(243) Ida

Fue el segundo asteroide visitado por una nave espacial y el primero en que se confirmó la existencia de un satélite.

Al igual que todos los asteroides del cinturón principal, la órbita de Ida se encuentra entre los planetas Marte y Júpiter.

[1]​ Es de forma irregular, alargado y podría estar compuesto por dos grandes objetos conectados entre sí mediante un cuello estrecho.

Recibió su nombre de los dactilos, las criaturas que habitaban el monte Ida, según la mitología griega.

[5]​ Ida y Dáctilo comparten muchas características físicas, lo que sugiere un origen común para ambos.

[8]​ En la mitología griega, Ida es un monte de la isla de Creta donde Rea ocultó a Zeus del titán Cronos y done Zeus fue criado en secreto por la ninfa Amaltea.

[18]​ Esta forma constreñida es coherente con la idea de que Ida está formado por dos piezas de grandes dimensiones, sólidas, con materiales sueltos que llenan el espacio entre ellos.

[19]​ La atracción gravitatoria es más baja en los extremos del asteroide debido a la alta velocidad de rotación.

Además de los cráteres, resultan evidentes otras características como surcos, crestas o protuberancias.

Ida está cubierto por una gruesa capa de regolito, residuos sueltos que oscurecen la roca sólida del subsuelo.

[20]​ La sonda Galileo vio pruebas de recientes deslizamientos cuesta abajo del regolito.

[21]​ El regolito de Ida está compuesto por los minerales silícicos olivino y piroxeno.

[22]​ Su apariencia cambia con el tiempo debido a un proceso llamado erosión espacial,[23]​ por lo que el regolito más antiguo parece tener un color más rojo que el material recientemente expuesto.

[20]​ Esta región atrae a los escombros debido al irregular campo gravitatorio de Ida.

[24]​ Otros están relacionados con grandes impactos como el conjunto que se opone a Vienna Regio.

[30]​ Los cráteres tienen una simple estructura de cuenco, sin fondos planos ni picos centrales.

[24]​ El material expulsado por los impactos se ha depositado en Ida de manera diferente que en los planetas debido a su rápida rotación, baja gravedad y forma irregular.

Los asteroides de tipo S pueden compartir composición con los meteoritos metalorrocosos o condríticos.

[23]​ Las condritas contienen cantidades varibles de olivino, piroxeno, hierro y feldespato.

[22]​ El contenido mineral parece ser homogéneo en todo el asteroide, pues la Galileo encontró variaciones mínimas en la superficie que, junto a los datos de la rotación del asteroide, indican una densidad constante.

[27]​ Asumiendo que la composición es similar a las condritas, Ida podría tener una porosidad del 11 al 42 %.

Esto sugiere que no hay grandes variaciones de composición en el asteroide.

[34]​ Este estaba parcialmente diferenciado por lo que la mayor parte de los materiales pesados habrían migrado al núcleo.

[32]​ Sin embargo, esto es incompatible con la edad del sistema Ida-Dáctilo, estimada en cien millones de años, puesto que es poco probable que Dáctilo, debido a su pequeño tamaño, haya podido evitar ser destruido en una colisión durante más tiempo.

[36]​ Dáctilo, oficialmente (243) Ida I Dactyl, es un pequeño satélite descubierto en las imágenes tomadas por la sonda Galileo durante el sobrevuelo de 1993.

[18]​ En el momento del descubrimiento, Dáctilo estaba a 90 km de Ida y seguía una órbita antihoraria.

[29]​ Las mínimas diferencias indican que el proceso de desgaste es menos activo en Dáctilo.

Esto contrasta con Ida que está cubierto por una gruesa capa de regolito.

[39]​ Hace unos 100 millones de años, Dáctilo sufrió un impacto que redujo su tamaño al actual.

[42]​ La composición de los asteroides del tipo S era incierta antes de la misión Galileo, pues se explicaba como perteneciente a dos clases minerales que se encuentran en meteoritos caídos en la Tierra: condritas ordinarias y metalorrocosos.

Johann Palisa, descubridor de Ida
Comparación del tamaño de Ida con otros asteroides, el planeta enano Ceres y Marte
Vista general y cercana de un bloque de eyección.
Vista detallada del cráter Fingal.
Sucesivas imágenes de la rotación de Ida en las que se aprecia su forma irregular.
Imagen de Dáctilo tomada por la sonda Galileo en la que se aprecia el cráter Acmon.
Diagrama donde se muestran las posibles órbitas de Dáctilo.
Trayectoria de la Galileo desde su lanzamiento hasta su llegada a Júpiter.
La sonda espacial Galileo sobre la bodega de carga de la Atlantis el 18 de octubre de 1989.
Sección de un meteorito condrítico.