Partenogénesis

La partenogénesis es una forma de reproducción basada en el desarrollo de células sexuales femeninas (óvulos) no fecundadas, que se da con cierta frecuencia en platelmintos, rotíferos, tardígrados, crustáceos, insectos, anfibios y reptiles, más raramente en algunos peces y, sobre todo, en aves.

Consiste en la segmentación del óvulo sin fecundar, puesta en marcha por factores ambientales, químicos, descargas eléctricas, etc.

En algunos animales y bajo ciertas condiciones específicas, un óvulo puede desarrollarse en un nuevo ser sin que haya sido fertilizado por un espermatozoide.

Algunos animales acuáticos pequeños, rotíferos bdelloideos, son partenogenéticos y han sobrevivido durante millones de años sin sexo.

Estos son los pedazos de ADN que se multiplican a sí mismos y pueden causar un daño genético.

Por ejemplo, los pulgones, parásitos de las plantas, se reproducen partenogenéticamente cuando las condiciones son favorables y hay abundante alimento.

Otra característica frecuentemente asociada con la partenogénesis es la poliploidía (aumento en la dotación cromosómica completa de un organismo).

Dado que las hembras poliploides producen gametas inviables, pues la meiosis da lugar a un número irregular de cromosomas en cada núcleo celular, la partenogénesis se convierte en la única forma para escapar de la esterilidad.

Por eso muchos insectos fitófagos que se reproducen por partenogénesis, como ciertas especies de gorgojos (Coleoptera: Curculionidae) son perjudiciales para cultivos establecidos en zonas marginales.

En esos ambientes las hembras partenogenéticas suelen actuar como oportunistas y convertirse en plagas.

[10]​ Algunas raras especies de peces tropicales pueden alternar la reproducción sexual con la partenogénesis, por lo general la partenogénesis se da cuando escasean los machos, esto se ha observado en al menos dos especies de escualos, el tiburón martillo (Sphyrna mokarran)[11]​ y el tiburón cebra (Stegostoma fasciatum).

[15]​ En 1936 Gregory Goodwin Pincus informó de que había inducido partenogénesis en un conejo exitosamente.

Determinar cómo apareció la partenogénesis en los seres vivos es todo un desafío, pero lentamente la investigación científica va desvelando este misterio.

La lagartija Cnemidophorus neomexicanus (centro) tiene solo hembras que se reproducen por partenogénesis. Dos especies con reproducción asexual son C. inornatus (izquierda) y C. tigris (derecha). Estas se híbrida y producen la forma asexual C. neomexicanus .
Los pulgones se reproducen partenogenéticamente cuando las condiciones son favorables.