Antiparkinsonianos

El sistema de la dopamina es el mejor entendido y las deficiencias causan muchos de los principales problemas motrices en la enfermedad, incluidas la bradicinesia, la rigidez, el temblor y la disfunción de la marcha (a todos estos síntomas se le conoce por lo general, como parkinsonismo).

La mejora en la transmisión de la dopamina ha sido el foco de la terapia farmacológica moderna, comenzando con la introducción del primer tratamiento diseñado racionalmente para un trastorno neurológico, la L-Dopa.

La muerte suele sobrevenir por complicaciones de la inmovilidad, entre ellas neumonía por broncoaspiración o embolia pulmonar.

En estudios doble ciego se ha mostrado que estos fármacos reducen los síntomas clínicos de “desaparición” en pacientes tratados con levodopa y carbidopa.

Dos isoenzimas de la MAO oxidan a las monoaminas (MAO-A y MAO-B) pero es la isoenzima MAO-B la modalidad predominante en el cuerpo estriado, y la que hace posible la mayor parte del metabolismo oxidativo de la dopamina en el cerebro.

Levodopa, un antiparkinsoniano.