido a teniente coronel graduado.
El siguiente año fue destinado brevemente a la posta de Arrecifes (Buenos Aires) ante la posibilidad de que fuera atacada por tropas del caudillo cordobés Juan Pablo Bulnes, siendo luego ascendido a sargento mayor.
En 1828 regresó por enfermedad y fue destinado a la batería de Punta Lara hasta finalizar la guerra, siendo entonces dado de baja del servicio activo.