Éric Rohmer

En 1946, y bajo el seudónimo de Gilbert Cordier, publicó su única novela, Élizabeth.

En 1950, mientras filmaba su primer cortometraje, Journal d'un scélérat,[10]​ fundó junto a Jean-Luc Godard y Jacques Rivette la revista de crítica cinematográfica Gazette du Cinema.

[11]​ En esa época también trabó una relación intelectual constante con directores como Claude Chabrol, Alain Resnais y François Truffaut.

[12]​ Escribió además un ensayo erudito sobre La organización del espacio en el 'Fausto' de Murnau.

[15]​ El cine de Eric Rohmer se caracteriza por su sencillez y por su agudeza intelectual.

Esta etapa está marcada por una posición más optimista, con sabores que remiten a un cine post nouvelle vague, con una amargura constante que finaliza en filmes esperanzadores, en donde los personajes buscan llegar a un objetivo y esa misma búsqueda resulta ser el punto central de la mirada de Rohmer.

Desde 2014 se encuentra todo su cine É. Rohmer, L'integrale, en DVD y Blu-Ray, ed.

Desde que, en 1992, Almendros falleció, Rohmer comenzó a trabajar con la directora de fotografía Diane Baratier, con quien realizó todos sus trabajos desde ese momento, dotando a filmes realizados en formato digital de una profundidad y complejidad visual sorprendentes.

De esta manera se comprende mejor la personalidad del director francés, que era introvertido y que no daba demasiadas entrevistas a la prensa, porque prefería caminar tranquilo por París sin ser reconocido.

En este contexto, poco se sabe de su vida privada, salvo que desde joven amó la naturaleza.