Arturo Borja Pérez, (Quito, 1892 -Quito, 1912) fue un poeta ecuatoriano,[1] perteneciente al movimiento llamado la Generación decapitada y el primero del grupo en despuntar como modernista.
Ahí descubriría Francia por primera vez, así como el opio que sería parte del tratamiento.
Esta postura, contraria a posiciones de escritores anteriores como Juan Montalvo quien buscaba un casticismo literario, o Juan León Mera quien a su vez proponía un americanismo y viviría lo suficiente para ver el afrancesamiento del castellano y criticarlo.
Sin embargo, Borja dentro de sus escritos también tendría como referentes a autores españoles como Gregorio Martínez Sierra o Menéndez y Pelayo.
Se pondría en duda la moralidad o bondad de sus ideas debido a la catastrófica influencia que tuvo en su vida.
Por su parte Isaac J. Barrera quien dirigía la revista Letras, continuó con su edición y buscó nuevos temas de publicación.
Por eso sería en agosto del año 1920 que tres artistas, quienes fueran a su vez amigos Nicolás Delgado, Antonio Bellolio Pilart y Carlos Andrade Moscoso, publicaron su obra que en su corta vida también se vio malograda.
Su obra poética, según fue planteada en la revista que publicaron buscaba responder a la necesidad de terminar con la decadencia de la literatura que en el romanticismo ya había llegado a su fin, con autores importantes como Numa Pompilio Llona, Juan Montalvo, Juan León Mera o Julio Zaldumbide.
[4] Esto le permitía a Borja tomar una posición cosmopolita, como muchos autores románticos, que tenía inspiración liberal.
Fue contemporáneo a autores más hispanistas como Crespo Toral, pero por su actitud abierta ante influencias extranjeras abandonaba la búsqueda de la originalidad cultural.
Por su parte Ernesto Noboa y Caamaño en su honor le dedicaría el poema "A Arturo Borja" para que después de su muerte, su memoria viva.