Ikaro

[2]​ En los pueblos shipibo-conibo, asháninca y yine, el nombre de íkaro o íkara hace referencias a los cantos mágicos utilizados en las sesiones de ayahuasca.

[2]​ Son cantos utilizados por los curanderos y curanderas, entre ellos los shipibos quienes denominan a sus especialistas Meraya (o Muraya) y Onanya, en los rituales de sanación.

[4]​ A través de estos cantos, se invocan a los espíritus y se les solicita su ayuda e intervención.

[6]​[7]​[8]​[9]​ En los rituales de estas culturas, el uso tradicional de estos cantos mágicos puede (aunque no siempre) asociarse al uso de plantas enteógenas como el tabaco (Nicotiana rustica), la poción de ayahuasca (Banisteriopsis caapi y Psychotria viridis), el cactus San Pedro (Echinopsis pachanoi) y el yopo (Anadenanthera peregrina).

[12]​ Los cantos se dirigen a los seres que habitan los planos suprasensibles para convocarlos y solicitarles intervengan con sus conocimientos y capacidades para curar a los pacientes.