Reformó completamente la ópera eliminando las arias da capo, suprimiendo los extensos recitativos secos con clavecín y reemplazándolos por recitativos acompañados por la orquesta, prescindiendo de los castrati y otorgando una mayor relevancia a la trama argumental de las obras.
Mantuvo una rivalidad con el compositor italiano Niccolò Piccinni conocida como la Querella de gluckistas y piccinnistas.
Gluck compuso en este momento su único trabajo no teatral, Seis sonatas para trío, publicadas en Londres en el año de 1746.
Obtuvo un gran éxito, por lo que durante los cuatro años siguientes recibió numerosos encargos.
Para Gluck no era el ejercicio musical lo más importante, sino la estructura dramática y los elementos escénicos.