Sun Tzu

Los historiadores se han cuestionado si Sun Tzu fue o no una figura histórica auténtica.

Sun Tzu las dividió en dos compañías al mando de las dos mujeres favoritas del rey.

Cuando el estratega les ordenó girar a la derecha, ellas se rieron.

Tras la ejecución de las dos concubinas se eligieron nuevos oficiales para reemplazarlas y ambas compañías realizaron sus maniobras sin problemas.

Ciertos conceptos estratégicos, como la clasificación del terreno, se atribuyen a Sun Tzu y su reutilización en otros trabajos, como en Los métodos de Sima, no hace sino confirmar la prioridad histórica de Sun Tzu.

[13]​ Sawyer sostiene que sus enseñanzas fueron probablemente transmitidas durante generaciones por su familia o por una pequeña escuela de discípulos, incluido su descendiente Sun Bin, y que estas fueron revisadas y ampliadas más tarde.

[13]​ La autoría de El arte de la guerra (en chino simplificado: 孙子兵法, en chino tradicional: 孙子兵法, en pinyin: Sūn Zǐ Bīng Fǎ, lit. «Reglas para soldados del Maestro Sun») se atribuye tradicionalmente a Sun Tzu.

[14]​ Existen muchas teorías sobre si el texto fue completado, y sobre la identidad del autor o autores, pero los hallazgos arqueológicos han demostrado que El arte de la guerra había alcanzado más o menos su forma actual ya a inicios de la dinastía Han (206 — 220 d. C.).

[16]​ Algunos estudiosos recientes piensan que, contrariamente a la creencia tradicional, el tratado no solo contiene las escrituras del autor original, sino también comentarios y clarificaciones de filósofos militares posteriores, como Li Quan y Du Mu.

Por ejemplo, su capítulo once dice que un jefe debe ser «sereno e inescrutable» y capaz de comprender «planes insondables».

Sun Tzu vio el general ideal como un maestro taoísta iluminado, lo que ha llevado a que El arte de la guerra sea considerado un excelente ejemplo de estrategia taoísta.

[18]​ El libro no solo es popular entre los teóricos militares, sino que también se ha ganado una gran aceptación entre los líderes políticos y los de gestión empresarial.

La derrota estadounidense en este conflicto, más que ningún otro hecho, atrajo hacia Sun Tzu la atención de los jefes militares norteamericanos.

Hồ Chí Minh tradujo al vietnamita el tratado militar para que fuera leído por sus oficiales.

Versión en bambú de El arte de la guerra