Es una bebida que aparece en muchas recetas de origen medieval como alimento empleado en los platos cuaresmales y también en otras preparaciones no cuaresmales que actualmente se preparan con leche de vaca.
Históricamente, la leche de almendras se denominaba en la Edad Media con la forma latinizada amygdalate.
[3] Se obtiene moliendo las almendras muy finamente y añadiendo agua, colando para separar el sólido tras la maceración.
El líquido resultante es la bebida de almendras y el residuo se puede emplear en otras preparaciones.
[6] La recomendación es elegir bebidas fortificadas y que contenga al menos 6 g. de proteína por cada 250 ml.