El ejército francés no pudo hacer frente al avance alemán, que pretendía cumplir con los objetivos marcados en el Plan Schlieffen.
Para contrarrestar el avance alemán, el ejército francés siguió el Plan XVII, que preveía una ofensiva francesa a través de Lorena y Alsacia, para penetrar en la propia Alemania.
El día 20 la retaguardia alemana, equipada con ametralladoras y artillería dirigida por la aviación,[1] infligió fuertes bajas en la infantería francesa, todavía con su uniforme de principios del siglo XIX de casaca azul y pantalones rojos.
[1] Los alemanes no se detuvieron en la frontera, sino que marcharon para tratar de tomar Nancy.
Los franceses habían sido alertados previamente por aviones de exploración y las ganancias alemanas se limitaron a un pequeño saliente.