Escrita en el vernáculo dialecto florentino, está considerada una obra maestra de la prosa temprana en italiano.
[1] El título principal del libro ejemplifica el cariño de Boccaccio por la filología griega: Decamerón combina dos palabras griegas, δέκα, déka ("diez") y ἡμέρα, hēméra ("día"), para formar un término que significa "[acontecimiento] de diez días".
En este encuentro la reina primero besa a Lanzarote, y así comienza su affair.
En el Canto V del Infierno, Dante compara a estos dos amantes ficticios con los enamorados de la vida real Francesca de Rímini y Paolo Malatesta, cuya relación él dramatiza.
Todas aprueban la idea, aunque Filomena advierte del peligro de dejar la sociedad sin ningún hombre que las rija.
Y la joven Elisa la apoya: Entran entonces en la iglesia tres jóvenes, "que no lo eran tanto que no fuese de menos de veinticinco años la edad del más joven": Pánfilo, Filostrato y Dioneo.
Al día siguiente, miércoles, abandonan Florencia y se refugian en una campiña idílica a unas dos millas.
Aunque, en realidad, la obra comprende un total de 101 cuentos, pues en la introducción a la cuarta jornada, Boccaccio introduce otra historia.
Los personajes principales se caracterizan normalmente a través de sus diálogos y las acciones que ejecutan, de manera que para cuando la historia termina parecen verdaderos, y sus acciones lógicas dado el contexto.
Se pondría en evidencia así al estilo arquitectónico gótico, una imagen de depuración a medida que avanza la obra.
También esta especie de dualidad es evidente en los personajes citados (Ciappelletto-Griselda), los cuales podrían interpretarse bajo la antítesis Judas-María.
Estos interludios del cuento incluyen con frecuencia las transcripciones de canciones populares italianas en verso.
Cada historia pone en escena personajes tomados de la realidad contemporánea (comerciantes, notarios, banqueros, artesanos, gentes del pueblo, campesinos instalados en la ciudad, etcétera, pero también hay reyes, caballeros y personajes históricos) en medio de registros variados (cómico, patético, trágico, heroico, grotesco y picaresco).
Con ello reflejaba la nueva sociedad burguesa de la época, donde los valores prácticos se imponían por encima del orden antiguo, caballeresco y aristocrático.
Se puede considerar que en estos relatos, considerados como las primeras novelas de la literatura europea, se asiste al surgimiento de una nueva clase social: una burguesía comerciante e ilustrada.
Sin embargo, Boccaccio puede mostrar una visión despectiva; algunos cuentos son verdaderamente críticos con su actitud.
No se sabe con seguridad quiénes fueron los censores, ni su número, pero probablemente fueron tres o cuatro.
Al año siguiente, el texto de la obra reducida fue acompañado por unos comentarios, Le Annotazioni di discorsi sopra alcuni luoghi del Decameron, con consideraciones lingüísticas y filológicas que buscaban justificar los cambios.
El Decamerón de los Deputati se encontró poco después prohibido por la misma Inquisición y solo tuvo una edición.
La estructura del marco narrativo (aunque no los personajes o la trama) procede del Panchatantra, que fue escrito en sánscrito antes del año 500 y que le llegó a Boccaccio a través de una cadena de traducciones que incluye idiomas como el persa antiguo, árabe, hebreo y latín.
También Boccaccio a menudo combina dos o más cuentos sin relación en uno solo (como hace en II, 2 y VII, 7).
Otros personajes ficticios se basan en personas reales, como la señora Fiordaliso del cuento II, 5, que deriva de la señora Flora, que vivió en el barrio de las prostitutas en Nápoles.
A menudo Boccaccio confunde intencionadamente datos históricos (II, 3) y geográficos (V, 2) con propósitos narrativos.
Sin embargo, las características del género evolucionaron considerablemente en el curso de los siglos debido a que numerosos autores se inspiraron en Boccaccio.
Practicaron esencialmente la Ballate monódica relevante del Ars Nova, surgido de la canzone popular.
Hacia finales del siglo XIV, la ballate se hizo polifónica, pero más a menudo a dos voces, con la tradicional canción amorosa a la donna del poeta, o, de una manera más realista, una historia como Io son un pellegrin, toda ella reveladora de lo que se llama poesia per musica.
Esther Lamandier grabó las ballates monódicas extraídas del Decamerón musicadas, acompañada de órgano portátil, arpa, laúd y viola.
Compuesta para soprano, tenor y piano, con libreto de Mark Campbell, se concentra en la historia quinta del cuarto día.
Sandro Botticelli ilustró el Decamerón con cuatro tablas dedicadas a la historia de Nastagio degli Onesti.