[2][3] Aunque desde una perspectiva cultural, tanto mujeres como hombres de la amazonia peruana tienden a ser más liberales,[4] llegando en varias ocasiones a lo libertino y bohemio,[5] lo que suele provocar que dicha región geográfica ocupe los primeros puestos de embarazo adolescente[6][7] y propagación de enfermedades de transmisión sexual como el VIH.
[15] La antropóloga e historiadora peruana Angélica Motta establece los motivos de la existencia del mito:[1] En la cultura popular se encuentra muy extendido el mito de la charapa ardiente, siendo el primero la leyenda de la Runamula en donde se presenta a una mujer amazónica casada o comprometida que no controla sus impulsos sexuales y comete incesto con un pariente o adulterio con un misionero, como consecuencia Dios la castiga convirtiéndola en un híbrido de mula con humano.
), haciendo referencia a su novela Busco Novia, en donde critica al mito de forma satírica desde su propia experiencia en Iquitos.
[18] El 16 de diciembre de 2016 el diario La Región publicó al dedo que entre turistas peruanos y turistas extranjeros, los primeros eran los que en su mayoría visitan Iquitos para experimentar lo que dice el mito:[3] De forma paralela aunque menos difundida también existe el estereotipo del hombre amazónico en donde todo aquel varón que no tenga una vida sexualmente activa o no sea polígamo es tachado de «homosexual», llegando el punto de generalizar en todo el mito a los hombres célibes, intelectuales y asexuales.
[19] Igualmente representa las mismas consecuencias, siendo entre ellas la más notoria, de forma irónica, el turismo LGBT.