Autoestopista fantasma

Al igual que la mayoría de estas historias, no tiene un origen definido y está dispersa por una extensa área geográfica.Aunque hay muchas versiones del relato, todas coinciden en que gente viajando en vehículo se encuentra con un o una autoestopista que luego desaparecen sin explicación alguna, generalmente en el propio vehículo en movimiento.El propósito de la aparición varía: en ocasiones alerta al conductor sobre una curva peligrosa, precisamente aquella en la que murió; otras veces, causa la muerte del conductor, al no alertarle del peligro de la curva.Entre Ocumare del Tuy y Yare, en el estado de Miranda, Venezuela, hay una vía a la que sus habitantes cercanos llamaron “la curva del infiernito”, donde una mujer fue arrollada por un vehículo, el cual la atropelló y se dio a la fuga sin importar nada.Esta mujer gritaba a quien fuera, rogando que la auxiliaran mientras se desangraba, pero nadie pasó y murió dolorosa y lentamente en aquel lugar, no sin antes maldecir a todo aquel que pasara por su desdichado camino al sepulcro....Según cuenta esta leyenda, el evento tuvo lugar durante una noche lluviosa.Un año después, un hombre que viajaba por la carretera recogió a una muchacha vestida de novia.Después de un rato, la mujer comenzaba a seducirlos, por lo que los hombres se acercan y cuando están cerca de ella les muestra su verdadera apariencia: una mujer que ahora se le empezaba a caer la carne a tal punto de quedar convertida en un esqueleto.Se aseguraba que una joven y atractiva mujer rubia, vestida con un largo abrigo de piel blanco, hacía dedo a los automovilistas por las noches en Avenida Kennedy, entre Américo Vespucio y Gerónimo de Alderete.Una vez en el interior y cuando los choferes comenzaban a acelerar, les decía con una suave voz: "Por favor, no corra, que me asusto.Esta leyenda urbana dio origen a la película chilena La rubia de Kennedy protagonizada por la actriz Carolina Fadic.
La autoestopista fantasma es descrita como el espíritu de una persona fallecida que traerá inusuales consecuencias a quien la recoja en su automóvil.