También se conoce como NewSpace a esta industria privada emergente global de vuelos espaciales.
Durante mucho tiempo las organizaciones privadas no pudieron acceder a realizar lanzamientos espaciales con fines comerciales, aunque el desarrollo tecnológico, junto con los profundos cambios políticos y económicos del último cuarto del siglo XX, han favorecido un cambio gradual de esta situación.
Todos estos factores han permitido que poco a poco vayan surgiendo organizaciones privadas capaces primero de comprar lanzamientos espaciales a los programas estatales, y más tarde de ofrecerlos, dando lugar a una nueva era, en la que la exploración espacial se está transformando lenta pero inevitablemente en una actividad eminentemente comercial impulsada por la iniciativa privada.
UU. para que consorcios comerciales pudieran poner en órbita y operar sus propios satélites, aunque los lanzamientos seguían realizándose utilizando vehículos estatales.
UU. escogió a las empresas Lockheed Martin y Boeing para desarrollar independientemente Evolved Expendable Launch Vehicles o EELVs (vehículos de lanzamiento evolucionado no reutilizable) para competir por contratos de lanzamiento y asegurar el acceso al espacio.
Al no materializarse la demanda, Boeing retiró del servicio en 2003 su EELV (el Delta IV), mientras que el Atlas V de Lockheed Martin ha realizado 5 lanzamientos hasta la fecha.
La reducción de la participación estatal en RSC Energía continuó en años sucesivos, y en 1997 el gobierno ruso perdía su posición mayoritaria en el accionariado.