Los belgas (en latín belgae) son un pueblo antiguo, asentado en Europa occidental poco antes de la era cristiana, particularmente en la Galia septentrional.Entonces la nombró Bélgica y actualmente, podemos conocer este mito en la Metamorfosis de Ovidio, fuente histórica primaria.Así describe Julio César los pueblos que habitaban la Galia en De Bello Gallico:Prosigue precisando en su célebre «elogio» del pueblo belga que los belgas son los más fuertes («Horum omnium fortissimi sunt Belgæ») de estos tres pueblos porque, al ser los más alejados de la cultura y civilización romana, «los mercaderes llegan rara vez a ellos a propósito con esas cosas que afeminan los ánimos».Esta actitud era probablemente la misma en la mayor parte de las tribus belgas del norte.Esto se puede asimilar a los nombres de cargos militares modernos como general, coronel, capitán, que aun teniendo origen francés o latino se emplean en lenguas no romances como el alemán, neerlandés, etc.Cualquiera que fuera la primera tribu en ser atacada por César, las demás acudirían en su ayuda.Se camuflaron en la espesura del bosque y atacaron la columna romana en el río Sabé (lat.Sin embargo, César asió un escudo, marchó a la primera línea de combate y rápidamente organizó sus tropas.César dijo que los nervios quedaron prácticamente aniquilados en la batalla, y es efusivo a la hora de hablar de su valentía, llegando a llamarles «héroes» (véase batalla del río Sambre).Empero, la rendición era una estratagema, y los atuátucos, armados con armas que habían escondido, intentaron fugarse por la noche.[5] Es posible que una rama de los belgas se asentara en Irlanda, representada por los Builg históricos y los Fir Bolg mitológicos.Asimismo se propone la etimología *bel (palabra protoindoeuropea que significa objeto redondo, inflado, véase «balón») en el sentido figurativo de 'círculo, alianza, ejército' y -*ga ('hombre, guerrero' en galo).