Una oblea (también llamada wafer) es un pastel que data de la Edad Media, de forma delgada y redonda, compuesta de harina y agua, leche o vino blanco[1] con huevos, azúcar y a veces, miel.Se cocina entre dos planchas (moldes de oblea), como los gofres, o a veces se aplana en un carrete vacío.
En Alemania, es una galleta delgada con una base de pan ácimo con azúcar.
En Suiza, las obleas se llaman bricelets.
Deriva de las palabras del francés antiguo oblaye, obleie, oblea (XII), provendría del bajo latín eclesiástico: 'oblata' (hostia) ⇒ "ofrenda, pan ofrecido a la Eucaristía", nombre femenino sustantividad de "oblatus" ⇒ "ofrecido" especialmente "ofrecido a Dios, sacrificado" (véase Oblatos), utilizado como un participio pasado de "Offe" (de 'ob ferre "llevar ante").
De acuerdo con otros lexicógrafos más antiguos, el término oblea podría tener su origen en la palabra griega 'obélias' (de donde proviene el término utilizado por Rabelais),[2] que se refería a un pan, alargado y estrecho, cocinado a una parrilla[3] o entre dos planchas y se vendía como un grano de arena para servirle a finales de la comida y mojado en vino.