La ortografía en alemán original, Flügelhorn, se traduce al inglés como wing horn ("cuerno de ala").
El sonido se produce gracias a la vibración de los labios del intérprete en la parte denominada boquilla.
En el pasado, se fabricaron fliscornos con un número de materiales improbables, incluyendo la madera, la arcilla y la cerámica.
También han sido fabricados enteramente de latón, bronce, plata y níquel.
El fliscorno moderno está fabricado comúnmente de latón y a veces es galvanizado con plata, níquel, oro o cobre.
Normalmente no se usa de manera agresiva o brillante como la trompeta y la corneta (aunque puede darse el caso).
Un notable ejemplo de esto último es la Novena Sinfonía del inglés Ralph Vaughan Williams (1872-1958).
En 1832 el muniqués Michael Saurle (padre) patentó en Baviera un bugle de llaves (Flügelhorn cromático).
Dada su tardía aparición, es un instrumento que no se encuentra en las orquestas sinfónicas.
Los fliscornos se han utilizado ocasionalmente como la voz contralto o soprano baja en un cuerpo de tambores y cornetas moderno.
Otro uso del fliscorno se encuentra en las «“”Fanfareorkesten“”» u orquestas de fanfarria holandesas y belgas.