Sin embargo, bajo circunstancias especiales, los agentes disponían de licencia para llevar a cabo ejecuciones sumarias y torturas.
La eficacia de estos agentes residía en su habilidad para acercarse a los líderes de grupos terroristas y para llevar distintas vidas paralelas con gran discreción y destreza.
Anna Gregoriyeva Serebryakova fue una de las agentes más exitosas y su carrera incluía monitorizar diversos grupos revolucionarios así como mantener un canal de comunicación estable entre distintos líderes anarquistas.
Este documento histórico e historiográfico fue redactado en los primeros años de la Unión Soviética, cuando la organización del Estado estaba dirigida por aquellos que más habían sido objetivos políticos de la Ojrana.
Además existe un interesante libro publicado en España por Espasa Calpe en 1941 sobre este cuerpo de policía.