Asalto al castillo de Alaró

El papa Martín IV, que había sucedido a Clemente IV, declaró al rey Pedro el Grande privado de sus reinos, y dio la investidura del Reino de Sicilia a Carlos I de Anjou.

Los franceses ocuparon el Valle de Arán, pero no pudieron seguir avanzando en territorio catalán.

En aquel momento, la disentería se extendió entre los franceses, que rodeados, sin abastecimientos y enfermos, tuvieron que retirarse, pero se encontraron la retirada cortada en Coll de Panissars donde fueron masacrados.

Los franceses rindieron las plazas que aún tenían en el Ampurdán y la ciudad de Gerona, pero controlaban el Rosellón.

Pedro el Grande se decidió entonces a atacar el Reino de Mallorca, preparando un grupo en Salou, atacando primero las islas baleares, siendo el primer objetivo la isla de Mallorca.