Pueden reflejar un sentimiento o una ideología antisemita y servir de propaganda antijudía.[3] Quevedo "siempre sintió gran repulsión y odio a los judíos" como lo demostró en su panfleto Execración de los judíos en el que pedía la "total expulsión y desolación de los judíos" y denunciaba la actitud "projudía" del valido del rey Felipe IV, el Conde-Duque de Olivares, que pretendía "la recuperación económica del país con la ayuda de los ricos mercaderes marranos [portugueses], desplazando a los genoveses".[4] Como ha destacado Joseph Pérez, "la obra se parece mucho a uno de los panfletos antisemitas más famosos del mundo contemporáneo, Los Protocolos de los Sabios de Sion, cuya elaboración definitiva se realizó en París, a finales del siglo XIX, en el ambiente antijudío que se desató con motivo del caso Dreyfus".[7] En realidad Goedsche había plagiado en su libro a otro, publicado tres años antes en Bruselas por Maurice Joly con el título Dialogue aux enfers entre Montesquieu et Machiavel y dirigido contra Napoleón III.[5] El periodista y ensayista británico Douglas Reed escribió una teoría de la conspiración judía en su libro La controversia de Sion[8] donde explica que los judíos instrumentalizaron las dos guerras mundiales y preparan una tercera para desarrollar un gobierno mundial bajo control judío.
Caricatura antisemita y
antimasónica
francesa de 1903, en la que aparece el presidente del gobierno francés
Pierre Waldeck-Rousseau
siendo coronado "Emperador de los Judíos, Príncipe Electo de los caimanes franc-masones" por el gran rabino de Francia
Zadoc Kahn
. Los testigos son los políticos
dreyfusards
, entre los que se encuentra el propio capitán
Alfred Dreyfus
. Al fondo en la tribuna se puede ver al banquero judío
Alphonse Rothschild
, acompañando al presidente de la República
Emile Loubet
.