Luego dijo que cenar con san Pablo no le hubiera hecho más ilusión.
Tras la victoria electoral de Gladstone en 1880, Stead ingresó en la Pall Mall Gazette, que se había convertido más o menos en el órgano oficial del partido liberal, y cuando en agosto de 1883 se transformó en su redactor jefe cambió radicalmente su forma y contenido.
Además, sus grandes campañas de opinión dieron lugar a importantes reformas políticas y sociales.
Causó auténtica sensación: nunca el Londres victoriano había visto contenidos sexuales tan explícitos en un texto impreso.
Durante los cuatro días siguientes las oficinas del periódico fueron asaltadas por grandes multitudes, deseosas de conseguir un ejemplar y que se peleaban por conseguirlo, incluso de segunda mano, a un precio doce veces superior al nominal.
[5] Pero, como el intrépido periodista había quebrado las leyes vigentes, aunque con buenas intenciones, y había cometido varias irregularidades más, dos periódicos de la competencia, la Saint Jame's Gazette y el Lloyd's Weekly Newspaper, terminaron por meterlo entre rejas.
Stead, sin embargo, consiguió que se elevara la edad de consentimiento sexual desde los trece a los dieciséis años.
Stead se definía como "imperialista, más los diez mandamientos y el sentido común", pero su premisa fundamental era que "el progreso del mundo" dependía de la conducta del Imperio británico: porque este trascendía la política de los partidos.
Hacia los años noventa empezó a interesarse por el espiritismo (editó la revista espírita The Bordeland) y la escritura automática y apoyó la difusión del esperanto como lengua internacional en su periódico de entonces, el Review of Reviews.
Así, denunció en ese momento la actitud "antialemana" del Ministerio de Asuntos Exteriores y protestó contra las atrocidades cometidas por los italianos durante la Guerra italo-otomana (1911-1912).