El dim sum se puede cocinar frito o al vapor, entre otros métodos.
Es usual pedir de manera familiar, compartiendo diferentes platos entre todos los comensales.
Como las porciones son pequeñas, todos pueden probar una gran variedad de platos.
Esto es más prolijo y también evita la posibilidad de que los clientes estafen al local escondiendo o robando platos.
Una tradición cantonesa es agradecer a la persona que sirve el té golpeando la mesa con los dedos índice y mayor doblados juntos.