Consta que a fines de los años ochenta ya era oficial de la Dirección de la Real Lotería, pero su pasión eran las monedas y medallas antiguas y reúne un monetario notable e igualmente una biblioteca especializada en numismática que alcanzó los dos mil volúmenes, según afirma en la exposición que hace en 1815 para ofrecer su colección a Fernando VII, en el trono desde el año anterior.
Hay un último capítulo sobre las inscripciones que aparecen habitualmente, tan útiles para fijar cronologías.
Había casado en 1790 con María Martínez Sánchez, teniendo a Gertrudis y Eugenia.
Hubo entonces entradas importantes en el monetario real, aparte de la debida al propio Baldiri, así, en julio de 1817 ingresaron 428 monedas y un religioso, Salvador Martínez, ofreció otro monetario en noviembre.
En 1820 hubo excavaciones en Elche y se le remitieron monedas para su examen.
En todos sus escritos elogia mucho la figura del rey, llamándole "príncipe sabio" y "protector de las ciencias y artes desde sus primeros años", sin duda una estrategia laudatoria al uso, dadas sus constantes peticiones.
[9] En la Real Biblioteca se hallan volúmenes de numismática y retratos grabados que fueron suyos, llevando la firma "Riera".
Al morir Fernando VII, eleva un interesante memorial a la reina gobernadora, María Cristina de Borbón-Dos Sicilias, en 1834.