Herschel Grynszpan

[3]​ Evidentemente esta educación no le satisfacía, ya que interrumpió sus estudios tras once meses.Trató de emigrar a Palestina, pero le fue denegado el permiso por ser demasiado joven, y debía esperar un año.No tenía posibilidad de entrar en Francia de forma legal, ya que se le exigía demostrar que tenía medios para mantenerse y en Alemania no se permitía a los judíos sacar dinero del país.Así pues, ese camino también estaba cerrado; de todas formas, solo los abuelos, a quienes Grynszpan no conocía, vivían todavía allí.[cita requerida] Entre tanto, la situación de la familia Grynszpan en Hanóver se hacía cada vez más difícil.Desde Zbąszyn, Berta Grynszpan envió una postal a Herschel, en París, contándole lo que había pasado y pidiéndole que los rescatara y consiguiera su emigración a Estados Unidos, algo completamente fuera de las posibilidades de Herschel.Pero Abraham quería esperar el desarrollo de los acontecimientos, ya que, por una parte, era prácticamente imposible enviarle dinero a un judío en Alemania y, por la otra, era ilegal y, por último, no estaba claro dónde se encontraban exactamente los Grzynspan.Grzynspan durmió en un hotel barato y escribió una carta de despedida a sus padres, que se guardó en el bolsillo.Grynszpan no huyó, sino que se dejó detener y justificó, incluso delante del juez instructor francés, su acción de forma consistente.En unas pocas horas, los militantes nazis lanzaron un pogrom masivo contra las comunidades judías en toda Alemania, conocido como la Noche de los cristales rotos, que se desarrolló durante toda la noche e incluso hasta el día siguiente.Inmediatamente después del asesinato, dos abogados judíos parisinos, Szwarc y Vésinne-Larue, fueron contratados por la familia Grynszpan.Moro-Giafferri contrató a un abogado que hablaba yidis, Serge Weill-Goudchaux, como enlace con Grynszpan y su familia.Las declaraciones de Grynszpan a la policía francesa tras su arresto apoyaban esta suposición: «Ser judío no es un crimen.Las autoridades francesas iniciaron un proceso judicial contra Grynszpan; también la parte alemana se preparó para el juicio.Eso solo podía funcionar colaborando con abogados franceses, cuya selección fue encargada a Grimm.Se debía demostrar que una confabulación judía mundial estaba en guerra contra Alemania y había organizado el atentado.La política antisemita alemana debía ser presentada como una defensa al ataque de los judíos.La conspiración también estaría detrás de la prensa democrática liberal francesa, que habría indoctrinado al joven Grynszpan.Así, vom Rath habría prometido a Grynszpan usar sus influencias para conseguir que se regularizasen sus papeles en Francia.Döscher citaba extractos del diario de André Gide, autor gay y bien informado sobre los rumores parisinos sobre gays.Vom Rath, escribió Gide, «tenía una relación extremadamente íntima con el pequeño judío, su asesino».Probablemente las autoridades esperaban que desapareciese, pero se presentó en la prisión de Toulouse y fue encarcelado.Sin embargo, Goebbels se encontró con que era tan difícil juzgar a Grynszpan en Alemania como lo había sido en Francia.Además, por ser menor en el momento del delito, no se le podía condenar a muerte.[19]​ En noviembre, Goebbels habló con Hitler y consiguió la aprobación para un juicio público que pondría contra las cuerdas a la «judería internacional».Se tomaron medidas para que el antiguo ministro de Exteriores francés, Georges Bonnet, testificase que el «judaísmo internacional» había sido responsable de arrastrar a Francia a una guerra con Alemania.En marzo, Goebbels estuvo de nuevo con Hitler y le aseguró que el juicio comenzaría en mayo.Esto pondría en un aprieto tanto a la familia Vom Rath, como al Ministerio de Exteriores.También se supo que el hermano de Vom Rath, Gustav, había estado en prisión por homosexualidad.Sus padres, que lo habían enviado a la «seguridad» en París mientras ellos y sus otros hijos permanecían en Alemania, sobrevivieron la guerra.
Herschel Feibel Grynszpan, tras su detención por la policía francesa.
Tienda judía en la mañana posterior a la Noche de los cristales rotos en Magdeburgo.
Monumento a los judíos de Hanóver deportados. En la parte superior, en un fotomontaje, el nombre de Herschel Grynszpan grabado en el monumento.