Olvidado con el tiempo, fue redescubierto en el siglo XX debido a la fascinación por su extraordinaria música y sus impactantes hechos personales.El ensañamiento y salvajismo con el que cometió el crimen convulsionó a la sociedad de la época.Si bien su propiedad se convirtió en un centro de creación musical, era solo para el anfitrión.Gracias a sus considerables recursos financieros, pudo contratar cantantes e instrumentistas para su propio placer.Rara vez salía de su castillo, deleitándose nada más que con la música.El segundo falleció en 1600, a los cinco años; una leyenda inverosímil posterior lo convertía en un hijo ilegítimo de María que habría muerto todavía bebé por asfixia al quedar suspendido de su moisés, accidente imputado a Gesualdo, quien sospechaba que no era hijo suyo.Carlo tenía veinte años y María, veinticuatro; de su matrimonio nacería Emanuele.Mientras los amantes seguían frecuentándose, Gesualdo, que había detectado las mentiras de su mujer, permaneció en casa, en espera del momento propicio para una venganza que ya había sido ideada y planificada por el príncipe.