Requiere de un estudio multicultural que permita investigar las acciones del ser humano.
Relacionando este análisis con la ética de la guerra, el texto invita a reflexionar sobre cómo estas mismas lógicas se traducen en los conflictos armados contemporáneos.
Esto plantea un desafío ético para el derecho internacional humanitario, al requerir que las normas jurídicas no solo respondan a las violaciones específicas, sino que también cuestionen las raíces históricas y estructurales de estas violencias.
Según Verstrynge, la ética de la guerra se redefine en este contexto, donde la violencia, como la guerra de guerrillas o los ataques suicidas, se presenta como una respuesta legítima frente a la superioridad militar convencional.
Además, el autor señala cómo el Islam revolucionario, lejos de ser una vuelta al pasado medieval, ha logrado fusionar las ideas tradicionales con la modernidad, creando una nueva forma de internacionalismo que trasciende las fronteras nacionales y estatales.
En este sentido, la ética de guerra en el contexto islamista revolucionario se convierte en un punto crucial para analizar los límites entre la justicia y la violencia en el siglo XXI.