Plaga agrícola

[1]​[2]​ Las plagas prosperan si existe una fuente concentrada y fiable de alimento.

En cuanto a lo primero, todos esos entes bióticos que pudieran ser agrupados en animales superiores (insectos, ácaros, nemátodos, aves y roedores), microorganismos (viroides, virus, micoplasmas, bacterias y hongos) y plantas superiores (malezas), que se clasificaban anteriormente como plagas (animales superiores), enfermedades (daños o trastornos causados por microorganismos patógenos) y malezas, se incluyen actualmente dentro del concepto de plaga.

Como consecuencia, en el pasado fueron consideradas como plagas muchas especies asociadas de una u otra forma al hospedero, incluyendo numerosas especies endémicas, esto es, raramente abundantes y con densidades insuficientes para ser verdaderamente consideradas plagas, y por lo tanto sin considerar su importancia económica (daños traducidos en pérdidas), ya que en la actualidad, el concepto de daño económico producido por una plaga, recurrente o no, en la calidad de la cosecha y/o en la vida útil de la planta hospedante, es fundamental para decidir y definir la categoría como plaga de un organismo, asociado regular o permanentemente a un cultivo.

Recoge bajo un mismo término a todos los entes bióticos que anteriormente eran clasificados bajo diferentes categorías que indicaban en forma general a qué grupo o grupos taxonómicos pertenecían y si se consideraban dañinos o potencialmente dañinos.

Por ejemplo, al indicar un organismo como maleza se entendía que era una planta dañina.

Agallas hechas por Daktulosphaira vitifoliae en hoja de vid, Vitis sp.
Agallas causadas por el ácaro Aceria fraxini en hojas de fresno.
Nematodo de las raíces Meloidogyne incognita .
Pulgón del melocotonero, Myzus persicae