Nicolas Flamel

[1]​[2]​[3]​ Personalidad medianamente destacada en su tiempo, logró poseer una fortuna modesta pero importante para su entorno, parte de la cual empleó en donaciones y fundaciones piadosas.

Desde entonces se convirtió en el alquimista francés por excelencia, pese a no haber practicado jamás la llamada «filosofía hermética».

[3]​[4]​[6]​ La biografía de Nicolás Flamel ha podido ser estudiada gracias a una documentación relativamente abundante, caso notable para la época al tratarse de un personaje que no pertenecía a la nobleza.

Además, se conserva su lápida, con la inscripción correspondiente, y una de las casas que hizo construir, aunque no hay pruebas de que viviese en ella, con una interesante inscripción y notables representaciones en su fachada.

Cuando Flamel se estableció en la ciudad, el comercio librario se había desarrollado en ella bajo el auspicio universitario, ya que sus autoridades supervisaban la producción de textos de estudio.

Es posible que con él estuviera Jean Flamel (quizás su hermano menor), secretario y bibliotecario del duque de Berry (conocido por sus Très Riches Heures).

Se asegura que durante esos años elaboró también una piedra, gracias a la cual él y su mujer, Perenelle, obtuvieron la inmortalidad.

Extracto de «La alquimia de Flamel», de Denys Molinier. Siglo XIII .
Casa de Nicolas Flamel, una de las más antiguas de París , Francia .
Epitafio de Nicolas Flamel, conservado en el Museo Cluny de la Edad Media.