stringtranslate.com

Teoría del apego

Una familia inuit está sentada sobre un tronco fuera de su tienda de campaña. Los padres, vestidos con ropa de abrigo hecha con pieles de animales, se dedican a las tareas domésticas. Entre ellos se sienta un niño pequeño, también con ropa de piel, que mira fijamente a la cámara. En la espalda de la madre hay un bebé con un papoose.
Para los bebés y los niños pequeños, el "objetivo establecido" del sistema conductual es mantener o lograr la proximidad a las figuras de apego, generalmente los padres.

La teoría del apego es un marco psicológico y evolutivo que se ocupa de las relaciones entre los seres humanos , en particular de la importancia de los vínculos tempranos entre los bebés y sus cuidadores primarios. Desarrollada por el psiquiatra y psicoanalista John Bowlby (1907-1990), la teoría postula que los bebés necesitan formar una relación estrecha con al menos un cuidador primario para asegurar su supervivencia y desarrollar un funcionamiento social y emocional saludable. [1] [2]

Los aspectos clave de la teoría del apego incluyen la observación de que los bebés buscan la proximidad de las figuras de apego, especialmente durante situaciones estresantes. [2] [3] Los apegos seguros se forman cuando los cuidadores son sensibles y receptivos en las interacciones sociales , y están presentes de manera constante, particularmente entre las edades de seis meses y dos años. A medida que los niños crecen, utilizan estas figuras de apego como una base segura desde la cual explorar el mundo y regresar para encontrar consuelo. Las interacciones con los cuidadores forman patrones de apego, que a su vez crean modelos de trabajo internos que influyen en las relaciones futuras. [4] La ansiedad por separación o el duelo después de la pérdida de una figura de apego se considera una respuesta normal y adaptativa para un bebé apegado. [5]

Las investigaciones de la psicóloga del desarrollo Mary Ainsworth en los años 1960 y 1970 ampliaron el trabajo de Bowlby, introduciendo el concepto de "base segura", el impacto de la capacidad de respuesta y la sensibilidad maternas a la angustia infantil, e identificaron patrones de apego en los bebés: apego seguro, evitativo, ansioso y desorganizado. [6] [7] En la década de 1980, la teoría del apego se extendió a las relaciones adultas y al apego en adultos , haciéndola aplicable más allá de la primera infancia. [8] La teoría de Bowlby integró conceptos de la biología evolutiva , la teoría de las relaciones objetales , la teoría de los sistemas de control, la etología y la psicología cognitiva , y se articuló plenamente en su trilogía, Attachment and Loss (1969-82). [9]

Aunque inicialmente fue criticada por psicólogos académicos y psicoanalistas, [10] la teoría del apego se ha convertido en un enfoque dominante para comprender el desarrollo social temprano y ha generado una amplia investigación. [11] A pesar de algunas críticas relacionadas con el temperamento, la complejidad social y las limitaciones de los patrones de apego discretos, los conceptos centrales de la teoría han sido ampliamente aceptados y han influido en las prácticas terapéuticas y las políticas sociales y de cuidado infantil. [10] [12]

Adjunto

Una madre joven sonríe a la cámara. De espaldas, su bebé mira a la cámara con expresión de vivo interés.
Aunque es habitual que la madre sea la principal figura de apego, los bebés formarán vínculos con cualquier cuidador que sea sensible y receptivo en las interacciones sociales con ellos.

En la teoría del apego, el apego significa un vínculo o lazo afectivo entre un individuo y una figura de apego (generalmente un cuidador/tutor). Estos vínculos pueden ser recíprocos entre dos adultos, pero entre un niño y un cuidador, estos vínculos se basan en la necesidad del niño de seguridad, protección y protección, que es más importante en la infancia y la niñez. [13] La teoría del apego no es una descripción exhaustiva de las relaciones humanas, ni es sinónimo de amor y afecto, aunque estos pueden indicar que existen vínculos. En las relaciones entre un niño y un adulto, el vínculo del niño se denomina "apego" y el equivalente recíproco del cuidador se conoce como "vínculo de cuidado". [14] La teoría propone que los niños se apegan a los cuidadores de manera instintiva, [15] con el propósito de sobrevivir y, en última instancia, de replicarse genéticamente. [14] El objetivo biológico es la supervivencia y el objetivo psicológico es la seguridad. [11] La relación que un niño tiene con su figura de apego es especialmente importante en situaciones amenazantes. Tener acceso a una figura segura disminuye el miedo de los niños cuando se enfrentan a situaciones amenazantes. No sólo es importante tener un nivel reducido de miedo para la estabilidad mental general, sino que también implica cómo pueden reaccionar los niños ante situaciones amenazantes. La presencia de una figura de apego que brinde apoyo es especialmente importante en los años de desarrollo de un niño. [16] Además del apoyo, la sintonía (comprensión precisa y conexión emocional) es crucial en la relación entre el cuidador y el niño. Si el cuidador no está en sintonía con el niño, este puede llegar a sentirse incomprendido y ansioso. [17]

Los bebés desarrollan vínculos con cualquier cuidador constante que sea sensible y receptivo en las interacciones sociales con ellos. La calidad de la interacción social es más influyente que la cantidad de tiempo que se pasa con ellos. La madre biológica es la figura de apego principal habitual, pero el papel puede ser asumido por cualquier persona que se comporte de manera consistente como "maternal" durante un período de tiempo. Dentro de la teoría del apego, esto significa un conjunto de comportamientos que implican participar en una interacción social animada con el bebé y responder rápidamente a las señales y los acercamientos. [18] Nada en la teoría sugiere que los padres no tengan la misma probabilidad de convertirse en figuras de apego principales si proporcionan la mayor parte del cuidado del niño y la interacción social relacionada. [19] [20] Un apego seguro a un padre que es una "figura de apego secundaria" también puede contrarrestar los posibles efectos negativos de un apego insatisfactorio a una madre que es la figura de apego principal. [21]

Algunos bebés dirigen su conducta de apego (búsqueda de proximidad) hacia más de una figura de apego casi tan pronto como empiezan a mostrar discriminación entre cuidadores; la mayoría comienza a hacerlo durante su segundo año. Estas figuras están ordenadas jerárquicamente, con la figura de apego principal en la cima. [22] El objetivo establecido del sistema de conducta de apego es mantener un vínculo con una figura de apego accesible y disponible. [23] "Alarma" es el término utilizado para la activación del sistema de conducta de apego causada por el miedo al peligro. "Ansiedad" es la anticipación o el miedo de ser separado de la figura de apego. Si la figura no está disponible o no responde, se produce angustia por separación. [24] En los bebés, la separación física puede causar ansiedad y enojo, seguidos de tristeza y desesperación. A los tres o cuatro años, la separación física ya no es una amenaza para el vínculo del niño con la figura de apego. Las amenazas a la seguridad en niños mayores y adultos surgen de la ausencia prolongada, fallas en la comunicación, falta de disponibilidad emocional o signos de rechazo o abandono. [23]

Comportamientos

Un bebé se apoya en una mesa y mira fijamente un libro ilustrado con intensa concentración.
Los patrones de apego inseguros pueden comprometer la exploración y el logro de la confianza en sí mismo. Un bebé con apego seguro es libre de concentrarse en su entorno.

El sistema conductual de apego sirve para lograr o mantener la proximidad a la figura de apego. [5]

Las conductas previas al apego ocurren durante los primeros seis meses de vida. Durante la primera fase (los primeros dos meses), los bebés sonríen, balbucean y lloran para atraer la atención de los posibles cuidadores. Aunque los bebés de esta edad aprenden a diferenciar entre los cuidadores, estas conductas se dirigen a cualquier persona que se encuentre cerca.

Durante la segunda fase (de dos a seis meses), el bebé diferencia entre adultos conocidos y desconocidos, y se muestra más receptivo hacia el cuidador; a su gama de conductas se suman el seguimiento y el apego. La conducta del bebé hacia el cuidador se organiza en función de objetivos para alcanzar las condiciones que lo hagan sentir seguro. [25]

Al final del primer año, el bebé puede mostrar una serie de conductas de apego diseñadas para mantener la proximidad, que se manifiestan como protestar por la partida del cuidador, saludar su regreso, aferrarse a él cuando está asustado y seguirlo cuando puede. [26]

Con el desarrollo de la locomoción, el bebé comienza a utilizar al cuidador o cuidadores como una "base segura" desde la cual explorar. [25] [27] : 71  La exploración del bebé es mayor cuando el cuidador está presente porque el sistema de apego del bebé está relajado y es libre de explorar. Si el cuidador es inaccesible o no responde, la conducta de apego se manifiesta con mayor fuerza. [28] La ansiedad, el miedo, la enfermedad y la fatiga harán que un niño aumente las conductas de apego. [29]

Después del segundo año, cuando el niño comienza a ver al cuidador como una persona independiente, se forma una relación más compleja y orientada a objetivos. [30] Los niños comienzan a notar los objetivos y sentimientos de los demás y a planificar sus acciones en consecuencia.

Principios

La teoría moderna del apego se basa en tres principios: [31]

  1. La vinculación es una necesidad humana intrínseca.
  2. Regulación de la emoción y el miedo para mejorar la vitalidad.
  3. Promover la adaptabilidad y el crecimiento.

Las conductas y emociones de apego comunes, que se manifiestan en la mayoría de los primates sociales, incluidos los humanos, son adaptativas . La evolución a largo plazo de estas especies ha implicado la selección de conductas sociales que hacen más probable la supervivencia individual o grupal. La conducta de apego observada comúnmente en los niños pequeños que permanecen cerca de personas conocidas habría tenido ventajas de seguridad en el entorno de adaptación temprana y tiene ventajas similares en la actualidad. Bowlby vio el entorno de adaptación temprana como similar a las sociedades de cazadores-recolectores actuales . [32] Existe una ventaja de supervivencia en la capacidad de percibir condiciones posiblemente peligrosas como la falta de familiaridad, estar solo o una aproximación rápida. Según Bowlby, la búsqueda de proximidad a la figura de apego ante una amenaza es el "objetivo establecido" del sistema de conducta de apego. [33]

La descripción original de Bowlby de un período de sensibilidad durante el cual se pueden formar vínculos de entre seis meses y dos o tres años ha sido modificada por investigadores posteriores. Estos investigadores han demostrado que efectivamente existe un período de sensibilidad durante el cual se formarán vínculos, si es posible, pero el marco temporal es más amplio y el efecto es menos fijo e irreversible de lo que se propuso inicialmente. [34]

Con más investigaciones, los autores que discuten la teoría del apego han llegado a comprender que el desarrollo social se ve afectado tanto por las relaciones posteriores como por las anteriores. Los primeros pasos en el apego se dan más fácilmente si el bebé tiene un cuidador o el cuidado ocasional de un pequeño número de otras personas. Según Bowlby, casi desde el principio, muchos niños tienen más de una figura hacia la que dirigen la conducta de apego. Estas figuras no son tratadas por igual; existe una fuerte tendencia a que un niño dirija la conducta de apego principalmente hacia una persona en particular. Bowlby utilizó el término "monotropía" para describir esta tendencia. [35] Los investigadores y teóricos han abandonado este concepto en la medida en que puede interpretarse como que la relación con la figura especial difiere cualitativamente de la de otras figuras. En cambio, el pensamiento actual postula jerarquías definidas de relaciones. [10] [36]

Las primeras experiencias con los cuidadores dan lugar gradualmente a un sistema de pensamientos, recuerdos, creencias, expectativas, emociones y conductas sobre uno mismo y los demás. Este sistema, llamado el "modelo interno de funcionamiento de las relaciones sociales", continúa desarrollándose con el tiempo y la experiencia. [37]

Los modelos internos regulan, interpretan y predicen la conducta relacionada con el apego en el yo y en la figura de apego. A medida que se desarrollan en línea con los cambios ambientales y evolutivos, incorporan la capacidad de reflexionar y comunicarse sobre las relaciones de apego pasadas y futuras. [4] Permiten al niño manejar nuevos tipos de interacciones sociales; sabiendo, por ejemplo, que un bebé debe ser tratado de manera diferente a un niño mayor, o que las interacciones con maestros y padres comparten características. Incluso la interacción con los entrenadores comparte características similares, ya que los atletas que establecen relaciones de apego no solo con sus padres sino también con sus entrenadores desempeñarán un papel en el crecimiento de los atletas en su futuro deporte. [38] Este modelo de trabajo interno continúa desarrollándose a lo largo de la edad adulta, ayudando a afrontar las amistades, el matrimonio y la paternidad, todos los cuales implican diferentes comportamientos y sentimientos. [39] [37]

El desarrollo del apego es un proceso transaccional. Las conductas de apego específicas comienzan con conductas predecibles, aparentemente innatas, en la infancia. [40] Cambian con la edad de maneras determinadas en parte por las experiencias y en parte por factores situacionales. [41] A medida que las conductas de apego cambian con la edad, lo hacen de maneras determinadas por las relaciones. La conducta de un niño cuando se reúne con un cuidador está determinada no solo por cómo el cuidador lo ha tratado antes, sino por la historia de los efectos que el niño ha tenido en el cuidador. [42] [43]

Diferencias culturales

En la cultura occidental, la crianza de los hijos se basa en un único vínculo, principalmente con la madre. Este modelo diádico no es la única estrategia de apego que produce un niño seguro y emocionalmente apto. Tener una única cuidadora (es decir, la madre), sensible y responsable, no garantiza el éxito final del niño. Los resultados de estudios israelíes, holandeses y del este de África muestran que los niños con múltiples cuidadores crecen no sólo sintiéndose seguros, sino que desarrollan "capacidades más desarrolladas para ver el mundo desde múltiples perspectivas". [44] Esta evidencia se puede encontrar con mayor facilidad en comunidades de cazadores-recolectores, como las que existen en la Tanzania rural. [45]

En las comunidades de cazadores-recolectores, tanto en el pasado como en el presente, las madres son las cuidadoras principales, pero comparten la responsabilidad maternal de asegurar la supervivencia del niño con una variedad de diferentes madres solteras . Por lo tanto, si bien la madre es importante, no es la única oportunidad de apego relacional que un niño puede establecer. Varios miembros del grupo (con o sin parentesco de sangre) contribuyen a la tarea de criar a un niño, comparten el papel de padres y, por lo tanto, pueden ser fuentes de apego múltiple. Hay evidencia de esta crianza comunitaria a lo largo de la historia que "tendría implicaciones significativas para la evolución del apego múltiple". [46]

En la India "no metropolitana" (donde las "familias nucleares con ingresos dobles" son más la norma y la relación materna diádica es más común) [ aclarar ] , donde una familia normalmente consta de 3 generaciones (y a veces 4: bisabuelos, abuelos, padres e hijo o hijos), el niño o los niños tendrían de cuatro a seis cuidadores entre los cuales seleccionar su "figura de apego". Los "tíos y tías" de un niño (los hermanos de los padres y sus cónyuges) también contribuyen al enriquecimiento psicosocial del niño. [47]

Aunque se ha debatido durante años y existen diferencias entre culturas, las investigaciones han demostrado que los tres aspectos básicos de la teoría del apego son, hasta cierto punto, universales. [48] Los estudios realizados en Israel y Japón arrojaron resultados que difieren de los de varios estudios realizados en Europa occidental y Estados Unidos. Las hipótesis predominantes son: 1) que el apego seguro es el estado más deseable y el más frecuente; 2) la sensibilidad materna influye en los patrones de apego del bebé; y 3) los apegos específicos del bebé predicen la competencia social y cognitiva posterior. [48]

Patrones de apego

La fuerza de la conducta de apego de un niño en una circunstancia dada no indica la "fuerza" del vínculo de apego. Algunos niños inseguros mostrarán rutinariamente conductas de apego muy pronunciadas, mientras que muchos niños seguros descubren que no hay gran necesidad de realizar demostraciones intensas o frecuentes de conducta de apego". [49]

Las personas con diferentes estilos de apego tienen diferentes creencias sobre el período del amor romántico, la disponibilidad, la capacidad de confianza de las parejas y la disposición para el amor. [50]

Fijación segura

Un niño pequeño que tiene un vínculo seguro con su padre o madre (u otro cuidador familiar) explorará libremente mientras el cuidador esté presente, por lo general se relaciona con extraños, a menudo se muestra visiblemente molesto cuando el cuidador se va y generalmente se alegra de verlo regresar. Sin embargo, el grado de exploración y angustia se ve afectado por la constitución temperamental del niño y por factores situacionales, así como por el estado de apego. El apego de un niño está influenciado en gran medida por la sensibilidad de su cuidador principal a sus necesidades. Los padres que responden constantemente (o casi siempre) a las necesidades de su hijo crearán niños con un vínculo seguro. Estos niños están seguros de que sus padres responderán a sus necesidades y comunicaciones. [51]

En la codificación tradicional de la Situación Extraña de Ainsworth et al. (1978) , los bebés seguros se denominan bebés del "Grupo B" y se subclasifican además como B1, B2, B3 y B4. [52] Aunque estos subgrupos se refieren a diferentes respuestas estilísticas a las idas y venidas del cuidador, Ainsworth y sus colegas no les dieron etiquetas específicas, aunque sus comportamientos descriptivos llevaron a otros (incluidos los estudiantes de Ainsworth) a idear una terminología relativamente "flexible" para estos subgrupos. A los B1 se los ha denominado "seguros-reservados", a los B2 "seguros-inhibidos", a los B3 "seguros-equilibrados" y a los B4 "seguros-reactivos". Sin embargo, en las publicaciones académicas la clasificación de los bebés (si se indican subgrupos) suele ser simplemente "B1" o "B2", aunque los artículos más teóricos y orientados a la revisión que rodean la teoría del apego pueden utilizar la terminología anterior. El apego seguro es el tipo de relación de apego más común que se observa en todas las sociedades. [53]

Los niños con apego seguro son más capaces de explorar cuando saben que cuentan con una base segura (su cuidador) a la que volver en caso de necesidad. Cuando se les brinda asistencia, esto refuerza la sensación de seguridad y, además, suponiendo que la asistencia de los padres sea útil, educa al niño sobre cómo afrontar el mismo problema en el futuro. Por lo tanto, el apego seguro puede considerarse el estilo de apego más adaptativo. Según algunos investigadores psicológicos, un niño desarrolla un apego seguro cuando el padre está disponible y es capaz de satisfacer las necesidades del niño de una manera receptiva y apropiada. En la infancia y la niñez temprana, si los padres son cariñosos y atentos con sus hijos, estos serán más propensos a desarrollar un apego seguro. [54]

Apego ansioso-ambivalente

El apego ansioso-ambivalente es una forma de apego inseguro y también se denomina erróneamente "apego resistente". [53] [55] En general, un niño con un patrón de apego ansioso-ambivalente explorará poco (en la situación extraña) y a menudo desconfía de los extraños, incluso cuando el padre está presente. Cuando el cuidador se va, el niño suele estar muy angustiado y muestra conductas como llorar o gritar. El niño suele ser ambivalente cuando el cuidador regresa. [52] La estrategia ansioso-ambivalente es una respuesta a un cuidado impredeciblemente receptivo, y las manifestaciones de enojo (ambivalente resistente, C1) o impotencia (ambivalente pasivo, C2) hacia el cuidador en el reencuentro pueden considerarse como una estrategia condicional para mantener la disponibilidad del cuidador al tomar el control de la interacción de manera preventiva. [56] [57]

El subtipo C1 (ambivalente resistente) se codifica cuando "la conducta resistente es particularmente notoria. La mezcla de búsqueda y, al mismo tiempo, resistencia al contacto y la interacción tiene una cualidad inequívocamente enojada y, de hecho, un tono enojado puede caracterizar la conducta en los episodios previos a la separación". [52]

Respecto al subtipo C2 (ambivalente pasivo), Ainsworth et al. escribieron:

Tal vez la característica más llamativa de los bebés C2 es su pasividad. Su conducta exploratoria es limitada a lo largo de la SS y sus conductas interactivas carecen relativamente de iniciación activa. Sin embargo, en los episodios de reencuentro obviamente desean proximidad y contacto con sus madres, aunque tienden a utilizar señales en lugar de un acercamiento activo, y protestan cuando los dejan en el suelo en lugar de resistirse activamente a que los liberen... En general, el bebé C2 no se enoja de manera tan notoria como el bebé C1. [52]

La investigación realizada por McCarthy y Taylor (1999) concluyó que los niños que habían vivido experiencias de abuso en la infancia tenían más probabilidades de desarrollar vínculos ambivalentes. El estudio también concluyó que los niños con vínculos ambivalentes tenían más probabilidades de experimentar dificultades para mantener relaciones íntimas cuando fueran adultos. [58]

Apego ansioso-evitativo y despectivo-evitativo

Un bebé con un patrón de apego ansioso-evitativo evitará o ignorará al cuidador, mostrando poca emoción cuando éste se vaya o regrese. El bebé no explorará mucho, independientemente de quién esté allí. Los bebés clasificados como ansiosos-evitativos (A) representaban un enigma a principios de la década de 1970. No mostraban angustia al separarse, y o bien ignoraban al cuidador al regresar (subtipo A1) o mostraban cierta tendencia a acercarse juntos con cierta tendencia a ignorar o alejarse del cuidador (subtipo A2). Ainsworth y Bell teorizaron que el comportamiento aparentemente tranquilo de los bebés evitativos era de hecho una máscara para la angustia, una hipótesis que más tarde se evidenció a través de estudios de la frecuencia cardíaca de los bebés evitativos. [59] [60]

Los bebés son representados como ansiosos-evitativos cuando hay:

... evitación notoria de la madre en los episodios de reencuentro, que probablemente consista en ignorarla por completo, aunque puede haber algún gesto de apartar la mirada, darse la vuelta o alejarse... Si hay un saludo cuando entra la madre, tiende a ser una simple mirada o una sonrisa... O bien el bebé no se acerca a su madre al reunirse, o se acercan de manera "abortada" y el bebé pasa de largo de la madre, o tiende a ocurrir solo después de mucha persuasión... Si se le levanta, el bebé muestra poco o ningún comportamiento de mantenimiento del contacto; tiende a no acurrucarse; mira hacia otro lado y puede retorcerse para bajarse. [52]

Los registros narrativos de Ainsworth mostraron que los bebés evitaban al cuidador en el estresante Procedimiento de Situación Extraña cuando tenían antecedentes de experimentar un rechazo a la conducta de apego. Las necesidades del bebé con frecuencia no eran satisfechas y el bebé había llegado a creer que la comunicación de sus necesidades emocionales no tenía influencia en el cuidador.

La estudiante de Ainsworth, Mary Main, teorizó que la conducta evitativa en el Procedimiento de Situación Extraña debería considerarse como "una estrategia condicional que, paradójicamente, permite cualquier proximidad posible en condiciones de rechazo materno" al restar importancia a las necesidades de apego. [61]

Main propuso que la evitación tiene dos funciones para un bebé cuyo cuidador no responde de manera constante a sus necesidades. En primer lugar, la conducta evitativa permite al bebé mantener una proximidad condicional con el cuidador: lo suficientemente cerca para mantener la protección, pero lo suficientemente distante para evitar el rechazo. En segundo lugar, los procesos cognitivos que organizan la conducta evitativa podrían ayudar a desviar la atención del deseo insatisfecho de cercanía con el cuidador, evitando una situación en la que el niño se siente abrumado por la emoción ("angustia desorganizada") y, por lo tanto, no puede mantener el control de sí mismo y lograr incluso una proximidad condicional. [62]

Apego desorganizado/desorientado

A partir de 1983, Crittenden ofreció A/C y otras nuevas clasificaciones organizadas (ver más abajo). Basándose en registros de comportamientos discrepantes con las clasificaciones A, B y C, la colega de Ainsworth, Mary Main , añadió una cuarta clasificación . [63] En la Situación Extraña, se espera que el sistema de apego se active con la partida y el regreso del cuidador. Si el comportamiento del bebé no parece al observador estar coordinado de manera fluida a lo largo de los episodios para lograr proximidad o cierta proximidad relativa con el cuidador, entonces se considera "desorganizado", ya que indica una interrupción o inundación del sistema de apego (p. ej., por miedo). Los comportamientos infantiles en el Protocolo de Situación Extraña codificados como desorganizados/desorientados incluyen manifestaciones manifiestas de miedo; comportamientos o afectos contradictorios que ocurren simultánea o secuencialmente; movimientos estereotípicos, asimétricos, mal dirigidos o espasmódicos; o congelamiento y disociación aparente. Sin embargo, Lyons-Ruth ha instado a que se reconozca más ampliamente "que el 52% de los bebés desorganizados continúan acercándose al cuidador, buscan consuelo y cesan su angustia sin un comportamiento ambivalente o evitativo claro". [64]

El beneficio de esta categoría fue insinuado anteriormente en la propia experiencia de Ainsworth, que encontró dificultades para encajar todo el comportamiento infantil en las tres clasificaciones utilizadas en su estudio de Baltimore. Ainsworth y sus colegas observaron a veces

movimientos tensos como encorvar los hombros, poner las manos detrás del cuello y ladear tensamente la cabeza, etc. Teníamos la clara impresión de que esos movimientos de tensión significaban estrés, tanto porque tendían a ocurrir principalmente en los episodios de separación como porque tendían a ser prodrómicos del llanto. De hecho, nuestra hipótesis es que ocurren cuando un niño está tratando de controlar el llanto, ya que tienden a desaparecer si y cuando el llanto irrumpe. [65]

Observaciones similares aparecieron también en las tesis doctorales de los estudiantes de Ainsworth. Crittenden, por ejemplo, señaló que un niño maltratado de su muestra de doctorado fue clasificado como seguro (B) por sus codificadores de pregrado porque su comportamiento en situaciones extrañas "no mostraba ni evitación ni ambivalencia, pero sí mostraba una inclinación estereotipada de la cabeza relacionada con el estrés durante toda la situación extraña. Sin embargo, este comportamiento generalizado era la única pista sobre el grado de estrés que padecía". [66]

El interés por el apego desorganizado está creciendo rápidamente entre los médicos, los responsables de las políticas y los investigadores. [67] Sin embargo, la clasificación de apego desorganizado/desorientado (D) ha sido criticada por algunos, incluida la propia Ainsworth, por ser demasiado abarcadora. [68] En 1990, Ainsworth publicó su aprobación para la nueva clasificación "D", aunque instó a que la adición se considerara "abierta, en el sentido de que se pueden distinguir subcategorías", ya que le preocupaba que se pudieran tratar demasiadas formas diferentes de comportamiento como si fueran la misma cosa. [69] De hecho, la clasificación D junta a los bebés que utilizan una estrategia segura algo interrumpida (B) con aquellos que parecen desesperanzados y muestran poco comportamiento de apego; también junta a los bebés que corren a esconderse cuando ven a su cuidador en la misma clasificación que aquellos que muestran una estrategia evitativa (A) en la primera reunión y luego una estrategia ambivalente-resistente (C) en la segunda reunión. Tal vez respondiendo a tales preocupaciones, George y Solomon han dividido entre índices de apego desorganizado/desorientado (D) en la Situación Extraña, tratando algunas de las conductas como una "estrategia de desesperación" y otras como evidencia de que el sistema de apego ha sido inundado (por ejemplo, por el miedo o la ira). [70]

Crittenden también sostiene que algunas conductas clasificadas como desorganizadas/desorientadas pueden considerarse versiones más "de emergencia" de las estrategias evitativas y/o ambivalentes/resistentes, y funcionan para mantener la disponibilidad protectora del cuidador hasta cierto punto. Sroufe et al. han coincidido en que "incluso la conducta de apego desorganizado (aproximación-evitación simultánea; congelamiento, etc.) permite un grado de proximidad frente a un padre aterrador o inescrutable". [71] Sin embargo, "la presunción de que muchos índices de 'desorganización' son aspectos de patrones organizados no impide la aceptación de la noción de desorganización, especialmente en casos en los que la complejidad y peligrosidad de la amenaza superan la capacidad de respuesta de los niños". [72] Por ejemplo, “Los niños colocados bajo tutela, especialmente más de una vez, a menudo sufren intrusiones. En los videos del Procedimiento de Situación Extraña, tienden a ocurrir cuando un niño rechazado/abandonado se acerca al extraño en una intrusión de deseo de consuelo, luego pierde el control muscular y cae al suelo, abrumado por el miedo intrusivo de la persona desconocida, potencialmente peligrosa y extraña”. [73]

Main y Hesse [74] descubrieron que la mayoría de las madres de estos niños habían sufrido pérdidas importantes u otros traumas poco antes o después del nacimiento del bebé y habían reaccionado con una depresión severa. [75] De hecho, el cincuenta y seis por ciento de las madres que habían perdido a un padre por muerte antes de terminar la escuela secundaria tenían hijos con apegos desorganizados. [74] Estudios posteriores, si bien enfatizaron la importancia potencial de la pérdida no resuelta, han matizado estos hallazgos. [76] Por ejemplo, Solomon y George descubrieron que la pérdida no resuelta en la madre tendía a estar asociada con el apego desorganizado en su bebé principalmente cuando también habían experimentado un trauma no resuelto en su vida antes de la pérdida. [77 ]

Diferencias de categorización entre culturas

En distintas culturas se han observado desviaciones del Protocolo de Situaciones Extrañas. Un estudio japonés de 1986 (Takahashi) estudió 60 parejas japonesas de madres e hijos y las comparó con el patrón de distribución de Ainsworth. Aunque los rangos de apego seguro e inseguro no mostraron diferencias significativas en las proporciones, el grupo japonés inseguro consistió únicamente en niños resistentes, sin niños categorizados como evitativos. Esto puede deberse a que la filosofía de crianza japonesa enfatizaba los vínculos estrechos entre madre e hijo más que en las culturas occidentales. En el norte de Alemania, Grossmann et al. (Grossmann, Huber y Wartner, 1981; Grossmann, Spangler, Suess y Unzner, 1985) replicaron la Situación Extraña de Ainsworth con 46 parejas madre-infante y encontraron una distribución diferente de las clasificaciones de apego con un alto número de bebés evitativos: 52% evitativos, 34% seguros y 13% resistentes (Grossmann et al., 1985). Otro estudio en Israel encontró que había una alta frecuencia de un patrón ambivalente, que según Grossman et al. (1985) podría atribuirse a un mayor impulso parental hacia la independencia de los niños.

Patrones posteriores y el modelo dinámico-maduracional

Se han desarrollado técnicas para guiar al niño a verbalizar su estado mental con respecto al apego. Una de ellas es la "historia de la raíz", en la que el niño recibe el comienzo de una historia que plantea cuestiones de apego y se le pide que la complete. Esta técnica se modifica para niños mayores, adolescentes y adultos, donde se utilizan en su lugar entrevistas semiestructuradas y la forma en que se presenta el contenido puede ser tan importante como el contenido mismo. [11] Sin embargo, no existen medidas sustancialmente validadas del apego para la niñez media o la adolescencia temprana (de 7 a 13 años de edad). [78]

Algunos estudios de niños mayores han identificado otras clasificaciones del apego. Main y Cassidy observaron que el comportamiento desorganizado en la infancia puede dar lugar a que el niño utilice un comportamiento controlador o punitivo para controlar a un cuidador indefenso o peligrosamente impredecible. En estos casos, el comportamiento del niño está organizado, pero los investigadores lo tratan como una forma de desorganización, ya que la jerarquía en la familia ya no sigue la autoridad parental en ese escenario. [79]

La psicóloga estadounidense Patricia McKinsey Crittenden ha elaborado clasificaciones de otras formas de conducta de apego evitativa y ambivalente, como se observa en su modelo dinámico-madurativo de apego y adaptación (DMM). Entre ellas se incluyen las conductas de cuidado y punitivas también identificadas por Main y Cassidy (denominadas A3 y C3, respectivamente), pero también otros patrones como la obediencia compulsiva a los deseos de un padre amenazador (A4). [80]

Las ideas de Crittenden se desarrollaron a partir de la propuesta de Bowlby: “Dadas ciertas circunstancias adversas durante la infancia, la exclusión selectiva de ciertos tipos de información puede ser adaptativa. Sin embargo, cuando durante la adolescencia y la edad adulta la situación cambia, la exclusión persistente de las mismas formas de información puede volverse desadaptativa”. [81]

Crittenden teoriza que la experiencia humana del peligro comprende dos componentes básicos: [82]

  1. Emociones provocadas por el peligro potencial, a las que Crittenden se refiere como "información afectiva". En la infancia, la ausencia inexplicable de una figura de apego causaría estas emociones. Una estrategia que un bebé que se enfrenta a una crianza insensible o que lo rechaza puede utilizar para mantener la disponibilidad de la figura de apego es reprimir la información emocional que podría resultar en el rechazo por parte de dicha figura de apego. [83]
  2. Conocimiento causal u otro conocimiento ordenado secuencialmente sobre el potencial de seguridad o peligro, que incluiría la conciencia de conductas que indican si una figura de apego está disponible como refugio seguro. Si el bebé reprime el conocimiento de que el cuidador no es una fuente confiable de protección y seguridad, puede utilizar un comportamiento pegajoso y/o agresivo para exigir atención y potencialmente aumentar la disponibilidad de una figura de apego que de otra manera muestra respuestas inconsistentes o engañosas a las conductas de apego del bebé. [84]

Crittenden propone que ambos tipos de información pueden separarse de la conciencia o la expresión conductual como una "estrategia" para mantener la disponibilidad de una figura de apego (ver apego desorganizado/desorientado para las distinciones de tipo). Las estrategias de tipo A separan la información emocional sobre sentirse amenazado, y las estrategias de tipo C separan el conocimiento secuenciado temporalmente sobre cómo y por qué la figura de apego está disponible. [85] En contraste, las estrategias de tipo B utilizan ambos tipos de información sin mucha distorsión. [86] Por ejemplo, un niño pequeño puede haber llegado a depender de una estrategia de tipo C de rabietas para mantener la disponibilidad de una figura de apego poco confiable, lo que puede hacer que la figura de apego responda apropiadamente a las conductas de apego del niño. Como resultado del aprendizaje de que la figura de apego se está volviendo más confiable, la dependencia del niño pequeño de las conductas coercitivas se reduce y puede desarrollar un apego más seguro. [87]

Importancia de los patrones

Las investigaciones basadas en datos de estudios longitudinales, como el Estudio sobre el cuidado infantil temprano del Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano y el Estudio de Minnesota sobre el riesgo y la adaptación desde el nacimiento hasta la edad adulta, y de estudios transversales, muestran de manera consistente asociaciones entre las clasificaciones de apego temprano y las relaciones con los pares, tanto en términos de cantidad como de calidad. Lyons-Ruth, por ejemplo, descubrió que "por cada comportamiento de retracción adicional mostrado por las madres en relación con las señales de apego de su bebé en el Procedimiento de Situación Extraña, la probabilidad de derivación clínica por parte de los proveedores de servicios aumentaba en un 50%". [88]

Existe un amplio cuerpo de investigación que demuestra una asociación significativa entre las organizaciones de apego y el funcionamiento de los niños en múltiples dominios. [89] El apego inseguro temprano no necesariamente predice dificultades, pero es una desventaja para el niño, particularmente si los comportamientos parentales similares continúan durante toda la infancia. [90] En comparación con el de los niños con apego seguro, el ajuste de los niños inseguros en muchas esferas de la vida no está tan bien basado, lo que pone en peligro sus futuras relaciones. Aunque la investigación no ha establecido completamente el vínculo y existen otras influencias además del apego, los bebés seguros tienen más probabilidades de volverse socialmente competentes que sus pares inseguros. Las relaciones formadas con los pares influyen en la adquisición de habilidades sociales, el desarrollo intelectual y la formación de la identidad social. Se ha descubierto que la clasificación del estatus de pares de los niños (popular, desatendido o rechazado) predice el ajuste posterior. [11] Los niños inseguros, en particular los niños evitativos, son especialmente vulnerables al riesgo familiar. Sus problemas sociales y de comportamiento aumentan o disminuyen con el deterioro o la mejora de la crianza. Sin embargo, un apego seguro temprano parece tener una función protectora duradera. [91] Al igual que ocurre con el apego a las figuras parentales, las experiencias posteriores pueden alterar el curso del desarrollo. [11]

Los estudios han sugerido que los bebés con un alto riesgo de trastornos del espectro autista (TEA) pueden expresar seguridad en el apego de manera diferente a los bebés con un bajo riesgo de TEA. [92] Los problemas de conducta y la competencia social en los niños inseguros aumentan o disminuyen con el deterioro o la mejora de la calidad de la crianza y el grado de riesgo en el entorno familiar. [91]

Algunos autores han cuestionado la idea de que se pueda desarrollar una taxonomía de categorías que representen una diferencia cualitativa en las relaciones de apego. El análisis de datos de 1.139 niños de 15 meses mostró que la variación en los patrones de apego era continua en lugar de agrupada. [93] Esta crítica plantea importantes preguntas para las tipologías de apego y los mecanismos detrás de los tipos aparentes. Sin embargo, tiene relativamente poca relevancia para la teoría del apego en sí, que "ni requiere ni predice patrones discretos de apego". [94]

Existen algunas evidencias de que las diferencias de género en los patrones de apego de importancia adaptativa comienzan a surgir en la niñez media. Los investigadores han observado una tendencia común de que los hombres muestran una mayor tendencia a involucrarse en conductas delictivas, lo que se sospecha que está relacionado con la mayor probabilidad de que los hombres experimenten vínculos tempranos inadecuados con sus cuidadores primarios. [95] El apego inseguro y el estrés psicosocial temprano indican la presencia de riesgo ambiental (por ejemplo, pobreza, enfermedad mental, inestabilidad, condición de minoría, violencia). El riesgo ambiental puede causar un apego inseguro, al mismo tiempo que favorece el desarrollo de estrategias para una reproducción temprana. Diferentes estrategias reproductivas tienen diferentes valores adaptativos para hombres y mujeres: los hombres inseguros tienden a adoptar estrategias de evitación, mientras que las mujeres inseguras tienden a adoptar estrategias ansiosas/ambivalentes, a menos que se encuentren en un entorno de muy alto riesgo. Se propone que la adrenarquia es el mecanismo endocrino subyacente a la reorganización del apego inseguro en la niñez media. [96]

Cambios en el apego durante la infancia y la adolescencia

La niñez y la adolescencia permiten el desarrollo de un modelo de trabajo interno útil para la formación de vínculos de apego. Este modelo de trabajo interno está relacionado con el estado mental del individuo, que se desarrolla con respecto al apego en general, y explora cómo funciona el apego en la dinámica de las relaciones con base en la experiencia de la niñez y la adolescencia. La organización de un modelo de trabajo interno generalmente se considera que conduce a vínculos de apego más estables en aquellos que desarrollan dicho modelo, en lugar de aquellos que dependen más del estado mental del individuo solo para formar nuevos vínculos. [97]

La edad, el crecimiento cognitivo y la experiencia social continua hacen avanzar el desarrollo y la complejidad del modelo de trabajo interno. Las conductas relacionadas con el apego pierden algunas características típicas del período de la infancia y la niñez y adquieren tendencias propias de la edad. El período preescolar implica el uso de la negociación y el regateo. [98] Por ejemplo, los niños de cuatro años no se sienten angustiados por la separación si ellos y su cuidador ya han negociado un plan compartido para la separación y el reencuentro. [99]

Lo ideal es que estas habilidades sociales se incorporen al modelo de trabajo interno que se utilizará con otros niños y, más tarde, con sus pares adultos. A medida que los niños pasan a la edad escolar, alrededor de los seis años, la mayoría desarrolla una relación con sus padres que se ajusta a sus objetivos, en la que cada uno de los miembros de la pareja está dispuesto a hacer concesiones para mantener una relación gratificante. [98] En la niñez media, el objetivo del sistema de conducta de apego ha cambiado de la proximidad a la figura de apego a la disponibilidad. Por lo general, un niño se conforma con separaciones más prolongadas, siempre que exista contacto (o la posibilidad de reunirse físicamente, si es necesario). Las conductas de apego, como el apego y el seguimiento, disminuyen y la autosuficiencia aumenta. En la niñez media (entre los 7 y los 11 años), puede haber un cambio hacia la corregulación mutua del contacto de base segura en el que el cuidador y el niño negocian métodos para mantener la comunicación y la supervisión a medida que el niño avanza hacia un mayor grado de independencia. [98]

El sistema de apego utilizado por los adolescentes se considera un "sistema regulador de la seguridad" cuya función principal es promover la seguridad física y psicológica. Hay dos eventos diferentes que pueden desencadenar el sistema de apego. Esos desencadenantes incluyen la presencia de un peligro o estrés potencial, interno y externo, y una amenaza de accesibilidad y/o disponibilidad de una figura de apego. El objetivo final del sistema de apego es la seguridad, por lo que durante un momento de peligro o inaccesibilidad, el sistema conductual acepta la seguridad sentida en el contexto de la disponibilidad de protección. En la adolescencia, podemos encontrar seguridad a través de una variedad de cosas, como la comida, el ejercicio y las redes sociales. [100] La seguridad sentida se puede lograr de varias maneras y, a menudo, sin la presencia física de la figura de apego. Los niveles más altos de madurez permiten a los adolescentes interactuar de manera más capaz con su entorno por sí mismos porque el entorno se percibe como menos amenazante. Los adolescentes también verán un aumento en la madurez cognitiva, emocional y conductual que dicta si los adolescentes son o no menos propensos a experimentar condiciones que activen su necesidad de una figura de apego. Por ejemplo, cuando los adolescentes se enferman y no van a la escuela, seguramente quieren que sus padres estén en casa para que puedan cuidarlos, pero también pueden quedarse solos en casa sin experimentar grandes cantidades de angustia. [101] Además, el entorno social que fomenta una escuela afecta la conducta de apego de los adolescentes, incluso si estos mismos adolescentes no han tenido problemas de conducta de apego anteriormente. Las escuelas secundarias que tienen un entorno permisivo en comparación con un entorno autoritario promueven una conducta de apego positiva. Por ejemplo, cuando los estudiantes se sienten conectados con sus maestros y compañeros debido a su entorno escolar permisivo, es menos probable que falten a la escuela. La conducta de apego positivo en las escuelas secundarias tiene implicaciones importantes sobre cómo debe estructurarse el entorno de una escuela. [102]

A continuación se muestran las diferencias en el estilo de apego durante la adolescencia: [103]

Estilos de apego en adultos

La teoría del apego se extendió a las relaciones románticas entre adultos a finales de los años 1980 por Cindy Hazan y Phillip Shaver. [104] Se han identificado cuatro estilos de apego en adultos: seguro, ansioso-preocupado, desdeñoso-evitativo y temeroso-evitativo. Estos se corresponden aproximadamente con las clasificaciones de los bebés: seguro, inseguro-ambivalente, inseguro-evitativo y desorganizado/desorientado. [105]

Fijado de forma segura

Los adultos con apego seguro han sido "vinculados a una alta necesidad de logro y un bajo miedo al fracaso (Elliot y Reis, 2003)". Abordarán una tarea de forma positiva con el objetivo de dominarla y tendrán apetito por la exploración en entornos de logro (Elliot y Reis, 2003). La investigación muestra que los adultos con apego seguro tienen un "bajo nivel de angustia personal y altos niveles de preocupación por los demás". [106] Debido a sus altos índices de autoeficacia , los adultos con apego seguro normalmente no dudan en eliminar a una persona que tenga un impacto negativo de las situaciones problemáticas a las que se enfrentan. [106] Esta respuesta tranquila es representativa de la respuesta emocionalmente regulada del adulto con apego seguro a las amenazas que muchos estudios han apoyado frente a diversas situaciones. El apego seguro adulto proviene de la conexión temprana de un individuo con su(s) cuidador(es), sus genes y sus experiencias románticas. [107]

En las relaciones románticas, un adulto con apego seguro se mostrará de las siguientes maneras: excelente capacidad para resolver conflictos, mentalmente flexible, comunicador eficaz, evita la manipulación, se siente cómodo con la cercanía sin temor a verse enredado, perdona con rapidez, ve el sexo y la intimidad emocional como una sola cosa, cree que puede influir positivamente en su relación y cuida a su pareja de la forma en que quiere que lo cuiden. En resumen, son grandes parejas que tratan muy bien a sus cónyuges, ya que no tienen miedo de dar positivamente y pedir que se satisfagan sus necesidades. Los adultos con apego seguro creen que hay "muchas parejas potenciales que responderían a sus necesidades", y si se encuentran con una persona que no las satisface, normalmente perderán el interés rápidamente. [107]

Ansioso-preocupado

Los adultos ansiosos-preocupados buscan altos niveles de intimidad, aprobación y respuesta de sus parejas, volviéndose excesivamente dependientes. Tienden a ser menos confiados, tienen opiniones menos positivas sobre sí mismos que sus parejas y pueden exhibir altos niveles de expresividad emocional, preocupación e impulsividad en sus relaciones. La ansiedad que sienten los adultos impide el establecimiento de una exclusión de defensa satisfactoria. Por lo tanto, es posible que los individuos que han estado ansiosamente apegados a su figura o figuras de apego no hayan sido capaces de desarrollar suficientes defensas contra la ansiedad por separación. Debido a su falta de preparación, estos individuos reaccionarán exageradamente a la anticipación de la separación o a la separación real de su figura de apego. La ansiedad proviene de la relación intensa y/o inestable de un individuo que deja al individuo ansioso o preocupado relativamente indefenso. [108]

En lo que respecta a las relaciones entre adultos, si un adulto experimenta este comportamiento inconsistente por parte de su pareja romántica o conocido, podría desarrollar algunos de los aspectos de este tipo de apego. Además, la inseguridad y la angustia en las relaciones pueden ser impulsadas por individuos que muestran una conexión inconsistente o conductas emocionalmente abusivas. [109] Sin embargo, una relación segura también puede reducir el comportamiento ansioso y ser un recurso de seguridad y apoyo. [110]

Evitativo-desdén

Los adultos evitativos-despreciativos desean un alto nivel de independencia, y a menudo parecen evitar el apego por completo. [111] Se consideran autosuficientes, invulnerables a los sentimientos de apego y no necesitan relaciones cercanas. [112] Tienden a reprimir sus sentimientos, lidiando con el conflicto distanciándose de sus parejas, de las que a menudo tienen una mala opinión. [113] Los adultos carecen del interés de formar relaciones cercanas y mantener la cercanía emocional con las personas que los rodean. Tienen una gran desconfianza en los demás, pero al mismo tiempo poseen un modelo positivo de sí mismos; preferirían invertir en sus propias habilidades del ego. Intentan crear altos niveles de autoestima invirtiendo desproporcionadamente en sus habilidades o logros. Estos adultos mantienen sus puntos de vista positivos de sí mismos, basados ​​en sus logros y competencias personales en lugar de buscar y sentir la aceptación de los demás. Estos adultos rechazarán o minimizarán explícitamente la importancia del apego emocional y evitarán pasivamente las relaciones cuando sientan que se están acercando demasiado. Se esfuerzan por lograr la autosuficiencia y la independencia. En lo que respecta a las opiniones de los demás sobre sí mismos, son muy indiferentes y se muestran relativamente reticentes a recibir comentarios positivos de sus pares. La evitación desdeñosa también puede explicarse como resultado de la desactivación defensiva del sistema de apego para evitar un posible rechazo o de una genuina indiferencia hacia la cercanía interpersonal. [114]

Los adultos con patrones de apego desdeñoso-evitativo tienen menos probabilidades de buscar apoyo social que otros estilos de apego. [115] Es probable que teman la intimidad y carezcan de confianza en los demás. [116] [117] Debido a su desconfianza, no se les puede convencer de que otras personas tengan la capacidad de brindar apoyo emocional. [114] Sin embargo, bajo una alta carga cognitiva, los adultos desdeñosos-evitativos parecen tener una menor capacidad para suprimir emociones difíciles relacionadas con el apego, así como dificultad para mantener representaciones positivas de sí mismos. [118] Esto sugiere que las vulnerabilidades ocultas pueden subyacer a un proceso de negación activa. [118] [119]

Temeroso-evitativo

Los adultos temerosos-evitativos tienen sentimientos encontrados sobre las relaciones cercanas, ya que desean y se sienten incómodos con la cercanía emocional. Lo peligroso del contraste entre querer formar relaciones sociales y al mismo tiempo temer la relación es que crea inestabilidad mental. Esta inestabilidad mental se traduce en desconfianza de las relaciones que forman y en la percepción de que no valen la pena. Además, los adultos temerosos-evitativos también tienen una perspectiva menos agradable de la vida en comparación con los grupos ansiosos-preocupados y evitativos desdeñosos. [120] Al igual que los adultos desdeñosos-evitativos, los adultos temerosos-evitativos tienden a buscar menos intimidad y reprimen sus sentimientos. [8] [121] [122] [123]

Según estudios de investigación, una persona con un apego evitativo temeroso podría haber sufrido traumas en la infancia o percepciones y acciones negativas persistentes por parte de sus familiares. Aparte de estos factores, los factores genéticos y la personalidad también pueden tener un impacto en la forma en que una persona se comporta con sus padres, así como en la forma en que entiende sus relaciones en la edad adulta. [124]

Evaluación y medición del apego

Se han estudiado dos aspectos principales del apego en adultos. Los psicólogos sociales interesados ​​en el apego romántico exploran la organización y estabilidad de los modelos mentales de trabajo que subyacen a los estilos de apego. [125] [126] Los psicólogos del desarrollo interesados ​​en el estado mental del individuo con respecto al apego generalmente exploran cómo funciona el apego en la dinámica de las relaciones e impacta en los resultados de las mismas. La organización de los modelos mentales de trabajo es más estable, mientras que el estado mental del individuo con respecto al apego fluctúa más. Algunos autores han sugerido que los adultos no tienen un único conjunto de modelos de trabajo. En cambio, en un nivel tienen un conjunto de reglas y suposiciones sobre las relaciones de apego en general. En otro nivel, tienen información sobre relaciones específicas o eventos de relación. La información en diferentes niveles no necesita ser consistente. Por lo tanto, los individuos pueden tener diferentes modelos internos de trabajo para diferentes relaciones. [126] [127]

Existen diversas medidas de apego en adultos, siendo las más comunes los cuestionarios de autoinforme y las entrevistas codificadas basadas en la Entrevista de apego en adultos . Las diversas medidas se desarrollaron principalmente como herramientas de investigación, con diferentes propósitos y abordando diferentes dominios, por ejemplo, relaciones románticas, relaciones platónicas, relaciones con los padres o relaciones con los pares. Algunas clasifican el estado mental de un adulto con respecto al apego y los patrones de apego en referencia a las experiencias de la infancia, mientras que otras evalúan los comportamientos relacionales y la seguridad con respecto a los padres y los pares. [128]

Asociaciones del apego adulto con otros rasgos

Los estilos de apego de los adultos están relacionados con las diferencias individuales en las formas en que los adultos experimentan y gestionan sus emociones. Metanálisis recientes vinculan los estilos de apego inseguros con una menor inteligencia emocional [129] y una menor atención plena como rasgo. [130]

Historia

Privación materna

Las primeras reflexiones de la escuela de las relaciones objetales del psicoanálisis , en particular las de Melanie Klein , influyeron en Bowlby. Sin embargo, estaba en profundo desacuerdo con la creencia psicoanalítica predominante de que las respuestas de los bebés se relacionan con su vida de fantasía interna en lugar de con los acontecimientos de la vida real. Cuando Bowlby formuló sus conceptos, estuvo influenciado por estudios de casos sobre niños perturbados y delincuentes, como los de William Goldfarb publicados en 1943 y 1945. [131] [132]

Dos filas de niños pequeños, unos 20 en total, se arrodillan ante sus camas en el dormitorio de una guardería. Tienen los ojos cerrados y están en actitud de oración. Llevan largos camisones blancos y detrás de ellos están sus camas con armazón de hierro.
Momento de oración en la guardería residencial de Five Points House of Industry, 1888. La hipótesis de la privación materna publicada en 1951 impulsó un cambio en el uso de guarderías residenciales en favor de hogares de acogida. [133]

René Spitz, contemporáneo de Bowlby , observó el duelo de los niños separados y propuso que los resultados " psicotóxicos " eran provocados por experiencias inadecuadas de atención temprana. [134] [135] Una fuerte influencia fue el trabajo del trabajador social y psicoanalista James Robertson , quien filmó los efectos de la separación en los niños en el hospital. Él y Bowlby colaboraron en la realización del documental de 1952 A Two-Year Old Goes to the Hospital , que fue fundamental en una campaña para modificar las restricciones hospitalarias a las visitas de los padres. [136]

En su monografía de 1951 para la Organización Mundial de la Salud , Atención materna y salud mental , Bowlby planteó la hipótesis de que "el lactante y el niño pequeño deben experimentar una relación cálida, íntima y continua con su madre en la que ambos encuentren satisfacción y disfrute", cuya falta puede tener consecuencias significativas e irreversibles para la salud mental. Esta monografía también se publicó como Cuidado infantil y el crecimiento del amor para consumo público. La proposición central fue influyente pero muy controvertida. [137] En ese momento había datos empíricos limitados y ninguna teoría integral que explicara tal conclusión. [138] Sin embargo, la teoría de Bowlby despertó un interés considerable en la naturaleza de las relaciones tempranas, dando un fuerte impulso a, (en palabras de Mary Ainsworth), un "gran cuerpo de investigación" en un área extremadamente difícil y compleja. [137]

La obra de Bowlby (y las películas de Robertson) provocaron una revolución virtual en la modalidad de visitas de padres a hospitales, la provisión de servicios hospitalarios para niños que cubrieran sus necesidades educativas y sociales y el uso de guarderías residenciales. Con el tiempo, los orfanatos fueron abandonados en favor de hogares de acogida o de tipo familiar en la mayoría de los países desarrollados. [133]

El trabajo de Bowlby sobre las disposiciones parentales después del nacimiento del niño implica que la privación materna influye negativamente en la trayectoria de la conducta de apego de la vida de un niño. Si una madre experimenta ansiedad, estrés o depresión posparto, el apego que tiene con su hijo puede verse alterado. Es importante que las mujeres embarazadas reciban apoyo de salud mental antes y después del parto porque la enfermedad mental a menudo da lugar a sentimientos bajos de apego hacia su bebé. [139]

Formulación de la teoría

Tras la publicación de Atención materna y salud mental , Bowlby buscó nuevos conocimientos en los campos de la biología evolutiva, la etología, la psicología del desarrollo , la ciencia cognitiva y la teoría de los sistemas de control. Formuló la propuesta innovadora de que los mecanismos subyacentes al vínculo emocional de un bebé con el cuidador o los cuidadores surgieron como resultado de la presión evolutiva . Se propuso desarrollar una teoría de la motivación y el control de la conducta basada en la ciencia en lugar del modelo de energía psíquica de Freud. Bowlby sostuvo que con la teoría del apego había solucionado las "deficiencias de los datos y la falta de teoría para vincular la supuesta causa y efecto" de Atención materna y salud mental . [140]

Etología

La etología atrajo la atención de Bowlby a principios de los años 1950 cuando leyó la obra de Konrad Lorenz . [141] Otras influencias importantes fueron los etólogos Nikolaas Tinbergen y Robert Hinde . [142] Posteriormente, Bowlby colaboró ​​con Hinde. [143] En 1953, Bowlby afirmó que "ha llegado el momento de unificar los conceptos psicoanalíticos con los de la etología y de continuar la rica línea de investigación que esta unión sugiere". [144] Konrad Lorenz había examinado el fenómeno de la " impronta ", un comportamiento característico de algunas aves y mamíferos que implica un rápido aprendizaje del reconocimiento por parte de las crías de un objeto conespecífico o comparable. Después del reconocimiento viene una tendencia a seguirlo.

Una mujer joven con botas de goma camina con los brazos cruzados a través de un claro fangoso en un bosque de abedules, seguida por un joven alce que corre a través de un charco.
Este joven alce alimentado con biberón ha desarrollado un apego a su cuidador (en Kostroma Moose Farm ).

Ciertos tipos de aprendizaje son posibles, en relación con cada tipo de aprendizaje aplicable, solo dentro de un rango de edad limitado conocido como período crítico . Los conceptos de Bowlby incluían la idea de que el apego implicaba aprender de la experiencia durante un período de edad limitado, influenciado por el comportamiento adulto. No aplicó el concepto de impronta en su totalidad al apego humano. Sin embargo, consideró que el comportamiento de apego se explicaba mejor como instintivo, combinado con el efecto de la experiencia, enfatizando la disposición que el niño trae a las interacciones sociales. [145] Con el tiempo se hizo evidente que había más diferencias que similitudes entre la teoría del apego y la impronta, por lo que se abandonó la analogía. [10]

Los etólogos expresaron su preocupación por la idoneidad de algunas investigaciones en las que se basaba la teoría del apego, en particular la generalización a los seres humanos a partir de estudios con animales. [146] [147] Schur, al analizar el uso de conceptos etológicos por parte de Bowlby (antes de 1960), comentó que los conceptos utilizados en la teoría del apego no se habían mantenido al día con los cambios en la propia etología. [148] Los etólogos y otros que escribieron en los años 1960 y 1970 cuestionaron y ampliaron los tipos de comportamiento utilizados como indicadores del apego. [149] Los estudios observacionales de niños pequeños en entornos naturales proporcionaron otros comportamientos que podrían indicar apego; por ejemplo, permanecer a una distancia predecible de la madre sin esfuerzo por su parte y recoger objetos pequeños, llevándoselos a la madre pero no a los demás. [150] Aunque los etólogos tendían a estar de acuerdo con Bowlby, presionaron para obtener más datos, objetando que los psicólogos escribieran como si hubiera una "entidad que es 'apego', que existe más allá de las medidas observables". [151] Robert Hinde consideró que "sistema de conducta de apego" era un término apropiado que no ofrecía los mismos problemas "porque se refiere a sistemas de control postulados que determinan las relaciones entre diferentes tipos de conducta". [152]

Psicoanálisis

Varias filas de escolares marchan en diagonal desde la esquina superior derecha hasta la esquina inferior izquierda. Cada uno lleva una bolsa o un bulto y levanta el brazo derecho en el aire en señal de saludo. Los adultos se colocan en fila en la esquina inferior derecha haciendo el mismo gesto.
Evacuación de sonrientes escolares japoneses durante la Segunda Guerra Mundial, del libro Camino a la catástrofe

Los conceptos psicoanalíticos influyeron en la visión de Bowlby sobre el apego, en particular, las observaciones de Anna Freud y Dorothy Burlingham sobre niños pequeños separados de sus cuidadores familiares durante la Segunda Guerra Mundial. [153] Sin embargo, Bowlby rechazó las explicaciones psicoanalíticas para los vínculos infantiles tempranos, incluida la " teoría de los impulsos ", en la que la motivación para el apego deriva de la gratificación del hambre y los impulsos libidinales. Llamó a esto la teoría de las relaciones del " amor de armario ". En su opinión, no logró ver el apego como un vínculo psicológico en sí mismo en lugar de un instinto derivado de la alimentación o la sexualidad. [154] Basado en las ideas del apego primario y el neodarwinismo , Bowlby identificó lo que vio como fallas fundamentales en el psicoanálisis: el énfasis excesivo en los peligros internos en lugar de la amenaza externa, y la visión del desarrollo de la personalidad a través de fases lineales con regresión a puntos fijos que explican la angustia psicológica. Bowlby, en cambio, postuló que eran posibles varias líneas de desarrollo, cuyo resultado dependía de la interacción entre el organismo y el medio ambiente. En el apego esto significaría que, aunque un niño en desarrollo tiene una propensión a formar apegos, la naturaleza de esos apegos depende del entorno al que está expuesto el niño. [155]

Desde el comienzo del desarrollo de la teoría del apego hubo críticas por la falta de congruencia de la teoría con diversas ramas del psicoanálisis. Las decisiones de Bowlby lo dejaron expuesto a las críticas de pensadores bien establecidos que trabajaban en problemas similares. [156] [157] [158]

Modelo de funcionamiento interno

El filósofo Kenneth Craik había señalado la capacidad del pensamiento para predecir acontecimientos. Subrayó el valor de supervivencia de la selección natural para esta capacidad. Un componente clave de la teoría del apego es el sistema de comportamiento del apego, en el que ciertas conductas tienen un resultado predecible (es decir, proximidad) y sirven como método de autoconservación (es decir, protección). [159] Todo ello tiene lugar fuera de la conciencia de un individuo. Este modelo de funcionamiento interno permite a una persona probar alternativas mentalmente, utilizando el conocimiento del pasado mientras responde al presente y al futuro. Bowlby aplicó las ideas de Craik al apego, cuando otros psicólogos aplicaban estos conceptos a la percepción y la cognición de los adultos. [160]

Los bebés absorben todo tipo de información socioemocional compleja de las interacciones sociales que observan. Se dan cuenta de los comportamientos útiles y perjudiciales de una persona hacia otra. A partir de estas observaciones, desarrollan expectativas de cómo deberían comportarse dos personajes, conocidas como "guión de base seguro". Estos guiones proporcionan una plantilla de cómo deberían desarrollarse los eventos relacionados con el apego y son los bloques de construcción de los modelos de trabajo internos de uno. [159] El modelo de trabajo interno de un bebé se desarrolla en respuesta a los modelos de trabajo internos basados ​​en la experiencia del bebé de sí mismo y el entorno, con énfasis en el entorno de cuidado y los resultados de sus comportamientos de búsqueda de proximidad. Teóricamente, el guión seguro del niño y del adulto permitiría una situación de apego donde una persona utiliza con éxito a otra como una base segura desde la cual explorar y como un refugio seguro en tiempos de angustia. En contraste, los individuos inseguros crearían situaciones de apego con más complicaciones. [159] Por ejemplo, si el cuidador acepta estos comportamientos de búsqueda de proximidad y concede acceso, el bebé desarrolla una organización segura; Si el cuidador niega sistemáticamente el acceso al niño, se desarrolla una organización evitativa; y si el cuidador concede el acceso de forma inconsistente, se desarrolla una organización ambivalente. [161] En retrospectiva, los modelos de trabajo internos son constantes y reflejan la relación primaria con nuestros cuidadores. El apego infantil influye directamente en nuestras relaciones adultas. [162]

Se puede acceder al modelo de trabajo interno de un padre que opera en la relación de apego con su bebé examinando las representaciones mentales del padre. [163] [164] Investigaciones recientes han demostrado que la calidad de las atribuciones maternas como marcadores de las representaciones mentales maternas se puede asociar con formas particulares de psicopatología materna y se puede alterar en un período de tiempo relativamente corto mediante una intervención psicoterapéutica dirigida. [165]

Cibernética

La teoría de los sistemas de control ( cibernética ), que se desarrolló durante los años 1930 y 1940, influyó en el pensamiento de Bowlby. [166] Se consideraba que la necesidad del niño pequeño de proximidad a la figura de apego se equilibraba homeostáticamente con la necesidad de exploración. (Bowlby comparó este proceso con la homeostasis fisiológica mediante la cual, por ejemplo, la presión arterial se mantiene dentro de unos límites). La distancia real mantenida por el niño variaría a medida que cambiara el equilibrio de necesidades. Por ejemplo, la aproximación de un extraño o una lesión harían que el niño explorara a distancia para buscar proximidad. El objetivo del niño no es un objeto (el cuidador) sino un estado; el mantenimiento de la distancia deseada del cuidador dependiendo de las circunstancias. [1]

Desarrollo cognitivo

La confianza de Bowlby en la teoría de Piaget sobre el desarrollo cognitivo dio lugar a preguntas sobre la permanencia de los objetos (la capacidad de recordar un objeto que está temporalmente ausente) en las conductas de apego tempranas. La capacidad de un bebé para discriminar a los extraños y reaccionar ante la ausencia de la madre parecía ocurrir meses antes de lo que Piaget sugirió que sería cognitivamente posible. [167] Más recientemente, se ha observado que la comprensión de la representación mental ha avanzado tanto desde la época de Bowlby que las opiniones actuales pueden ser más específicas que las de la época de Bowlby. [168]

Behaviorismo

En 1969, Gerwitz analizó cómo la madre y el niño podían proporcionarse mutuamente experiencias de refuerzo positivo a través de su atención mutua, aprendiendo así a permanecer juntos. Esta explicación haría innecesario postular características humanas innatas que fomentan el apego. [169] La teoría del aprendizaje ( conductismo ) consideraba el apego como un remanente de la dependencia y la calidad del apego como una mera respuesta a las señales del cuidador. Los principales predictores de la calidad del apego son la sensibilidad y la respuesta de los padres a sus hijos. Cuando los padres interactúan con sus bebés de una manera cálida y cariñosa, su calidad de apego aumenta. La forma en que los padres interactúan con sus hijos a los cuatro meses está relacionada con el comportamiento de apego a los 12 meses, por lo que es importante que la sensibilidad y la capacidad de respuesta de los padres se mantengan estables. La falta de sensibilidad y capacidad de respuesta aumenta la probabilidad de trastornos del apego en el desarrollo de los niños. [170] Los conductistas veían comportamientos como el llanto como una actividad aleatoria que no significaba nada hasta que se reforzaba con la respuesta de un cuidador. Para los conductistas, las respuestas frecuentes darían lugar a más llanto. Para los teóricos del apego, el llanto es una conducta innata de apego a la que el cuidador debe responder para que el bebé desarrolle seguridad emocional. Las respuestas conscientes generan seguridad, lo que mejora la autonomía y da como resultado menos llanto. La investigación de Ainsworth en Baltimore respaldó la opinión de los teóricos del apego. [171]

En la última década, los analistas de la conducta han construido modelos de apego basados ​​en la importancia de las relaciones contingentes . Estos modelos analíticos de la conducta han recibido cierto apoyo de la investigación [172] y de las revisiones metaanalíticas. [173]

Evolución desde los años 1970

En la década de 1970, los problemas para considerar el apego como un rasgo (característica estable de un individuo) en lugar de como un tipo de comportamiento con funciones y resultados organizadores, llevaron a algunos autores a la conclusión de que las conductas de apego se entendían mejor en términos de sus funciones en la vida del niño. [174] Esta forma de pensar vio el concepto de base segura como central para la lógica, la coherencia y el estatus de la teoría del apego como un constructo organizacional. [175] Siguiendo este argumento, se examinó el supuesto de que el apego se expresa de manera idéntica en todos los humanos transculturalmente. [176] La investigación mostró que, aunque había diferencias culturales, los tres patrones básicos, seguro, evitativo y ambivalente, se pueden encontrar en todas las culturas en las que se han realizado estudios, incluso donde los arreglos para dormir en comunidad son la norma. La selección del patrón seguro se encuentra en la mayoría de los niños en todas las culturas estudiadas. Esto se desprende lógicamente del hecho de que la teoría del apego prevé que los bebés se adapten a los cambios en el entorno, seleccionando estrategias de comportamiento óptimas. [177] La ​​forma en que se expresa el apego muestra variaciones culturales que deben determinarse antes de que se puedan realizar estudios; por ejemplo, a los bebés Gusii se les saluda con un apretón de manos en lugar de un abrazo. Los bebés Gusii con apego seguro anticipan y buscan este contacto. También existen diferencias en la distribución de patrones inseguros basados ​​en diferencias culturales en las prácticas de crianza de los hijos. [177] El académico Michael Rutter estudió en 1974 la importancia de distinguir entre las consecuencias de la privación de apego sobre el retraso intelectual en los niños y la falta de desarrollo en el crecimiento emocional en los niños. [178] La conclusión de Rutter fue que era necesario identificar y diferenciar cuidadosamente los atributos maternos para que el progreso en el campo continuara.

El mayor desafío a la noción de la universalidad de la teoría del apego provino de estudios realizados en Japón, donde el concepto de amae juega un papel destacado en la descripción de las relaciones familiares. Los argumentos giraban en torno a la idoneidad del uso del procedimiento de la Situación Extraña donde se practica amae . En última instancia, la investigación tendió a confirmar la hipótesis de universalidad de la teoría del apego. [177] Más recientemente, un estudio de 2007 realizado en Sapporo , Japón, encontró distribuciones de apego consistentes con las normas globales utilizando el sistema de puntuación de seis años de Main y Cassidy para la clasificación del apego. [179] [180]

Los críticos de la década de 1990, como JR Harris , Steven Pinker y Jerome Kagan, se preocuparon en general por el concepto de determinismo infantil ( naturaleza versus crianza ), haciendo hincapié en los efectos de la experiencia posterior en la personalidad. [181] [182] [183] ​​Basándose en el trabajo sobre el temperamento de Stella Chess , Kagan rechazó casi todos los supuestos en los que se basaba la causa de la teoría del apego. Kagan argumentó que la herencia era mucho más importante que los efectos transitorios del desarrollo del entorno temprano. Por ejemplo, un niño con un temperamento inherentemente difícil no provocaría respuestas conductuales sensibles de un cuidador. El debate generó una considerable investigación y análisis de datos del creciente número de estudios longitudinales. La investigación posterior no ha confirmado el argumento de Kagan, posiblemente sugiriendo que son las conductas del cuidador las que forman el estilo de apego del niño, aunque la forma en que se expresa este estilo puede diferir con el temperamento del niño. [184] Harris y Pinker propusieron la idea de que se había exagerado mucho la influencia de los padres, argumentando que la socialización se producía principalmente en grupos de pares. H. Rudolph Schaffer concluyó que los padres y los pares tenían funciones diferentes y cumplían papeles distintivos en el desarrollo de los niños. [185]

Los psicoanalistas/psicólogos Peter Fonagy y Mary Target han intentado acercar la teoría del apego y el psicoanálisis a través de la ciencia cognitiva como mentalización . La mentalización, o teoría de la mente, es la capacidad de los seres humanos de adivinar con cierta precisión qué pensamientos, emociones e intenciones se esconden detrás de conductas tan sutiles como la expresión facial. [186] Se ha especulado que esta conexión entre la teoría de la mente y el modelo de trabajo interno puede abrir nuevas áreas de estudio, conduciendo a alteraciones en la teoría del apego. [187] Desde finales de la década de 1980, ha habido un acercamiento creciente entre la teoría del apego y el psicoanálisis, basado en un terreno común elaborado por los teóricos e investigadores del apego, y un cambio en lo que los psicoanalistas consideran central para el psicoanálisis. Los modelos de relaciones objetales que enfatizan la necesidad autónoma de una relación se han vuelto dominantes y están vinculados a un creciente reconocimiento en el psicoanálisis de la importancia del desarrollo infantil en el contexto de las relaciones y las representaciones internalizadas. El psicoanálisis ha reconocido la naturaleza formativa del entorno temprano de un niño, incluida la cuestión del trauma infantil. Ha surgido una exploración del sistema de apego basada en el psicoanálisis y un enfoque clínico acompañante junto con un reconocimiento de la necesidad de medir los resultados de las intervenciones. [188]

Un tema central de la investigación sobre el apego han sido las dificultades de los niños cuyo historial de apego era deficiente, incluidos aquellos con amplias experiencias de cuidado infantil sin los padres. La preocupación por los efectos del cuidado infantil fue intensa durante las llamadas "guerras de guarderías" de finales del siglo XX, durante las cuales algunos autores destacaron los efectos nocivos de las guarderías. [189] Como resultado de esta controversia, la formación de los profesionales del cuidado infantil ha llegado a enfatizar las cuestiones del apego, incluida la necesidad de construir relaciones mediante la asignación de un niño a un cuidador específico. Aunque es probable que solo los entornos de cuidado infantil de alta calidad proporcionen esto, más bebés en guarderías reciben atención favorable al apego que en el pasado. [190] Un experimento natural permitió un estudio extenso de las cuestiones del apego mientras los investigadores seguían a miles de huérfanos rumanos adoptados en familias occidentales después del final del régimen de Nicolae Ceaușescu . El equipo de estudio de adoptados ingleses y rumanos, dirigido por Michael Rutter , siguió a algunos de los niños hasta la adolescencia, intentando desentrañar los efectos del mal apego, la adopción, las nuevas relaciones, los problemas físicos y los problemas médicos asociados con sus primeros años de vida. Los estudios de estos adoptados, cuyas condiciones iniciales fueron impactantes, dieron motivos para el optimismo, ya que muchos de los niños se desarrollaron bastante bien. Los investigadores observaron que la separación de las personas familiares es solo uno de los muchos factores que ayudan a determinar la calidad del desarrollo. [191] Aunque se encontraron tasas más altas de patrones de apego inseguro atípicos en comparación con las muestras de nacidos en el país o adoptados tempranamente, el 70% de los niños adoptados más tarde no exhibieron conductas de trastorno del apego marcadas o graves. [89]

Los autores que estudian el apego en culturas no occidentales han señalado la conexión de la teoría del apego con los patrones occidentales de cuidado infantil y familiar característicos de la época de Bowlby. [192] A medida que cambia la experiencia de cuidado de los niños, también pueden cambiar las experiencias relacionadas con el apego. Por ejemplo, los cambios en las actitudes hacia la sexualidad femenina han aumentado enormemente el número de niños que viven con sus madres solteras o que reciben cuidados fuera del hogar mientras las madres trabajan. Este cambio social ha hecho que sea más difícil para las personas sin hijos adoptar bebés en sus propios países. Ha habido un aumento en el número de adopciones de niños mayores y adopciones de fuentes del tercer mundo en países del primer mundo. Las adopciones y los nacimientos de parejas del mismo sexo han aumentado en número y han ganado protección legal, en comparación con su estado en la época de Bowlby. [193] Independientemente de si los padres están genéticamente relacionados, los roles de apego de los padres adoptivos seguirán influyendo y afectando las conductas de apego de sus hijos a lo largo de su vida. [194] Se han planteado cuestiones en el sentido de que el modelo diádico característico de la teoría del apego no puede abordar la complejidad de las experiencias sociales de la vida real, ya que los bebés a menudo tienen múltiples relaciones dentro de la familia y en entornos de cuidado infantil. [195] Se sugiere que estas relaciones múltiples se influyen mutuamente, al menos dentro de una familia. [196]

Los principios de la teoría del apego se han utilizado para explicar los comportamientos sociales de los adultos, incluidos el apareamiento, el dominio social y las estructuras jerárquicas de poder, la identificación con el grupo interno, [197] las coaliciones grupales, la pertenencia a sectas y sistemas totalitarios [198] y la negociación de la reciprocidad y la justicia. [199] Esas explicaciones se han utilizado para diseñar programas de formación en cuidado parental y han tenido especial éxito en el diseño de programas de prevención del abuso infantil. [200]

Si bien una amplia variedad de estudios han confirmado los principios básicos de la teoría del apego, las investigaciones no han sido concluyentes en cuanto a si el apego temprano autoinformado y la depresión posterior están demostrablemente relacionados. [201]

Neurobiología del apego

Además de los estudios longitudinales, se han realizado investigaciones psicofisiológicas sobre la neurobiología del apego. [202] La investigación ha comenzado a incluir el desarrollo neuronal , [203] la genética del comportamiento y los conceptos de temperamento . [184] En general, el temperamento y el apego constituyen dominios de desarrollo separados, pero los aspectos de ambos contribuyen a una variedad de resultados de desarrollo interpersonal e intrapersonal. [184] Algunos tipos de temperamento pueden hacer que algunos individuos sean susceptibles al estrés de relaciones impredecibles u hostiles con los cuidadores en los primeros años. [204] En ausencia de cuidadores disponibles y receptivos, parece que algunos niños son particularmente vulnerables a desarrollar trastornos del apego. [205]

La calidad de los cuidados recibidos en la infancia y la niñez afecta directamente a los sistemas neurológicos de un individuo que controlan la regulación del estrés. [202] En la investigación psicofisiológica sobre el apego, las dos áreas principales estudiadas han sido las respuestas autónomas , como la frecuencia cardíaca o la respiración, y la actividad del eje hipotálamo-hipofisario-adrenal , un sistema que es responsable de la reacción del cuerpo al estrés . [206] Las respuestas fisiológicas de los bebés se han medido durante el procedimiento de Situación Extraña observando las diferencias individuales en el temperamento infantil y el grado en que el apego actúa como moderador. Estudios recientes transmiten que las relaciones de apego tempranas se inculcan molecularmente en el ser, afectando así el funcionamiento posterior del sistema inmunológico. [159] La evidencia empírica comunica que las experiencias negativas tempranas producen células de fenotipo proinflamatorio en el sistema inmunológico, que está directamente relacionado con la enfermedad cardiovascular, las enfermedades autoinmunes y ciertos tipos de cáncer. [207]

Los recientes [ ¿cuándo? ] avances en los métodos de investigación han permitido a los investigadores investigar más a fondo los correlatos neuronales del apego en los seres humanos. Estos avances incluyen la identificación de estructuras cerebrales clave, circuitos neuronales, sistemas de neurotransmisores y neuropéptidos, y cómo están involucrados en el funcionamiento del sistema de apego y pueden indicar más sobre un individuo en particular, incluso predecir su comportamiento. [208] Hay evidencia inicial de que el cuidado y el apego involucran regiones cerebrales únicas y superpuestas. [209] Otra cuestión es el papel de los factores genéticos heredados en la configuración de los apegos: por ejemplo, un tipo de polimorfismo del gen que codifica el receptor de dopamina D 2 se ha relacionado con el apego ansioso y otro en el gen del receptor de serotonina 5-HT 2A con el apego evitativo. [210]

Los estudios muestran que el apego en la edad adulta está relacionado simultáneamente con biomarcadores de inmunidad. Por ejemplo, las personas con un estilo de apego de evitación producen niveles más altos de la citocina proinflamatoria interleucina-6 (IL-6) cuando reaccionan a un estresor interpersonal, [211] mientras que las personas que representan un estilo de apego ansioso tienden a tener una producción elevada de cortisol y una menor cantidad de células T. [212] Aunque los niños varían genéticamente y cada individuo requiere diferentes relaciones de apego, existe evidencia consistente de que el calor materno durante la infancia y la niñez crea un refugio seguro para los individuos, lo que resulta en un funcionamiento superior del sistema inmunológico. [213] Una base teórica para esto es que tiene sentido biológico que los niños varíen en su susceptibilidad a la influencia de la crianza. [214]

Delito

La teoría del apego se ha aplicado a menudo en la disciplina de la criminología . [215] Se ha utilizado en un intento de identificar los mecanismos causales de la conducta delictiva, con usos que van desde la elaboración de perfiles de los delincuentes , una mejor comprensión de los tipos de delitos y la aplicación de políticas preventivas. Se ha descubierto que las perturbaciones tempranas en las relaciones entre el niño y el cuidador son un factor de riesgo en la criminalidad. La teoría del apego en este contexto ha sido descrita como "quizás la más influyente de las teorías contemporáneas de orientación psicoanalítica sobre el delito". [216]

Historia

Los orígenes de la teoría del apego en la criminología se encuentran en el trabajo de August Aichhorn , quien, al aplicar el psicoanálisis a la pedagogía , sostuvo que las relaciones infantiles anormales son el problema subyacente que causa la delincuencia. [217]

The intersection of crime and attachment theory was further researched by John Bowlby. In his first published work, Forty-four Juvenile Thieves, he studied a sample of 88 children (44 juvenile thieves and 44 non-delinquent controls) and determined that child-mother separation caused delinquent character formation, particularly in the development of an "affectionless character" often seen in the persistent offender. 17 of the juvenile thieves had been separated from their mothers for longer than six months during their first five years, and only 2 children from the control group had such a separation. He also found that 14 of the thieves were "affectionless characters" distinguishing them from others by their lack of affection, no emotional ties, no real friendships, and having "no roots in their relationships".[218]

Age distribution of crime

Two theories about why the crime peaks around the late teenage years and early twenties are called the developmental theory and life-course theory, and both involve attachment theory. Developmental perspectives argue that individuals who have disrupted childhood attachments will have criminal careers that continue long into adulthood.[219] Life course perspectives argue that relationships at every stage of the life course can influence an individual's likelihood of committing crimes.[220]

Types of offenses

Disrupted attachment patterns from childhood have been identified as a risk factor for domestic violence.[221] These disruptions in childhood can prevent the formation of a secure attachment relationship, and in turn adversely affecting a healthy way to deal with stress.[222] In adulthood, lack of coping mechanisms can result in violent behaviour.[223] Bowlby's theory of functional anger states that children signal to their caregiver that their attachment needs are not being met by use of angry behaviour. This perception of low support from partner has been identified as a strong predictor of male violence. Other predictors have been named as perceived deficiency in maternal love in childhood, low self-esteem.[222] It has also been found that individuals with a dismissive attachment style, often seen in an antisocial/narcissistic-narcissistic subtype of offender, tend to be emotionally abusive as well as violent. Individuals in the borderline/emotionally dependent subtype have traits which originate from insecure attachment in childhood, and tend to have high levels of anger.[221]

It has been found that sexual offenders have significantly less secure maternal and paternal attachments compared with non-offenders which suggests that insecure attachments in infancy persist into adulthood.[224] In a recent study, 57% of sexual offenders were found to be of a preoccupied attachment style.[225] There is also evidence that suggests subtypes of sexual crime can have different attachment styles. Dismissive individuals tend to be hostile towards others, and are more likely to offend violently against adult women. By contrast, child abusers are more likely to have preoccupied attachment styles as the tendency to seek approval from others becomes distorted and attachment relationships become sexualized.[226]

Uses within probation practice

Attachment theory has been of special interest within probation settings. When put into practice, probation officers aim to learn their probationer's attachment history because it can give them insight into how the probationer will respond to different scenarios and when they are the most vulnerable to reoffend. One of the primary strategies of implementation is to set up the probation officer as a secure base. This secure base relationship is formed by the probation officer being reliable, safe, and in tune with the probationer, and is intended to help give them a partly representational secure relationship that they have not been able to form.[227]

Practical applications

As a theory of socioemotional development, attachment theory has implications and practical applications in social policy, decisions about the care and welfare of children and mental health.

Child care policies

Social policies concerning the care of children were the driving force in Bowlby's development of attachment theory. The difficulty lies in applying attachment concepts to policy and practice.[228] In 2008 C.H. Zeanah and colleagues stated, "Supporting early child-parent relationships is an increasingly prominent goal of mental health practitioners, community-based service providers and policy makers ... Attachment theory and research have generated important findings concerning early child development and spurred the creation of programs to support early child-parent relationships."[12] Additionally, practitioners can use the concepts of attachment theory that suggests deep relationships which builds attachment security towards mental health interventions. Attachment security has been found to strengthen one's ability to cope with stress, anxiety, and maintain that, in turn, can contribute to the person's well-being and mental health[229] For example, previous studies have demonstrated that individuals who demonstrate avoidance attachment styles experiences less stress and distress when presented with ostracism.[230] However, finding quality childcare while at work or school is an issue for many families. NIHD recent study convey that top notch day care contributes to secure attachment relationships in children.[231]

People have commented on this matter stating that "legislative initiatives reflecting higher standards for credentialing and licensing childcare workers, requiring education in child development and attachment theory, and at least a two-year associate degree course as well as salary increases and increased stature for childcare positions".[232] Corporations should implement more flexible work arrangements that recognize child care as essential for all its employees. This includes re-examination of parental leave policies. Too many parents are forced to return to work too soon post childbirth because of company policy or financial necessity. No matter the reason this inhibits early parent child bonding.[159] In addition to this, there should be increased attention to the training and screening of childcare workers. In his article reviewing attachment theory, Sweeney suggested, among several policy implications, "legislative initiatives reflecting higher standards for credentialing and licensing childcare workers, requiring education in child development and attachment theory, and at least a two-year associate degree course as well as salary increases and increased stature for childcare positions".[232]

Historically, attachment theory had significant policy implications for hospitalized or institutionalized children, and those in poor quality daycare.[233] Controversy remains over whether non-maternal care, particularly in group settings, has deleterious effects on social development. It is plain from research that poor quality care carries risks but that those who experience good quality alternative care cope well although it is difficult to provide good quality, individualized care in group settings.[228]

Attachment theory has implications in residence and contact disputes,[233] and applications by foster parents to adopt foster children. In the past, particularly in North America, the main theoretical framework was psychoanalysis. Increasingly attachment theory has replaced it, thus focusing on the quality and continuity of caregiver relationships rather than economic well-being or automatic precedence of any one party, such as the biological mother. Rutter noted that in the UK, since 1980, family courts have shifted considerably to recognize the complications of attachment relationships.[234] Children tend to have attachment relationships with both parents and often grandparents or other relatives. Judgements need to take this into account along with the impact of step-families. Attachment theory has been crucial in highlighting the importance of social relationships in dynamic rather than fixed terms.[228]

Attachment theory can also inform decisions made in social work, especially in humanistic social work (Petru Stefaroi),[235][236] and court processes about foster care or other placements. Considering the child's attachment needs can help determine the level of risk posed by placement options.[237][238] Within adoption, the shift from "closed" to "open" adoptions and the importance of the search for biological parents would be expected on the basis of attachment theory. Many researchers in the field were strongly influenced by it.[228]

Clinical practice in children

Although attachment theory has become a major scientific theory of socioemotional development with one of the widest research lines in modern psychology, it has, until recently, been less used in clinical practice.[239] The attachment theory focused on the attention of the child when the mother is there and the responses that the child shows when the mother leaves, which indicated the attachment and bonding of the mother and the child. The attention therapy is done while the child is being restrained by the therapists and the responses displayed were noted. The tests were done to show the responses of the child.[citation needed]

This may be partly due to lack of attention paid to clinical application by Bowlby himself and partly due to broader meanings of the word 'attachment' used amongst practitioners. It may also be partly due to the mistaken association of attachment theory with the pseudoscientific interventions misleadingly known as "attachment therapy".[240]

Prevention and treatment

In 1988, Bowlby published a series of lectures indicating how attachment theory and research could be used in understanding and treating child and family disorders. His focus for bringing about change was the parents' internal working models, parenting behaviors and the parents' relationship with the therapeutic intervenor.[241] Ongoing research has led to a number of individual treatments and prevention and intervention programs.[241] In regards to personal development, children from all the age groups were tested to show the effectiveness of the theory that is being theorized by Bowlby. They range from individual therapy to public health programs to interventions designed for foster caregivers. For infants and younger children, the focus is on increasing the responsiveness and sensitivity of the caregiver, or if that is not possible, placing the child with a different caregiver.[242][243] An assessment of the attachment status or caregiving responses of the caregiver is invariably included, as attachment is a two-way process involving attachment behavior and caregiver response. Some programs are aimed at foster cares because the attachment behaviors of infants or children with attachment difficulties often do not elicit appropriate caregiver responses. Modern prevention and intervention programs have proven successful.[244]

Reactive attachment disorder and attachment disorder

One atypical attachment pattern is considered to be an actual disorder, known as reactive attachment disorder or RAD, which is a recognized psychiatric diagnosis (ICD-10 F94.1/2 and DSM-IV-TR 313.89). Against common misconception, this is not the same as 'disorganized attachment'. The essential feature of reactive attachment disorder is markedly disturbed and developmentally inappropriate social relatedness in most contexts that begins before age five years, associated with gross pathological care. There are two subtypes, one reflecting a disinhibited attachment pattern, the other an inhibited pattern. RAD is not a description of insecure attachment styles, however problematic those styles may be; instead, it denotes a lack of age-appropriate attachment behaviours that may appear to resemble a clinical disorder.[245] Although the term "reactive attachment disorder" is now popularly applied to perceived behavioural difficulties that fall outside the DSM or ICD criteria, particularly on the Web and in connection with the pseudo-scientific attachment therapy, "true" RAD is thought to be rare.[246]

"Attachment disorder" is an ambiguous term, which may refer to reactive attachment disorder or to the more problematic insecure attachment styles (although none of these are clinical disorders). It may also be used to refer to proposed new classification systems put forward by theorists in the field,[247] and is used within attachment therapy as a form of unvalidated diagnosis.[246] One of the proposed new classifications, "secure base distortion" has been found to be associated with caregiver traumatization.[248]

Clinical practice in adults and families

As attachment theory offers a broad, far-reaching view of human functioning, it can enrich a therapist's understanding of patients and the therapeutic relationship rather than dictate a particular form of treatment.[249] Some forms of psychoanalysis-based therapy for adults—within relational psychoanalysis and other approaches—also incorporate attachment theory and patterns.[249][250]

Criticism

A 2016 article from the Psychological Bulletin suggests that one's attachment could largely be due to heredity; hence, the authors point to the need to focus research on nonshared environmental effects, requiring "behavioral genetic designs that afford differentiating heritability from shared and nonshared environmental influences".[251] In an interview, Dr. Jerome Kagan also suggests that a child's behaviour is largely due to temperament, as well as social class and culture. He further states,

Attachment is a far less popular explanation in 2019 than it was in the 1960s, and in 10 to 15 years, it's going to be rare to find anyone defending the theory. It's just dying out slowly...Yes, what happens to you in the first year or two of life has an effect, but it's tiny. If I take a 1-year-old child who is securely attached, and the parents die and the child is adopted by a cruel foster parent, that child is in trouble. Their secure attachment is useless.[252]

A 2013 study from Utah State suggests an individual can have different attachment styles in relation to different people and that "parents' time away from their child was not a significant predictor of attachment."[253] Attachment theory models are heavily focused on attachment to the mother, not other family members and peers, also noted by Rosjke Hasseldine.[254] Salvador Minuchin suggested that attachment theory's focus on the mother-child relation ignores the value in other familial influences: "The entire family—not just the mother or primary caretaker—including father, siblings, grandparents, often cousins, aunts and uncles, are extremely significant in the experience of the child...And yet, when I hear attachment theorists talk, I don't hear anything about these other important figures in a child's life."[255]

A 2018 paper proposes that Attachment theory represents a Western middle-class perspective, ignoring the diverse caregiving values and practices in most of the world.[256]

See also

Citations

  1. ^ a b Cassidy J (1999). "The Nature of a Child's Ties". In Cassidy J, Shaver PR (eds.). Handbook of Attachment: Theory, Research and Clinical Applications. New York: Guilford Press. pp. 3–20. ISBN 1-57230-087-6.
  2. ^ a b Abrams DB, Turner JR, Baumann LC, Karel A, Collins SE, Witkiewitz K, et al. (2013). "Attachment Theory". Encyclopedia of Behavioral Medicine. New York, NY: Springer New York. pp. 149–155. doi:10.1007/978-1-4419-1005-9_939. ISBN 978-1-4419-1004-2. Bowlby (1969, 1988) described an attachment as an emotional bond that is characterized by the tendency to seek out and maintain proximity to a specific attachment figure, particularly during times of distress.
  3. ^ Brimhall AS, Haralson DM (2017). "Bonds in Couple and Family Therapy". Encyclopedia of Couple and Family Therapy. Cham: Springer International Publishing. pp. 1–3. doi:10.1007/978-3-319-15877-8_513-1. ISBN 978-3-319-15877-8. Bond is an emotional attachment between one or more individuals. To be considered an attachment bond, the relationship must have four defining characteristics: proximity maintenance, separation distress, safe haven, and secure base.
  4. ^ a b Bretherton I, Munholland KA (1999). "Internal Working Models in Attachment Relationships: A Construct Revisited". In Cassidy J, Shaver PR (eds.). Handbook of Attachment:Theory, Research and Clinical Applications. New York: Guilford Press. pp. 89–114. ISBN 1-57230-087-6.
  5. ^ a b Prior & Glaser 2006, p. 17.
  6. ^ Bernard K, Meade E, Dozier M (November 2013). "Parental synchrony and nurturance as targets in an attachment based intervention: building upon Mary Ainsworth's insights about mother–infant interaction". Attachment & Human Development. 15 (5–6): 507–523. doi:10.1080/14616734.2013.820920. ISSN 1461-6734. PMC 3855268. PMID 24299132.
  7. ^ Bretherton I (1992). "The Origins of Attachment Theory: John Bowlby and Mary Ainsworth". Developmental Psychology. 28 (5): 759–775. doi:10.1037/0012-1649.28.5.759.
  8. ^ a b Hazan C, Shaver P (March 1987). "Romantic love conceptualized as an attachment process". Journal of Personality and Social Psychology. 52 (3): 511–24. doi:10.1037/0022-3514.52.3.511. PMID 3572722. S2CID 2280613.
  9. ^ Simpson JA (1999). "Attachment Theory in Modern Evolutionary Perspective". In Cassidy J, Shaver PR (eds.). Handbook of Attachment:Theory, Research and Clinical Applications. New York: Guilford Press. pp. 115–40. ISBN 1-57230-087-6.
  10. ^ a b c d Rutter M (May 1995). "Clinical implications of attachment concepts: retrospect and prospect". Journal of Child Psychology and Psychiatry, and Allied Disciplines. 36 (4): 549–71. doi:10.1111/j.1469-7610.1995.tb02314.x. PMID 7650083.
  11. ^ a b c d e Schaffer R (2007). Introducing Child Psychology. Oxford: Blackwell. pp. 83–121. ISBN 978-0-631-21628-5.
  12. ^ a b Berlin L, Zeanah CH, Lieberman AF (2008). "Prevention and Intervention Programs for Supporting Early Attachment Security". In Cassidy J, Shaver PR (eds.). Handbook of Attachment: Theory, Research and Clinical Applications. New York and London: Guilford Press. pp. 745–61. ISBN 978-1-60623-028-2.
  13. ^ Murphy A, Steele M, Dube SR, Bate J, Bonuck K, Meissner P, et al. (2014). "Adverse Childhood Experiences (ACEs) Questionnaire and Adult Attachment Interview (AAI): Implications for parent child relationships". Child Abuse & Neglect. 38 (2): 224–233. doi:10.1016/j.chiabu.2013.09.004. PMID 24670331. S2CID 3919568.
  14. ^ a b Prior and Glaser p. 15.
  15. ^ Bretherton I (1992). "The Origins of Attachment Theory: John Bowlby and Mary Ainsworth". [Bowlby] begin by noting that organisms at different levels of the phylogenetic scale regulate instinctive behaviour in distinct ways, ranging from primitive reflex-like "fixed action patterns" to complex plan hierarchies with subgoals and strong learning components. In the most complex organisms, instinctive behaviours may be "goal-corrected" with continual on-course adjustments (such as a bird of prey adjusting its flight to the movements of the prey). The concept of cybernetically controlled behavioural systems organized as plan hierarchies (Miller, Galanter, and Pribram, 1960) thus came to replace Freud's concept of drive and instinct. Such systems regulate behaviours in ways that need not be rigidly innate, but – depending on the organism – can adapt in greater or lesser degrees to changes in environmental circumstances, provided that these do not deviate too much from the organism's environment of evolutionary adaptedness. Such flexible organisms pay a price, however, because adaptable behavioural systems can more easily be subverted from their optimal path of development. For humans, Bowlby speculates, the environment of evolutionary adaptedness probably resembles that of present-day hunter-gatherer societies.
  16. ^ Stupica B, Brett BE, Woodhouse SS, Cassidy J (July 2019). "Attachment Security Priming Decreases Children's Physiological Response to Threat". Child Development. 90 (4): 1254–1271. doi:10.1111/cdev.13009. PMID 29266177.
  17. ^ "Attunement". Evolve In Nature. 4 April 2023. Retrieved 23 August 2023.
  18. ^ Bowlby (1969) p. 365.
  19. ^ Holmes p. 69.
  20. ^ Cosentino A (5 September 2017). "Viewing fathers as attachment figures". Counseling today. Archived from the original on 24 September 2017.
  21. ^ Lamb ME, Lamb JE (1976). "The Nature and Importance of the Father-Infant Relationship". The Family Coordinator. 25 (4): 379–385. doi:10.2307/582850. ISSN 0014-7214. JSTOR 582850.
  22. ^ Bowlby (1969) 2nd ed. pp. 304–05.
  23. ^ a b Kobak R, Madsen S (2008). "Disruption in Attachment Bonds". In Cassidy J, Shaver PR (eds.). Handbook of Attachment: Theory, Research and Clinical Applications. New York and London: Guilford Press. pp. 23–47. ISBN 978-1-59385-874-2.
  24. ^ Prior and Glaser p. 16.
  25. ^ a b Prior & Glaser 2006, p. 19.
  26. ^ Karen 1998, pp. 90–92.
  27. ^ Parritz RH, Troy MF (24 May 2017). Disorders of childhood : development and psychopathology (Third ed.). Boston, MA. ISBN 978-1-337-09811-3. OCLC 960031712.{{cite book}}: CS1 maint: location missing publisher (link)
  28. ^ Ainsworth M (1967). Infancy in Uganda: Infant Care and the Growth of Love. Baltimore: Johns Hopkins University Press. ISBN 978-0-8018-0010-8.
  29. ^ Karen 1998, p. 97.
  30. ^ Prior & Glaser 2006, pp. 19–20.
  31. ^ Johnson SM (2019). Attachment Theory in Practice: Emotionally Focused Therapy (EFT) with Individuals, Couples and Families. New York: The Guildford Press. p. 5. ISBN 978-1-4625-3828-7.
  32. ^ Bowlby 1971, p. 300.
  33. ^ Bowlby J (1969–1982). Attachment and loss (PDF). Basic Books. p. 11.
  34. ^ McLeod DS (5 February 2017). "Bowlby's Attachment Theory". Simply Psychology.
  35. ^ Bowlby 1982, p. 309.
  36. ^ Main M (1999). "Epilogue: Attachment Theory: Eighteen Points with Suggestions for Future Studies". In Cassidy J, Shaver PR (eds.). Handbook of Attachment: Theory, Research and Clinical Applications. New York: Guilford Press. pp. 845–87. ISBN 978-1-57230-087-3. although there is general agreement an infant or adult will have only a few attachment figures at most, many attachment theorists and researchers believe infants form 'attachment hierarchies' in which some figures are primary, others secondary, and so on. This position can be presented in a stronger form, in which a particular figure is believed continually to take top place ("monotropy") ... questions surrounding monotropy and attachment hierarchies remain unsettled
  37. ^ a b Mercer 2006, pp. 39–40.
  38. ^ Davis L, Brown DJ, Arnold R, Gustafsson H (2 August 2021). "Thriving Through Relationships in Sport: The Role of the Parent–Athlete and Coach–Athlete Attachment Relationship". Frontiers in Psychology. 12: 694599. doi:10.3389/fpsyg.2021.694599. ISSN 1664-1078. PMC 8366224. PMID 34408711.
  39. ^ Bowlby J (1973). Separation: Anger and Anxiety. Attachment and loss. Vol. 2. London: Hogarth. ISBN 978-0-7126-6621-3.
  40. ^ Pilkington PD, Bishop A, Younan R (2021). "Adverse childhood experiences and early maladaptive schemas in adulthood: A systematic review and meta-analysis". Clinical Psychology & Psychotherapy. 28 (3): 569–584. doi:10.1002/cpp.2533. ISSN 1063-3995. PMID 33270299. S2CID 227258822.
  41. ^ Bowlby 1971, pp. 414–21.
  42. ^ Bowlby 1971, pp. 394–395.
  43. ^ Ainsworth MD (December 1969). "Object relations, dependency, and attachment: a theoretical review of the infant-mother relationship". Child Development. 40 (4): 969–1025. doi:10.2307/1127008. JSTOR 1127008. PMID 5360395.
  44. ^ Hrdy SB (2009). Mothers and Others-The Evolutionary Origins of Mutual Understanding. United States of America: The Belknap Press of Harvard University Press. pp. 130, 131, 132. ISBN 978-0-674-03299-6.
  45. ^ Crittenden AN, Marlowe FW (2013), "Cooperative Child Care among the Hadza: Situating Multiple Attachment in Evolutionary Context", Attachment Reconsidered, Palgrave Macmillan US, pp. 67–83, doi:10.1057/9781137386724_3, ISBN 978-1-137-38674-8
  46. ^ Quinn N, Mageo JM (2013). Attachment Reconsidered: Cultural Perspectives on a Western Theory. United States of America: Palgrave Macmillan. pp. 73, 74. ISBN 978-1-137-38672-4.
  47. ^ Parens H (1995). "Parenting for Emotional Growth: Lines of Development". Thomas Jefferson University-Jefferson Digital Commons. Retrieved 14 March 2024.
  48. ^ a b Van Ijzendoorn MH, Sagi-Schwartz A (2008). "Cross-cultural patterns of attachment: Universal and contextual dimensions.". In Cassidy J, Shaver PR (eds.). Handbook of attachment: Theory, research, and clinical applications (2nd ed.). New York, NY: Guilford Press. pp. 880–905.
  49. ^ Howe, D. (2011) Attachment across the lifecourse, London: Palgrave, p.13
  50. ^ Honari B, Saremi AA (2015). "The Study of Relationship between Attachment Styles and Obsessive Love Style". Procedia - Social and Behavioral Sciences. 165: 152–159. doi:10.1016/j.sbspro.2014.12.617.
  51. ^ Schacter, D.L. et al. (2009). Psychology, Second Edition. New York: Worth Publishers. pp.441
  52. ^ a b c d e Ainsworth MD, Blehar MC, Waters E, Wall S (1978). Patterns of attachment: A psychological study of the strange situation. Hillsdale, NJ: Earlbaum.
  53. ^ a b Ainsworth MD, Blehar M, Waters E, Wall S (1978). Patterns of Attachment: A Psychological Study of the Strange Situation. Hillsdale NJ: Lawrence Erlbaum Associates. ISBN 978-0-89859-461-4.
  54. ^ Aronoff J (2012). "Parental Nurturance in the Standard Cross-Cultural Sample: Theory, Coding, and Scores". Cross-Cultural Research. 46 (4): 315–347. doi:10.1177/1069397112450851. S2CID 147304847.
  55. ^ Plotka R (2011). "Ambivalent Attachment". Encyclopedia of Child Behavior and Development. Boston, MA: Springer US. pp. 81–83. doi:10.1007/978-0-387-79061-9_104. ISBN 978-0-387-77579-1. Ambivalent attachment is a form of insecure attachment characterized by inconsistent responses of the caregivers and by the child's feelings of anxiety and preoccupation about the caregiver's availability.
  56. ^ Solomon J, George C, De Jong A (1995). "Children classified as controlling at age six: Evidence of disorganized representational strategies and aggression at home and at school". Development and Psychopathology. 7 (3): 447–463. doi:10.1017/s0954579400006623. S2CID 146576663.
  57. ^ Crittenden P (1999). "Danger and development: the organization of self-protective strategies". In Vondra JI, Barnett D (eds.). Atypical Attachment in Infancy and Early Childhood Among Children at Developmental Risk. Oxford: Blackwell. pp. 145–171. ISBN 978-0-631-21592-9.
  58. ^ McCarthy G, Taylor A (1999). "Avoidant/ambivalent attachment style as a mediator between abusive childhood experiences and adult relationship difficulties". Journal of Child Psychology and Psychiatry. Vol. 40, no. 3. pp. 465–477. doi:10.1111/1469-7610.00463.
  59. ^ Ainsworth MD, Bell SM (March 1970). "Attachment, exploration, and separation: illustrated by the behavior of one-year-olds in a strange situation". Child Development. 41 (1): 49–67. doi:10.2307/1127388. JSTOR 1127388. PMID 5490680. S2CID 3942480.
  60. ^ Sroufe A, Waters E (1977). "Attachment as an Organizational Construct". Child Development. 48 (4): 1184–1199. CiteSeerX 10.1.1.598.3872. doi:10.1111/j.1467-8624.1977.tb03922.x.
  61. ^ Main M (1979). "The "ultimate" causation of some infant attachment phenomena". Behavioral and Brain Sciences. 2 (4): 640–643. doi:10.1017/s0140525x00064992. S2CID 144105265.
  62. ^ Main M (1977). "Analysis of a peculiar form of reunion behaviour seen in some day-care children.". In Webb R (ed.). Social Development in Childhood. Baltimore: Johns Hopkins. pp. 33–78. ISBN 978-0-8018-1946-9.
  63. ^ Main M, Solomon J (1990). "Procedures for Identifying Infants as Disorganized/Disoriented during the Ainsworth Strange Situation". In Greenberg MT, Cicchetti D, Cummings EM (eds.). Attachment in the Preschool Years: Theory, Research, and Intervention. Chicago: University of Chicago Press. pp. 121–60. ISBN 978-0-226-30630-8.
  64. ^ Karlen Lyons-Ruth, Jean-Francois Bureau, M. Ann Easterbrooks, Ingrid Obsuth, Kate Hennighausen & Lauriane Vulliez-Coady (2013) Parsing the construct of maternal insensitivity: distinct longitudinal pathways associated with early maternal withdrawal, Attachment & Human Development, 15:5–6, 562–582
  65. ^ Ainsworth MD, Blehar M, Waters E, Wall S (1978). Patterns of Attachment: A Psychological Study of the Strange Situation. Hillsdale, NJ: Lawrence Erlbaum. p. 282. ISBN 978-0-89859-461-4.
  66. ^ Crittenden PM (May 1983). Mother and Infant Patterns of Attachment (Ph.D. thesis). University of Virginia. p. 73.
  67. ^ Kochanska G, Kim S (2013). "Early attachment organization with both parents and future behavior problems: from infancy to middle childhood". Child Development. 84 (1): 283–96. doi:10.1111/j.1467-8624.2012.01852.x. PMC 3530645. PMID 23005703.
  68. ^ Svanberg PO (2009). "Promoting a secure attachment through early assessment and interventions.". In Barlow J, Svanberg PO (eds.). Keeping the Baby in Min. London: Routledge. pp. 100–114.
  69. ^ Ainsworth M (1990). "Epilogue". In Greenberg MT, Ciccheti D, Cummings EM (eds.). Attachment in the Preschool Years. Chicago, IL: Chicago University Press. pp. 463–488.
  70. ^ Solomon J, George C (1999). "The place of disorganization in attachment theory.". In Solomon J, George C (eds.). Attachment Disorganization. NY: Guilford. pp. 27.
  71. ^ Sroufe A, Egeland B, Carlson E, Collins WA (2005). The Development of the person: the Minnesota study of risk and adaptation from birth to adulthood. NY: Guilford Press. p. 245. ISBN 978-1-59385-158-3.
  72. ^ Crittenden P (1999). "Danger and development: the organization of self-protective strategies". In Vondra JI, Barnett D (eds.). Atypical Attachment in Infancy and Early Childhood Among Children at Developmental Risk. Oxford: Blackwell. pp. 159–160. ISBN 978-0-631-21592-9.
  73. ^ Crittenden P, Landini A (2011). Assessing Adult Attachment: A Dynamic-Maturational Approach to Discourse Analysis. NY: W.W. Norton. p. 269.
  74. ^ a b Main M, Hesse E (1993). "Parents' Unresolved Traumatic Experiences Are Related to Infant Disorganized Attachment Status: Is Frightened and/or Frightening Parental Behavior the Linking Mechanism?". In Greenberg MT, Cicchetti D, Cummings EM (eds.). Attachment in the Preschool Years: Theory, Research, and Intervention. Chicago: University of Chicago Press. pp. 161–84. ISBN 978-0-226-30630-8.
  75. ^ Parkes CM (2006). Love and Loss. Routledge, London and New York. p. 13. ISBN 978-0-415-39041-5.
  76. ^ Madigan S, Bakermans-Kranenburg MJ, Van Ijzendoorn MH, Moran G, Pederson DR, Benoit D (June 2006). "Unresolved states of mind, anomalous parental behavior, and disorganized attachment: a review and meta-analysis of a transmission gap". Attachment & Human Development. 8 (2): 89–111. doi:10.1080/14616730600774458. PMID 16818417. S2CID 1691924.
  77. ^ Solomon J, George C (2006). "Intergenerational transmission of dysregulated maternal caregiving: Mothers describe their upbringing and child rearing.". In Mayseless O (ed.). Parenting representations: Theory, research, and clinical implications. Cambridge, UK: Cambridge University Press. pp. 265–295. ISBN 978-0-521-82887-1.
  78. ^ Boris NW, Zeanah CH (November 2005). "Practice parameter for the assessment and treatment of children and adolescents with reactive attachment disorder of infancy and early childhood" (PDF). Journal of the American Academy of Child and Adolescent Psychiatry. 44 (11). Work Group on Quality Issues: 1206–19. doi:10.1097/01.chi.0000177056.41655.ce. PMID 16239871. Archived from the original (PDF) on 24 August 2009. Retrieved 13 September 2009.
  79. ^ Main M, Cassidy J (1988). "Categories of response to reunion with the parent at age 6". Developmental Psychology. 24 (3): 415–426. doi:10.1037/0012-1649.24.3.415.
  80. ^ Crittenden PM (2008). Raising Parents: Attachment, Parenting and Child Safety. London: Routledge.
  81. ^ Bowlby J (1980). Loss: Sadness and depression. Attachment and Loss. Vol. III. New York: Basic Books. p. 45. ISBN 978-0-465-04237-1.
  82. ^ Strathearn L, Fonagy P, Amico J, Montague PR (December 2009). "Adult attachment predicts maternal brain and oxytocin response to infant cues". Neuropsychopharmacology. 34 (13): 2655–66. doi:10.1038/npp.2009.103. PMC 3041266. PMID 19710635.
  83. ^ Andrea Crittenden, Patricia McKinsey Landini (2011). Assessing adult attachment : a dynamic-maturational approach to discourse analysis. W.W Norton & Co. ISBN 978-0-393-70667-3. OCLC 768809528.{{cite book}}: CS1 maint: multiple names: authors list (link)
  84. ^ Landa S, Duschinsky R (2013). "Crittenden's dynamic–maturational model of attachment and adaptation". Review of General Psychology. 17 (3): 326–338. doi:10.1037/a0032102. S2CID 17508615.
  85. ^ Crittenden PM, Newman L (July 2010). "Comparing models of borderline personality disorder: Mothers' experience, self-protective strategies, and dispositional representations". Clinical Child Psychology and Psychiatry. 15 (3): 433–51. doi:10.1177/1359104510368209. PMID 20603429. S2CID 206707532.
  86. ^ Crittenden PM (1992). "Children's strategies for coping with adverse home environments: an interpretation using attachment theory". Child Abuse & Neglect. 16 (3): 329–43. doi:10.1016/0145-2134(92)90043-q. PMID 1617468.
  87. ^ Benoit D (October 2004). "Infant-parent attachment: Definition, types, antecedents, measurement and outcome". Paediatrics & Child Health. 9 (8): 541–545. doi:10.1093/pch/9.8.541. PMC 2724160. PMID 19680481.
  88. ^ Lyons-Ruth K, Bureau JF, Easterbrooks MA, Obsuth I, Hennighausen K, Vulliez-Coady L (2013). "Parsing the construct of maternal insensitivity: distinct longitudinal pathways associated with early maternal withdrawal". Attachment & Human Development. 15 (5–6): 562–82. doi:10.1080/14616734.2013.841051. PMC 3861901. PMID 24299135.
  89. ^ a b Pearce JW, Pezzot-Pearce TD (2007). Psychotherapy of abused and neglected children (2nd ed.). New York and London: Guilford press. pp. 17–20. ISBN 978-1-59385-213-9.
  90. ^ Karen 1998, pp. 248–66.
  91. ^ a b Berlin LJ, Cassidy J, Appleyard K (2008). "The Influence of Early Attachments on Other Relationships". In Cassidy J, Shaver PR (eds.). Handbook of Attachment: Theory, Research and Clinical Applications. New York and London: Guilford Press. pp. 333–47. ISBN 978-1-59385-874-2.
  92. ^ Haltigan JD, Ekas NV, Seifer R, Messinger DS (July 2011). "Attachment security in infants at-risk for autism spectrum disorders". Journal of Autism and Developmental Disorders. 41 (7): 962–7. doi:10.1007/s10803-010-1107-7. PMC 4486071. PMID 20859669.
  93. ^ Fraley RC, Spieker SJ (May 2003). "Are infant attachment patterns continuously or categorically distributed? A taxometric analysis of strange situation behavior". Developmental Psychology. 39 (3): 387–404. doi:10.1037/0012-1649.39.3.387. PMID 12760508.
  94. ^ Waters E, Beauchaine TP (May 2003). "Are there really patterns of attachment? Comment on Fraley and Spieker (2003)". Developmental Psychology. 39 (3): 417–22, discussion 423–9. CiteSeerX 10.1.1.128.1029. doi:10.1037/0012-1649.39.3.417. PMID 12760512.
  95. ^ Hayslett-Mccall KL, Bernard TJ (February 2002). "Attachment, masculinity, and self-control". Theoretical Criminology. 6 (1): 5–33. doi:10.1177/136248060200600101. ISSN 1362-4806. S2CID 143624197.
  96. ^ Del Giudice M (February 2009). "Sex, attachment, and the development of reproductive strategies". The Behavioral and Brain Sciences. 32 (1): 1–21, discussion 21–67. doi:10.1017/S0140525X09000016. PMID 19210806. S2CID 5396375.
  97. ^ Main M, Kaplan N, Cassidy J (1985). "Security in Infancy, Childhood, and Adulthood: A Move to the Level of Representation". Monographs of the Society for Research in Child Development. 50 (1/2): 66–104. doi:10.2307/3333827. JSTOR 3333827.
  98. ^ a b c Waters E, Kondo-Ikemura K, Posada G, Richters J (1991). Gunnar M, Sroufe T (eds.). "Learning to love: Mechanisms and milestones". Minnesota Symposia on Child Psychology. 23 (Self–Processes and Development). Hillsdale, NJ: Erlbaum.
  99. ^ Marvin RS, Britner PA (2008). "Normative Development: The Ontogeny of Attachment". In Cassidy J, Shaver PR (eds.). Handbook of Attachment: Theory, Research and Clinical Applications. New York and London: Guilford Press. pp. 269–94. ISBN 978-1-59385-874-2.
  100. ^ Kerns KA, Richardson RA (2005). Attachment in Middle Childhood. Guilford Press.
  101. ^ McElhaney KB, Allen JP, Stephenson JC, Hare AL (30 October 2009). "Attachment and Autonomy During Adolescence". In Lerner RM, Steinberg L (eds.). Part II: Domains of Individual Development in Adolescence. Handbook of Adolescent Psychology. Wiley-Blackwell. doi:10.1002/9780470479193.adlpsy001012. ISBN 978-0-470-47919-3.
  102. ^ Keppens G, Spruyt B (November 2019). "The School as a Socialization Context: Understanding the Influence of School Bonding and an Authoritative School Climate on Class Skipping". Youth & Society. 51 (8): 1145–1166. doi:10.1177/0044118X17722305. ISSN 0044-118X. S2CID 149330059.
  103. ^ a b Freeman H, Brown BB (2001). "Primary Attachment to Parents and Peers during Adolescence: Differences by Attachment Style". Journal of Youth and Adolescence. 30 (6): 653–674. doi:10.1023/A:1012200511045. ISSN 0047-2891. S2CID 35110543.
  104. ^ Hazan C, Shaver P (1987). "Romantic love conceptualized as an attachment process". Journal of Personality and Social Psychology. 52 (3): 511–524. doi:10.1037/0022-3514.52.3.511. PMID 3572722. S2CID 2280613 – via APA PsycNet.
  105. ^ Hazan C, Shaver PR (1990). "Love and work: An attachment-theoretical perspective". Journal of Personality and Social Psychology. 59 (2): 270–280. doi:10.1037/0022-3514.59.2.270. ISSN 0022-3514.
  106. ^ a b Ahmad S, Mohammad H, Shafique Z (2018). "The impact of attachment styles on helping behavior in adults". Journal of Social Sciences and Humanity Studies. 4 (1): 24–29.
  107. ^ a b Levine A, Heller R (2011). Attached: The new science of adult attachment and how it can help you find and keep love. New York, NY: Penguin Group.
  108. ^ Sperling MB, Berman WH (1994). Attachment in Adults: Clinical and Developmental Perspectives. Guilford Press.
  109. ^ "Preoccupied Attachment Style: How It Develops & How To Cope". 3 November 2022. Retrieved 27 August 2023.
  110. ^ Simpson JA, Overall NC (February 2014). "Partner Buffering of Attachment Insecurity". Current Directions in Psychological Science. 23 (1): 54–59. doi:10.1177/0963721413510933. ISSN 0963-7214. PMC 4157676. PMID 25214722.
  111. ^ Pettigrew TF (4 January 2016). "In Pursuit of Three Theories: Authoritarianism, Relative Deprivation, and Intergroup Contact". Annual Review of Psychology. 67 (1): 1–21. doi:10.1146/annurev-psych-122414-033327. ISSN 0066-4308. PMID 26361053. S2CID 207668034.
  112. ^ Aluisy A (2016). Reinvent your relationship. A Therapist's Insights to having the Relationship You've Always Wanted. [United States]: Morgan James Publishing. ISBN 978-1-63047-896-4. OCLC 974240408.
  113. ^ Zahra FT (6 October 2022). "Attachment Security and Attachment Styles in Romantic Relationships". South Asian Journal of Social Sciences and Humanities. 3 (5): 42–53. doi:10.48165/sajssh.2022.3504. ISSN 2582-7065. S2CID 252863935.
  114. ^ a b Carvallo M, Gabriel S (2006). "No Man Is an Island: The Need to Belong and Dismissing Avoidant Attachment Style". PsycEXTRA Dataset. 32 (5): 697–709. doi:10.1037/e511092014-160. PMID 16702161.
  115. ^ Lopez FG (2009). Oxford handbook of positive psychology. Oxford University Press. pp. (pp. 405–415). ISBN 978-0-19-986216-0. Retrieved 29 March 2023.
  116. ^ Hazen, C. & Shaver, P. (1987). "Romantic love conceptualized as an attachment process". Journal of Personality and Social Psychology. 52 (3): 511–524. doi:10.1037/0022-3514.52.3.511. PMID 3572722. S2CID 2280613.{{cite journal}}: CS1 maint: multiple names: authors list (link)
  117. ^ Collins, N. L., & Read, S. J. (1990). "Adult attachment, working models, and relationship quality in dating couples". Journal of Personality and Social Psychology. 58 (4): 644–663. doi:10.1037/0022-3514.58.4.644. PMID 14570079. S2CID 3143987.{{cite journal}}: CS1 maint: multiple names: authors list (link)
  118. ^ Brown, D. P., & Elliott, D. S. (2016). Attachment disturbances in adults: Treatment for comprehensive repair (1 ed.). W W Norton & Co. p. 111.{{cite book}}: CS1 maint: multiple names: authors list (link)
  119. ^ Dan O (2020). "The relationship between individuals with fearful-avoidant adult attachment orientation and early neural responses to emotional content: An event-related potentials (ERPs) study". Neuropsychology. 34 (2): 155–167. doi:10.1037/neu0000600. PMID 31682140. S2CID 207891295 – via APA PsychArticles.
  120. ^ Hazan C, Shaver PR (1990). "Love and work: An attachment theoretical perspective". Journal of Personality and Social Psychology. 59 (2): 270–80. doi:10.1037/0022-3514.59.2.270. S2CID 53487697.
  121. ^ Hazan C, Shaver PR (1994). "Attachment as an organizational framework for research on close relationships". Psychological Inquiry. 5: 1–22. doi:10.1207/s15327965pli0501_1.
  122. ^ Bartholomew K, Horowitz LM (August 1991). "Attachment styles among young adults: a test of a four-category model". Journal of Personality and Social Psychology. 61 (2): 226–44. doi:10.1037/0022-3514.61.2.226. PMID 1920064. S2CID 3547883.
  123. ^ "What is a fearful avoidant attachment?". www.medicalnewstoday.com. 28 October 2022. Retrieved 27 August 2023.
  124. ^ Fraley RC, Shaver PR (2000). "Adult romantic attachment: Theoretical developments, emerging controversies, and unanswered questions". Review of General Psychology. 4 (2): 132–54. CiteSeerX 10.1.1.471.8896. doi:10.1037/1089-2680.4.2.132. S2CID 15620444.
  125. ^ a b Pietromonaco PR, Barrett LF (2000). "The internal working models concept: What do we really know about the self in relation to others?". Review of General Psychology. 4 (2): 155–75. doi:10.1037/1089-2680.4.2.155. S2CID 17413696.
  126. ^ Rholes WS, Simpson JA (2004). "Attachment theory: Basic concepts and contemporary questions". In Rholes WS, Simpson JA (eds.). Adult Attachment: Theory, Research, and Clinical Implications. New York: Guilford Press. pp. 3–14. ISBN 978-1-59385-047-0.
  127. ^ Crowell JA, Fraley RC, Shaver PR (2008). "Measurement of Individual Differences in Adolescent and Adult Attachment". In Cassidy J, Shaver PR (eds.). Handbook of Attachment: Theory, Research and Clinical Applications. New York and London: Guilford Press. pp. 599–634. ISBN 978-1-59385-874-2.
  128. ^ Walker S, Double KS, Kunst H, Zhang M, MacCann C (2022). "Emotional intelligence and attachment in adulthood: A meta-analysis". Personality and Individual Differences. 184: 111174. doi:10.1016/j.paid.2021.111174. ISSN 0191-8869.
  129. ^ Stevenson JC, Emerson LM, Millings A (December 2017). "The Relationship Between Adult Attachment Orientation and Mindfulness: a Systematic Review and Meta-analysis". Mindfulness. 8 (6): 1438–1455. doi:10.1007/s12671-017-0733-y. ISSN 1868-8527. PMC 5693974. PMID 29201245.
  130. ^ "Review of evidence on effects of deprivation. II: Retrospective and follow-up studies". Bulletin of the World Health Organization. 3 (3): 380–95. 1951. PMC 2554009. PMID 20603943. With monotonous regularity each put his finger on the child's inability to make relationships as being the central feature from which all other disturbances sprang, and on the history of institutionalization or, as in the case quoted, of the child's being shifted about from one foster-mother to another as being its cause.
  131. ^ Bowlby J (1944). "Forty-four juvenile thieves: Their characters and home life". International Journal of Psychoanalysis. 25 (19–52): 107–27.
  132. ^ a b Rutter M (2008). "Implications of Attachment Theory and Research for Child Care Policies". In Cassidy J, Shaver PR (eds.). Handbook of Attachment: Theory, Research and Clinical Applications. New York and London: Guilford Press. pp. 958–74. ISBN 978-1-59385-874-2.
  133. ^ Spitz RA (1945). "Hospitalism; an inquiry into the genesis of psychiatric conditions in early childhood". The Psychoanalytic Study of the Child. 1: 53–74. doi:10.1080/00797308.1945.11823126. PMID 21004303.
  134. ^ Spitz RA (1951). "The psychogenic diseases in infancy". The Psychoanalytic Study of the Child. 6: 255–75. doi:10.1080/00797308.1952.11822915.
  135. ^ Schwartz J (1999). Cassandra's Daughter: A History of Psychoanalysis. New York: Viking/Allen Lane. p. 225. ISBN 978-0-670-88623-4.
  136. ^ a b "Preface". Deprivation of Maternal Care: A Reassessment of its Effects. Public Health Papers. Geneva: World Health Organization. 1962.
  137. ^ Bowlby J (1988). A Secure Base: Clinical Applications of Attachment Theory. London: Routledge. p. 24. ISBN 978-0-415-00640-8.
  138. ^ Reilly N, Brake E, Briggs N, Austin MP (1 November 2019). "Trajectories of clinical and parenting outcomes following admission to an inpatient mother-baby unit". BMC Psychiatry. 19 (1): 336. doi:10.1186/s12888-019-2331-0. ISSN 1471-244X. PMC 6825337. PMID 31675945.
  139. ^ Bowlby J (December 1986). "Citation Classic, Maternal Care and Mental Health" (PDF). Current Contents. Retrieved 13 July 2008.
  140. ^ Bretherton I (1992). "The origins of attachment theory: John Bowlby and Mary Ainsworth" (PDF). Developmental Psychology. 28 (5): 759–775. doi:10.1037/0012-1649.28.5.759.
  141. ^ Holmes 1993, p. 62.
  142. ^ Bowlby J (December 2007). "John Bowlby and ethology: an annotated interview with Robert Hinde". Attachment & Human Development. 9 (4): 321–35. doi:10.1080/14616730601149809. PMID 17852051. S2CID 146211690.
  143. ^ Bowlby J (1953). "Critical Phases in the Development of Social Responses in Man and Other Animals". New Biology. 14: 25–32.
  144. ^ Bowlby 1982, pp. 220–23.
  145. ^ Crnic LS, Reite ML, Shucard DW (1982). "Animal models of human behavior: Their application to the study of attachment". In Emde RN, Harmon RJ (eds.). The development of attachment and affiliative systems. New York: Plenum. pp. 31–42. ISBN 978-0-306-40849-6.
  146. ^ Brannigan CR, Humphries DA (1972). "Human non-verbal behaviour: A means of communication". In Blurton-Jones N (ed.). Ethological studies of child behaviour. Cambridge University Press. pp. 37–64. ISBN 978-0-521-09855-7. ... it must be emphasized that data derived from species other than man can be used only to suggest hypotheses that may be worth applying to man for testing by critical observations. In the absence of critical evidence derived from observing man such hypotheses are no more than intelligent guesses. There is a danger in human ethology ... that interesting, but untested, hypotheses may gain the status of accepted theory. [One author] has coined the term 'ethologism' as a label for the present vogue [in 1970] ... for uncritically invoking the findings from ethological studies of other species as necessary and sufficient explanations ... Theory based on superficial analogies between species has always impeded biological understanding ... We conclude that a valid ethology of man must be based primarily on data derived from man, and not on data obtained from fish, birds, or other primates
  147. ^ Schur M (1960). "Discussion of Dr. John Bowlby's paper". The Psychoanalytic Study of the Child. 15: 63–84. doi:10.1080/00797308.1960.11822568. PMID 13749000. Bowlby ... assumes the fully innate, unlearned character of most complex behavior patterns ... (whereas recent animal studies showed) ... both the early impact of learning and the great intricacy of the interaction between mother and litter" ... (and applies) ... "to human behavior an instinct concept which neglects the factor of development and learning far beyond even the position taken by Lorenz [the ethological theorist] in his early propositions
  148. ^ Schaffer HR, Emerson PE (1964). "The development of social attachment in infancy". Monographs of the Society for Research in Child Development, Serial No. 94. 29 (3).
  149. ^ Anderson JW (1972). "Attachment behaviour out of doors". In Blurton-Jones N (ed.). Ethological studies of child behaviour. Cambridge: Cambridge University Press. pp. 199–216. ISBN 978-0-521-09855-7.
  150. ^ Jones NB, Leach GM (1972). "Behaviour of children and their mothers at separation and greeting". In Blurton-Jones N (ed.). Ethological studies of child behaviour. Cambridge: Cambridge University Press. pp. 217–48. ISBN 978-0-521-09855-7.
  151. ^ Hinde R (1982). Ethology. Oxford: Oxford University Press. p. 229. ISBN 978-0-00-686034-1.
  152. ^ Freud A, Burlingham DT (1943). War and children. Medical War Books. ISBN 978-0-8371-6942-2.
  153. ^ Holmes 1993, pp. 62–63.
  154. ^ Holmes 1993, pp. 64–65.
  155. ^ Steele H, Steele M (1998). "Attachment and psychoanalysis: Time for a reunion". Social Development. 7 (1): 92–119. doi:10.1111/1467-9507.00053.
  156. ^ Cassidy J (1998). "Commentary on Steele and Steele: Attachment and object relations theories and the concept of independent behavioral systems". Social Development. 7 (1): 120–26. doi:10.1111/1467-9507.00054.
  157. ^ Steele H, Steele M (1998). "Debate: Attachment and psychoanalysis: Time for a reunion". Social Development. 7 (1): 92–119. doi:10.1111/1467-9507.00053.
  158. ^ a b c d e Cassidy J, Jones JD, Shaver PR (November 2013). "Contributions of attachment theory and research: a framework for future research, translation, and policy". Development and Psychopathology. 25 (4 Pt 2): 1415–34. doi:10.1017/s0954579413000692. PMC 4085672. PMID 24342848.
  159. ^ Johnson-Laird PN (1983). Mental models. Cambridge, MA: Harvard University Press. pp. 179–87. ISBN 978-0-674-56881-5.
  160. ^ Main M, Kaplan N, Cassidy J (1985). "Security in Infancy, Childhood, and Adulthood: A Move to the Level of Representation". Monographs of the Society for Research in Child Development. 50 (1/2): 66–104. doi:10.2307/3333827. JSTOR 3333827.
  161. ^ Ravitz P, Maunder R, Hunter J, Sthankiya B, Lancee W (1 October 2010). "Adult attachment measures: A 25-year review". Journal of Psychosomatic Research. 69 (4): 419–432. doi:10.1016/j.jpsychores.2009.08.006. ISSN 0022-3999. PMID 20846544.
  162. ^ Lieberman AF (1997). "Toddlers' internalization of maternal attributions as a factor in quality of attachment". In Atkinson L, Zucker KJ (eds.). Attachment and psychopathology. New York, NY, US: Guilford Press. pp. 277–292. ISBN 978-1-57230-191-7.
  163. ^ Zeanah CH, Keener MA, Anders TF (August 1986). "Adolescent mothers' prenatal fantasies and working models of their infants". Psychiatry. 49 (3): 193–203. doi:10.1080/00332747.1986.11024321. PMID 3749375.
  164. ^ Schechter DS, Moser DA, Reliford A, McCaw JE, Coates SW, Turner JB, et al. (February 2015). "Negative and distorted attributions towards child, self, and primary attachment figure among posttraumatically stressed mothers: what changes with Clinician Assisted Videofeedback Exposure Sessions (CAVES)". Child Psychiatry and Human Development. 46 (1): 10–20. doi:10.1007/s10578-014-0447-5. PMC 4139484. PMID 24553738.
  165. ^ Robbins P, Zacks JM (2007). "Attachment theory and cognitive science: commentary on Fonagy and Target". Journal of the American Psychoanalytic Association. 55 (2): 457–67, discussion 493–501. doi:10.1177/00030651070550021401. PMID 17601100. S2CID 17846200.
  166. ^ Fraiberg S (1969). "Libidinal object constancy and mental representation". The Psychoanalytic Study of the Child. 24: 9–47. doi:10.1080/00797308.1969.11822685. PMID 5353377.
  167. ^ Waters HS, Waters E (September 2006). "The attachment working models concept: among other things, we build script-like representations of secure base experiences". Attachment & Human Development. 8 (3): 185–97. doi:10.1080/14616730600856016. PMID 16938702. S2CID 11443750.
  168. ^ Gewirtz N (1969). "Potency of a social reinforcer as a function of satiation and recovery". Developmental Psychology. 1: 2–13. doi:10.1037/h0026802.
  169. ^ Volling B (2002). "Parents' emotional availability and infant emotional competence: Predictors of parent-infant attachment and emerging self-regulation". Journal of Family Psychology. 164 (4): 447–465. doi:10.1037/0893-3200.16.4.447. PMID 12561291 – via APA PsycArticles.
  170. ^ Karen pp. 166–73.
  171. ^ Kassow DZ, Dunst CJ (2004). "Relationship between parental contingent-responsiveness and attachment outcomes". Bridges. 2 (4): 1–17.
  172. ^ Dunst CJ, Kassow DZ (2008). "Caregiver Sensitivity, Contingent Social Responsiveness, and Secure Infant Attachment". Journal of Early and Intensive Behavior Intervention. 5 (1): 40–56. doi:10.1037/h0100409. ISSN 1554-4893.
  173. ^ Sroufe LA, Waters E (1977). "Attachment as an organizational construct". Child Development. 48 (4): 1184–99. doi:10.2307/1128475. JSTOR 1128475.
  174. ^ Waters E, Cummings EM (2000). "A secure base from which to explore close relationships". Child Development. 71 (1): 164–72. CiteSeerX 10.1.1.505.6759. doi:10.1111/1467-8624.00130. PMID 10836570. S2CID 15158143.
  175. ^ Tronick EZ, Morelli GA, Ivey PK (1992). "The Efe forager infant and toddler's pattern of social relationships: Multiple and simultaneous". Developmental Psychology. 28 (4): 568–77. doi:10.1037/0012-1649.28.4.568. S2CID 1756552.
  176. ^ a b c van IJzendoorn MH, Sagi-Schwartz A (2008). "Cross-Cultural Patterns of Attachment; Universal and Contextual Dimensions". In Cassidy J, Shaver PR (eds.). Handbook of Attachment: Theory, Research and Clinical Applications. New York and London: Guilford Press. pp. 880–905. ISBN 978-1-59385-874-2.
  177. ^ Rutter M (1974). The Qualities of Mothering. New York, N.Y. ISBN 978-0-87668-189-3.{{cite book}}: CS1 maint: location missing publisher (link)
  178. ^ Behrens KY, Hesse E, Main M (November 2007). "Mothers' attachment status as determined by the Adult Attachment Interview predicts their 6-year-olds' reunion responses: a study conducted in Japan". Developmental Psychology. 43 (6): 1553–1567. doi:10.1037/0012-1649.43.6.1553. PMID 18020832.
  179. ^ Main M, Cassidy J (1988). "Categories of response to reunion with the parent at age 6: Predictable from infant attachment classifications and stable over a 1-month period". Developmental Psychology. 24 (3): 415–26. doi:10.1037/0012-1649.24.3.415.
  180. ^ Harris JR (1998). The Nurture Assumption: Why Children Turn Out the Way They Do. New York: Free Press. pp. 1–4. ISBN 978-0-684-84409-1.
  181. ^ Pinker S (2002). The Blank Slate: The Modern Denial of Human Nature. London: Allen Lane. pp. 372–99. ISBN 978-0-14-027605-3.
  182. ^ Kagan J (1994). Three Seductive Ideas. Cambridge, MA: Harvard University Press. pp. 83–150. ISBN 978-0-674-89033-6.
  183. ^ a b c Vaughn BE, Bost KK, van IJzendoorn MH (2008). "Attachment and Temperament". In Cassidy J, Shaver PR (eds.). Handbook of Attachment: Theory, Research and Clinical Applications. New York and London: Guilford Press. pp. 192–216. ISBN 978-1-59385-874-2.
  184. ^ Schaffer HR (2004). Introducing Child Psychology. Oxford: Blackwell. p. 113. ISBN 978-0-631-21627-8.
  185. ^ Fonagy P, Gergely G, Jurist EL, Target M (2002). Affect regulation, mentalization, and the development of the self. New York: Other Press. ISBN 978-1-59051-161-9.
  186. ^ Mercer 2006, pp. 165–68.
  187. ^ Fonagy P, Gergely G, Target M (2008). "Psychoanalytic Constructs and Attachment Theory and Research". In Cassidy J, Shaver PR (eds.). Handbook of Attachment, Second Edition: Theory, Research, and Clinical Applications. Handbook of Attachment: Theory, research and Clinical Applications. New York and London: Guilford Press. pp. 783–810. ISBN 978-1-59385-874-2.
  188. ^ Belsky J, Rovine MJ (February 1988). "Nonmaternal care in the first year of life and the security of infant-parent attachment". Child Development. 59 (1): 157–67. doi:10.2307/1130397. JSTOR 1130397. PMID 3342709.
  189. ^ Mercer 2006, pp. 160–63.
  190. ^ Rutter M (January–February 2002). "Nature, nurture, and development: from evangelism through science toward policy and practice". Child Development. 73 (1): 1–21. doi:10.1111/1467-8624.00388. PMID 14717240. S2CID 10334844.
  191. ^ Miyake K, Chen SJ (1985). "Infant temperament, mother's mode of interaction, and attachment in Japan: An interim report". In Bretherton I, Waters E (eds.). Growing Points of Attachment Theory and Research: Monographs of the Society for Research in Child Development. Vol. 50 1–2, Serial No. 209. pp. 276–97. ISBN 978-0-226-07411-5.
  192. ^ Mercer 2006, pp. 152–56.
  193. ^ Raby KL, Dozier M (February 2019). "Attachment across the lifespan: insights from adoptive families". Current Opinion in Psychology. 25: 81–85. doi:10.1016/j.copsyc.2018.03.011. PMC 6158124. PMID 29621692.
  194. ^ McHale JP (July 2007). "When infants grow up in multiperson relationship systems". Infant Mental Health Journal. 28 (4): 370–392. doi:10.1002/imhj.20142. PMC 3079566. PMID 21512615.
  195. ^ Zhang X, Chen H (2010). "Reciprocal influences between parents' perceptions of mother-child and father-child relationships: a short-term longitudinal study in Chinese preschoolers". The Journal of Genetic Psychology. 171 (1): 22–34. doi:10.1080/00221320903300387. PMID 20333893. S2CID 35227740.
  196. ^ Milanov M, Rubin M, Paolini S (2013). "Adult attachment styles as predictors of different types of ingroup identification". Bulgarian Journal of Psychology. 1 (4): 175–186.
  197. ^ Stein A (2017). Terror, love and brainwashing : attachment in cults and totalitarian systems. Routledge. ISBN 978-1-138-67797-5.
  198. ^ Bugental DB (March 2000). "Acquisition of the algorithms of social life: a domain-based approach". Psychological Bulletin. 126 (2): 187–219. doi:10.1037/0033-2909.126.2.187. PMID 10748640. S2CID 8499316.
  199. ^ Bugental DB, Ellerson PC, Lin EK, Rainey B, Kokotovic A, O'Hara N (September 2002). "A cognitive approach to child abuse prevention". Journal of Family Psychology. 16 (3): 243–58. doi:10.1037/0893-3200.16.3.243. PMID 12238408. S2CID 32696082.
  200. ^ Ma K (2006). "Attachment theory in adult psychiatry. Part 1: Conceptualizations, measurement and clinical research findings". Advances in Psychiatric Treatment. 12 (6): 440–449. doi:10.1192/apt.12.6.440. Retrieved 21 April 2010.
  201. ^ a b Fox NA, Hane AA (2008). "Studying the Biology of Human Attachment". In Cassidy J, Shaver PR (eds.). Handbook of Attachment: Theory, Research and Clinical Applications. New York and London: Guilford Press. pp. 811–29. ISBN 978-1-59385-874-2.
  202. ^ Landers MS, Sullivan RM (2012). "The development and neurobiology of infant attachment and fear". Developmental Neuroscience. 34 (2–3): 101–14. doi:10.1159/000336732. PMC 3593124. PMID 22571921.
  203. ^ Marshall PJ, Fox NA (2005). "Relationship between behavioral reactivity at 4 months and attachment classification at 14 months in a selected sample". Infant Behavior and Development. 28 (4): 492–502. doi:10.1016/j.infbeh.2005.06.002.
  204. ^ Prior & Glaser 2006, p. 219.
  205. ^ Adam EK, Klimes-Dougan B, Gunnar MR (2007). "Social regulation of the adrenocortical response to stress in infants, children, and adolescents.". In Coch D, Dawson G, Fischer KW (eds.). Human behavior and the developing brain: Atypical development. New York, NY: Guilford Press. pp. 264–304.
  206. ^ Chung HY, Cesari M, Anton S, Marzetti E, Giovannini S, Seo AY, et al. (January 2009). "Molecular inflammation: underpinnings of aging and age-related diseases". Ageing Research Reviews. 8 (1): 18–30. doi:10.1016/j.arr.2008.07.002. PMC 3782993. PMID 18692159.
  207. ^ Coan JA (2008). "Toward a neuroscience of attachment.". In Cassidy J, Shaver PR (eds.). Handbook of attachment: Theory, research, and clinical applications (2nd ed.). New York, NY: Guilford Press. pp. 241–265.
  208. ^ Bartels A, Zeki S (March 2004). "The neural correlates of maternal and romantic love". NeuroImage. 21 (3): 1155–66. doi:10.1016/j.neuroimage.2003.11.003. PMID 15006682. S2CID 15237043.
  209. ^ Gillath O, Shaver PR, Baek JM, Chun DS (October 2008). "Genetic correlates of adult attachment style". Personality & Social Psychology Bulletin. 34 (10): 1396–405. doi:10.1177/0146167208321484. PMID 18687882. S2CID 39668634.
  210. ^ Gouin JP, Glaser R, Loving TJ, Malarkey WB, Stowell J, Houts C, et al. (October 2009). "Attachment avoidance predicts inflammatory responses to marital conflict". Brain, Behavior, and Immunity. 23 (7): 898–904. doi:10.1016/j.bbi.2008.09.016. PMC 2771542. PMID 18952163.
  211. ^ Jaremka L, Glaser R, Loving T, Malarkey W, Stowell J, Kiecolt-Glaser J. Attachment anxiety is linked to alterations in cortisol production and cellular immunity. Psychological Science. Advance online publication 2013
  212. ^ Chen E, Miller GE, Kobor MS, Cole SW (July 2011). "Maternal warmth buffers the effects of low early-life socioeconomic status on pro-inflammatory signaling in adulthood". Molecular Psychiatry. 16 (7): 729–37. doi:10.1038/mp.2010.53. PMC 2925055. PMID 20479762.
  213. ^ Belsky J, Pasco Fearon RM (2008). "Precursors of Attachment Security". In Cassidy J, Shaver PR (eds.). Handbook of Attachment: Theory, Research and Clinical Applications. New York and London: Guilford Press. pp. 295–316. ISBN 978-1-59385-874-2.
  214. ^ Ranu J, Kalebic N, Melendez-Torres GJ, Taylor PJ (17 September 2022). "Association Between Adverse Childhood Experiences and a Combination of Psychosis and Violence Among Adults: A Systematic Review and Meta-Analysis". Trauma, Violence, & Abuse. 24 (5): 2997–3013. doi:10.1177/15248380221122818. ISSN 1524-8380. PMID 36117458. S2CID 252363546.
  215. ^ Hollin CR (2013). Psychology and Crime: An Introduction to Criminological Psychology. USA & Canada: Routledge. p. 62.
  216. ^ Aichhorn A (1935). Wayward Youth. the University of Michigan: The Viking Press.
  217. ^ Bowlby J (1 January 1944). "Forty-four Juvenile Thieves: their Characters and Home-Life". International Journal of Psycho-Analysis. 25.
  218. ^ Moffitt TE, Caspi A (2001). "Childhood predictors differentiate life-course persistent and adolescence-limited antisocial pathways among males and females". Development and Psychopathology. 13 (2): 355–75. doi:10.1017/S0954579401002097. PMID 11393651. S2CID 29182035.
  219. ^ Sampson RJ, Laub JH (2005). "A Life-Course View of the Development of Crime". Annals of the American Academy of Political and Social Science. 602: 12–45. doi:10.1177/0002716205280075. S2CID 45146032.
  220. ^ a b Gilchrist E, Johnson R, Takriti R, Weston S, Anthony Beech A, Kebbell M (2003). "Domestic Violence offenders: characteristics and offending related needs" (PDF). Research, Development and Statistics Directorate. United Kingdom Home Office. Archived from the original (PDF) on 18 February 2011. Retrieved 29 March 2019.
  221. ^ a b Kesner JE, Julian T, McKenry PC (1 June 1997). "Application of Attachment Theory to Male Violence Toward Female Intimates". Journal of Family Violence. 12 (2): 211–228. doi:10.1023/A:1022840812546. ISSN 1573-2851. S2CID 26203922.
  222. ^ Dollard J, Miller NE, Doob LW, Mowrer OH, Sears RR (1939). Frustration and aggression. New Haven: Yale University Press. doi:10.1037/10022-000.
  223. ^ Smallbone S, Dadds M (October 1998). "Childhood Attachment and Adult Attachment in Incarcerated Adult Male Sex Offenders". Journal of Interpersonal Violence. 13 5.
  224. ^ Brown J, Miller S, Northey S, O'Neill D (2014). "Attachments: The Multiple Sorting Task Procedure". What Works in Therapeutic Prisons. London: Palgrave Macmillan. doi:10.1057/9781137306210. ISBN 978-1-137-30620-3.
  225. ^ Ward T, Beech A (2006). "An integrated theory of sexual offending". Aggression and Violent Behavior. 11: 44–63. doi:10.1016/j.avb.2005.05.002.
  226. ^ Ansbro DM (September 2022). "Using attachment theory in probation practice" (PDF). justiceinspectorates.gov.uk. Retrieved 17 April 2024.
  227. ^ a b c d Rutter M (2008). "Implications of Attachment Theory and Research for Child Care Policies". In Cassidy J, Shaver PR (eds.). Handbook of Attachment: Theory, Research and Clinical Applications. New York and London: Guilford Press. pp. 958–74. ISBN 978-1-60623-028-2.
  228. ^ Chen J, Jordan LP (17 July 2019). "Psychological Well-Being of Coresiding Elderly Parents and Adult Children in China: Do Father–Child and Mother–Child Relationships Make a Difference?". Journal of Family Issues. 40 (18): 2728–2750. doi:10.1177/0192513x19862845. ISSN 0192-513X. S2CID 199177299.
  229. ^ Yaakobi E, Williams KD (May 2016). "Recalling an Attachment Event Moderates Distress after Ostracism". European Journal of Personality. 30 (3): 258–273. doi:10.1002/per.2050. ISSN 0890-2070. S2CID 147614160.
  230. ^ NICHD Early Child Care Research Network (1997). "The effects of infant child care on infant-mother attachment security: Results of the NICHD study of early child care". Child Development. 68 (5): 860–879. doi:10.2307/1132038. JSTOR 1132038.
  231. ^ a b Sweeney GM (2007). "Why childhood attachment matters: Implications for personal happiness, families and public policy.". In Loveless S, Homan T (eds.). The family in the new millennium. Westport, CT: Praeger. pp. 332–346.
  232. ^ a b Karen 1998, pp. 252–58.
  233. ^ Rutter M, O'Connor TG (1999). "Implications of Attachment Theory for Child Care Policies". In Cassidy J, Shaver PR (eds.). Handbook of Attachment: Theory, Research and Clinical Applications. New York: Guilford Press. pp. 823–44. ISBN 978-1-57230-087-3.
  234. ^ Stefaroi P (2012). "Humanistic Paradigm of Social Work or Brief Introduction in Humanistic Social Work". Social Work Review. 10 (1): 161–174. ICID 985513
  235. ^ Stefaroi P (2014). Humane & Spiritual Qualities of the Professional in Humanistic Social Work: Humanistic Social Work – The Third Way in Theory and Practice. Charleston, SC: Createspace.
  236. ^ Goldsmith DF, Oppenheim D, Wanlass J (2004). "Separation and Reunification: Using Attachment Theory and Research to Inform Decisions Affecting the Placements of Children in Foster Care" (PDF). Juvenile and Family Court Journal. Spring (2): 1–14. doi:10.1111/j.1755-6988.2004.tb00156.x. S2CID 144988504. Archived from the original (PDF) on 13 October 2007. Retrieved 19 June 2009.
  237. ^ Crittenden PM, Farnfield S, Landini A, Grey B (2013). "Assessing attachment for family court decision making". Journal of Forensic Practice. 15 (4): 237–248. doi:10.1108/jfp-08-2012-0002. S2CID 46679519.
  238. ^ Cassidy J, Jones JD, Shaver PR (November 2013). "Contributions of attachment theory and research: A framework for future research, translation, and policy". Development and Psychopathology. 25 (4pt2): 1415–1434. doi:10.1017/S0954579413000692. PMC 4085672. PMID 24342848.
  239. ^ Ziv Y (2005). "Attachment-Based Intervention programs: Implications for Attachment Theory and Research". In Berlin LJ, Ziv Y, Amaya-Jackson L, Greenberg MT (eds.). Enhancing Early Attachments: Theory, Research, Intervention and Policy. Duke series in child development and public policy. New York and London: Guilford Press. p. 63. ISBN 978-1-59385-470-6.
  240. ^ a b Berlin LJ, Zeanah CH, Lieberman AF (2008). "Prevention and Intervention Programs for Supporting Early Attachment Security". In Cassidy J, Shaver PR (eds.). Handbook of Attachment: Theory, Research and Clinical Applications. New York and London: Guilford Press. pp. 745–61. ISBN 978-1-59385-874-2.
  241. ^ Prior & Glaser 2006, pp. 231–32.
  242. ^ Bakermans-Kranenburg MJ, van IJzendoorn MH, Juffer F (March 2003). "Less is more: meta-analyses of sensitivity and attachment interventions in early childhood". Psychological Bulletin. 129 (2): 195–215. doi:10.1037/0033-2909.129.2.195. PMID 12696839. S2CID 7504386.
  243. ^ Hoffman KT, Marvin RS, Cooper G, Powell B (December 2006). "Changing toddlers' and preschoolers' attachment classifications: the Circle of Security intervention". Journal of Consulting and Clinical Psychology. 74 (6): 1017–26. doi:10.1037/0022-006x.74.6.1017. PMID 17154732. S2CID 6672909.
  244. ^ Thompson RA (2000). "The legacy of early attachments". Child Development. 71 (1): 145–52. doi:10.1111/1467-8624.00128. PMID 10836568. S2CID 18055255.
  245. ^ a b Chaffin M, Hanson R, Saunders BE, Nichols T, Barnett D, Zeanah C, et al. (February 2006). "Report of the APSAC task force on attachment therapy, reactive attachment disorder, and attachment problems". Child Maltreatment. 11 (1): 76–89. doi:10.1177/1077559505283699. PMID 16382093. S2CID 11443880.
  246. ^ Prior & Glaser 2006, pp. 223–25.
  247. ^ Schechter DS, Willheim E (July 2009). "Disturbances of attachment and parental psychopathology in early childhood". Child and Adolescent Psychiatric Clinics of North America. 18 (3): 665–86. doi:10.1016/j.chc.2009.03.001. PMC 2690512. PMID 19486844.
  248. ^ a b Slade A (2008). "Attachment Theory and Research: Implications for the theory and practice of individual psychotherapy with adults". In Cassidy J, Shaver PR (eds.). Handbook of Attachment: Theory, Research and Clinical Applications. New York and London: Guilford Press. pp. 762–82. ISBN 978-1-59385-874-2.
  249. ^ Sable P (2000). Attachment & Adult Psychotherapy. Northvale, NJ: Aaronson. ISBN 978-0-7657-0284-5.
  250. ^ Barbaro N. "Rethinking the Transmission Gap: What Behavioral Genetics and Evolutionary Psychology Mean for Attachment Theory" (PDF). Psychological Bulletin.
  251. ^ Vinopal L (9 July 2019). "Attachment Theory Is All Wrong. Here's What the Science Really I say". Fatherly.
  252. ^ Benware J. "Predictors of F ors of Father-Child and Mother-Child A ather-Child and Mother-Child Attachment in T ttachment in TwoParent Families". Utah State University.
  253. ^ Field T (February 1996). "Attachment and separation in young children". Annual Review of Psychology. 47 (1): 541–61. doi:10.1146/annurev.psych.47.1.541. PMID 8624142. S2CID 15251864.
  254. ^ Wylie MS (March 2011). "Do We Still Need Attachment Theory?". Psychotherapy Networker.
  255. ^ Keller H (November 2018). "Universality claim of attachment theory: Children's socioemotional development across cultures". Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America. 115 (45): 11414–11419. Bibcode:2018PNAS..11511414K. doi:10.1073/pnas.1720325115. PMC 6233114. PMID 30397121.

General and cited references

Further reading