Unos pocos son usados como controles biológicos de malezas invasoras.
El cuerpo es masivo, generalmente pequeño cuando se compara con otros escarabajos, y está recubierto por un caparazón duro.
Las alas suelen estar desarrolladas, pero también pueden faltar (por ejemplo en los gorgojos negros de la vid (Otiorhynchus)).
[2] El probóscide largo que poseen la mayoría de los gorgojos adultos es utilizada por hembras para ayudar a poner huevos (ovipositar) dentro del tejido vegetal.
[4][2] Aunque históricamente la resistencia a los pesticidas no ha sido un problema con estos insectos, recientemente se descubrió una mutación en asociación con el canal de sodio dependiente de voltaje en la especie Sitophilus zeamais, lo que indica que hay mucho para aprender cómo estos insectos se adaptan a entornos cambiantes.
[5] Cuando se les molesta, los curculiónidos adultos suelen hacerse los muertos tumbándose inmóviles sobre la espalda.
En zonas tropicales tienen efectos mayores, concretamente varias especies de los géneros Conotrachelus y Copturus.
Incluso plantas tan diminutas como la lenteja de agua son infestadas por una especie especializada (Tanysphyrus lemnae).
El desarrollo en ramitas es más raro y ocurre en especies del género Molytinae.
Sin embargo, también hay especies de descortezadores que se desarrollan en plantas herbáceas.
Las larvas de vida libre, que viven sobre el suelo en sus plantas hospedantes como las orugas, son más raras.
Las especies del género Cionus ( Curculioninae : Cionini ) también tienen larvas de vida libre.
Solo son consideradas universalmente como subfamilias Baridinae, Cossoninae, Curculioninae, Cyclominae, Entiminae, Molytinae, Platypodinae y Scolytinae.
El desastre ecológico provocado por esta planta, introducida irresponsablemente en África, afectó al lago Victoria, y directamente a Tanzania, Kenia y principalmente a Uganda, donde las orillas del Lago Victoria vieron ocupadas casi un 80 % de su superficie.
La aplicación de plaguicidas afectó a otras especies, tanto flora como fauna.
En 1996, una empresa australiana con experiencia en control biológico, junto con la ayuda de expertos africanos, introdujeron las especies Eochetina eichhorniae y Neochetina bruchi.
La introducción del gorgojo no afectó a otras especies, ya que al no contar con su alimento principal, en este caso el lirio de agua, los gorgojos mueren.