Ángel Mariano Toro

[1]​ Tenía abundantes propiedades en la región, estaba casado con Manuela Jiménez y tuvo cuatro hijos.

Toro ocupó cargos secundarios, pero estaba claro que era uno de los dirigentes más destacados.

En el momento de su elección, el Ejército había sido derrotado en Vilcapugio y poco después lo sería nuevamente en Ayohúma, lo que causó la emigración en masa de los dirigentes independentistas; entre ellos estaban Toro y su familia, que se dirigieron a Buenos Aires, donde se presentó como diputado a la Asamblea, a la que se incorporó el 25 de agosto de 1814.

[1]​ Toro vivió un tiempo en Buenos Aires, donde se dedicó a diversos oficios, entre ellos pintor de temas religiosos en una iglesia.

Más tarde logró comprar una pequeña finca en Monteros, adonde se retiró de la vida pública.

Durante sus años en Tucumán ejerció varios oficios y administró bienes de hacendados locales.

Consiguió, en cambio, recuperar su biblioteca, sobre la base de la cual fue organizada la biblioteca pública de la ciudad —existía otra en la Universidad, pero estaba reservada a sus estudiantes, catedráticos y a los juzgados.