Nitrato de celulosa

[4]​ Henri Braconnot descubrió en 1832 que el ácido nítrico, cuando se combina con fibras de almidón o de madera, producía un material explosivo combustible ligero, que llamó xyloïdine.

[6]​ Jean-Baptiste Dumas obtuvo un material similar, al que llamó nitramidina.

Fue el químico francés Paul Vieille, quien, al final del siglo XIX descubrió un método para utilizar nitrocelulosa como polvo blanco sin ahumar.

Al reflexionar sobre la composición del vendaje líquido, tuvo la idea de mezclar la nitroglicerina con la nitrocelulosa.

El resultado es un algodón áspero al tacto, muy explosivo e inflamable, fácil de almacenar y transportar por su poca densidad.

Cuando la mezcla de ambos ácidos está fría, se introduce algodón de modo que, si este resultara excesivo, se produciría una reacción química saliendo humo marrón, mientras la mezcla ácida corroe el algodón, y dura unos 15 minutos estabilizando la temperatura.

Una vez fabricada, conserva el aspecto de algodón ordinario, aunque la nitrocelulosa es más áspera al tacto.

La obtención descrita anteriormente genera una nitrocelulosa altamente explosiva y peligrosa, con un grado altisímo de pureza, por lo que se recomienda variar las proporciones con respecto al ácido sulfúrico si se desea hacer demostraciones sencillas.

Cuanto menos ácido sulfúrico sea usado (respecto a la proporción 1HNO3:3H2SO4), menor grado de pureza tendrá la nitrocelulosa.

Obus Shrapnell alemán, con funda (bolsa) cargada de cordones de nitrocelulosa
Carga o «cartucho» de cordita (cartucho 63½ lb —¼ carga—) para cañón de marina (BL 12 pulgadas Mk IX cañones navales) de acorazados de la clase rey Eduardo VII.
Nitrocelulosa