Rhynchophorus ferrugineus

Debido a ello, varias palmeras tuvieron que ser taladas para el descontento de alumnos y profesores.

[3]​ A este ejemplo, en 2014, se suma otro locus del coleóptero en Badajoz, teniendo que tomar medidas el Gobierno Local, no dejando plantar palmeras hasta el año 2017.

[10]​ La presencia de este insecto es única en América del Sur y se desconoce su llegada a Uruguay.

[11]​ En julio de 2022 el insecto había sido detectado en cuatro departamentos: Canelones, Florida, San José y Montevideo.

El picudo rojo completa su ciclo biológico dentro del mismo hospedador, sin necesidad de cambiar de palmera hasta que esta ha sido destruida en su totalidad, es decir, hasta que el animal se queda sin alimento suficiente para la cría de la nueva estirpe o para el crecimiento del individuo.

Las larvas neonatas son de color amarillo blanquecino, segmentadas, ápodas (sin patas), y presentan una gran cápsula cefálica quitinosa, de color más pardo que el resto del cuerpo.

La tonalidad del cuerpo también cambia un poco, pasa de tener un color blanquecino brillante a un blanco amarillento opaco.

El insecto adulto se desplaza caminando y volando, siendo capaz de alcanzar grandes distancias.

No obstante, permanece en la palmera inicialmente atacada si todavía dispone de material vegetal para su alimentación.

En caso contrario, y atraídos por los olores que desprenden las palmeras con heridas, colonizan ejemplares no infestados.

De esta manera comienza un nuevo ciclo biológico, se producen más fecundaciones, otras ovoposiciones, eclosiones, etc.

Los expertos logran una alta mortalidad en la plaga que arrasa las palmeras del municipio de Murcia.

con sensores han demostrado que el picudo rojo no interrumpe su ciclo biológico durante el invierno, y las infestaciones persisten incluso en climas fríos.

Por eso, los tratamientos preventivos con insecticidas sistémicos, especialmente neonicotinoides, se destacan como los más efectivos, junto con aplicaciones de duchas foliares con insecticidas de contacto, que actúan directamente en áreas donde se hospedan adultos y larvas, reforzando la barrera protectora de la planta Aunque los métodos preventivos biológicos, por ejemplo, el uso de enemigos naturales del picudo rojo (parásitos, patógenos, bacterias, hongos y nematodos) han sido probados, no han mostrado una eficacia significativa en áreas con alta presencia del picudo rojo.

Normalmente la infección en las palmeras afectadas suele detectarse aproximadamente al año de su contagio.

Es entonces cuando las señales de peligro se hacen más evidentes y cuando debemos aplicar el tratamiento contra el picudo rojo para poder salvarlas a tiempo.

Frente de unRhynchophorus ferrugineus
Larva de Rhynchophorus ferrugineus
Capullo
Pupa