Su casco urbano se encuentra asentado a lo largo de un arroyo que la divide en dos partes unidas por pontones.
Cuenta con una orografía ligeramente accidentada, como los llamados «Infiernos de Almaraz», y zonas más llanas en las que tradicionalmente se cultivan cereales.
Las lluvias se concentran principalmente en dos épocas del año, la primavera y el otoño, habiendo por el contrario una marcada sequía estival.
En la prehistoria estas zonas estuvieron pobladas como lo atestiguan los restos de asentamientos prerromanos cercanos al pueblo.
Los diversos restos encontrados atestiguan que el actual emplazamiento del pueblo coincide en buena medida con los asentamientos antiguos, previos a la reconquista, situados en diversos parajes como El Castillo, La Cadilla, El Tesoro, La Pedrera, Los Ochavos, Santa Cecilia y San Pelayo.
Almaraz cuenta con varios servicios como consultorio médico, supermercados, bares, panadería, farmacia, residencia de ancianos municipal, línea regular a Zamora, etc.
Además, en su término municipal llegaron a existir cuatro ermitas y también contó con varias cofradías.