[1] Este mismo dulce sirvió de inspiración al alfajor iberoamericano, ya que los españoles lo llevaban como suplemento alimenticio en los barcos.
[1] Ya en el siglo XII el autor Raimundo Martín describe en su obra 'vocabulista' otra etimología posible, del hispano-árabe 'fasur' que significa 'néctar'.
La presencia de este dulce se hace patente en la zona del Andalucía durante los siglos XII y XIII[3] Se viene elaborando en Andalucía desde los tiempos de Al-Ándalus hasta nuestros días.
Una tradición antiquísima que ha sabido mantenerse desde la época del antiguo Reino de Murcia.
[3] Se elabora principalmente en la Comarca del Noroeste y en las Pedanías Altas de Lorca.
Suelen venderse envueltos en celofán y está documentada su elaboración desde hace dos siglos.
Los mejores «cantaores» de fandangos llevan en su repertorio una letrilla popular que dice:
Un producto también llamado "alfajor" es muy popular en varios países de Sudamérica; si bien es un homónimo y deriva originalmente del producto andaluz, los "alfajores latinoamericanos" son hoy en la actualidad una confección muy distinta en aspecto, sabor, y tradiciones.