Azucena, a veces denominada Norma Azucena,[1] es una leyenda urbana y rural sobre un supuesto espíritu que se mueve por la ruta departamental LO-103, que conecta las ciudades peruanas de Iquitos y Nauta en el departamento de Loreto.
[4] Por el origen de su muerte repentina, el fantasma vaga por toda la ruta departamental en busca de varones que se encuentren solos,[4] en unos casos los atrae con propuestas sexuales para que luego de consumado el coito sus víctimas se sientan enfermos.
[4] En otros, decide acosarlos, para que cuando estén muy asustados ella les aparezca en su frente como un bulto negro.
[6] Algunos reportes, afirman que el fantasma también puede poseer a sus víctimas,[8] en todos los casos los hombres afectados presentan convulsiones y casi siempre la muerte.
[7] Los pobladores cercanos al encontrarlo convulsionando lo llevaron a la ciudad de Nauta para intentar sanarlo con sesiones espiritistas, sin éxito alguno, el joven falleció.
[9] El 26 de febrero entre los pueblos de Los Delfines y Las Brisas, un joven motocarrista de 19 años se detuvo a arreglar su vehículo en el kilómetro 9 en horas de la noche, fue encontrado convulsionando por pobladores y llevado a una iglesia evangélica local del Movimiento Misionero Mundial, el joven aparentemente se recuperó ante los rezos y oraciones que hicieron los líderes evangélicos.
[8] Ese mismo mes, otro sujeto informó que él era otra víctima, la quinta supuestamente, pues un día paso por el cementerio de Quistococha y grito la palabra «¡Azucena!», ese mismo día soñó con el fantasma y éste le dijo que moriría, por tal motivo tuvo que ser tratado por un espiritista.