El objetivo último del plan militar francés era reconquistar las provincias de Alsacia y Lorena que Francia había perdido en la guerra franco-prusiana de 1870-1871, haciendo retroceder a las fuerzas alemanas hacia el este del río Rin.
Por su parte, con el Plan Schlieffen, los alemanes -que preveían un ataque francés hacia el Rin- pensaban ofrecer poca resistencia en esa región y atraer así a las fuerzas francesas, mientras que la mayor parte de las fuerzas alemanas estaría concentrada en su ala derecha (en la frontera franco-belga) con el fin de atacar allí y en una maniobra envolvente hacia el suroeste - sur- sureste- este, rodear París y ganar la guerra.
Los franceses finalmente ocuparon Mulhouse el día 8, lo que provocó gran júbilo en París, pero los alemanes contraatacaron el 9 de agosto haciendo retroceder a las fuerzas francesas a su posición anterior con gran número de bajas.
Estas ofensivas contra el centro del Ejército Alemán para invadir la Alsacia y la Lorena fracasaron rotundamente.
Esto significó el fracaso del Plan XVII francés, ya que ante el rápido avance del ala derecha del Ejército Alemán en el norte, atravesando Bélgica, y que ya había penetrado en territorio francés, el alto mando francés se vio obligado a retirar gran cantidad de tropas en el centro para reforzar el norte.