Allariz
El topónimo de Allariz nos remonta al siglo VI cuando la presencia sueva en la comarca crea la “Vila Aliaricii”.(Faltan citas) Aquí se educó Alfonso X el Sabio; aprendió el gallego, ya que su dialecto, el portugués, se hablaba ya en el vecino reino lusitano desde su evolución a partir del nieto del primer monarca portugués don Afonsso Henriques[2] que luego le permitió utilizar en algunas Cantigas compuestas en su scriptorium y, al menos diez de ellas, seguramente debidas al mismo rey.Entre los siglos XVI y XVII se construyen numerosas casas hidalgas, se colocan los cuatro Cruceiros de la Villa, se funda el Pósito Agrícola y empieza una serie de guerras con Portugal que continúan en el siglo XVIII por la cuestión sucesoria.En este mismo siglo, un incendio destruye parte del Convento de las Clarisas que se reedifica.En 1900, la Villa vive momentos de prosperidad, llegando a tener 10 000 habitantes.La trágica historia ha dado lugar a numerosas leyendas y supersticiones en la zona.Desde entonces, se produjo una decadencia económica y demográfica de la cual Allariz ha resurgido en los últimos años.Finalmente, el prefecto ordenó que le cortasen la cabeza, que le fue seccionada de un golpe y rebotó tres veces, brotando una fuente en cada uno de esos puntos.Se le acusó de asesinar a sus víctimas y sacarles el sebo o unto para venderlo, naciendo así la leyenda del Sacamantecas.[23] Iniciada hacia el 1119 es un ejemplar arquetipo del románico popular gallego.Después de varios asentamientos en San Pedro, Arroleiro y Vilanova, los judíos de Allariz se asentaron extramuros en el siglo XIII en el barrio del Socastelo.Aquí residen monjas en estricta clausura por lo que no es posible acceder más que a la iglesia y al museo que contiene dos piezas de máximo interés: A virxe abrideira, relacionada con los modelos compostelanos del siglo XIII y A cruz de cristal.En la fachada sur, hay tres sepulcros encajados en arcos de descarga.La obra del siglo XVI en San Esteban está hecha con los sillares del Campo dos Brancos, con los cuales se inicia una correlación entre la reconstrucción das iglesias románicas y la destrucción de las fortificaciones.Tenía planta rectangular, división interior en dos cuadros, correspondientes posiblemente con las dos plataformas actuales.Hay una entrada es combinada para todos ellos, así como para el Museo Galego do Xoguete.Este es el postre más inequívoco del municipio, que en otro tiempo tuvo muchos almendros.