Varios científicos consideran que la colonización del espacio es un paso deseable y tal vez inevitable para el futuro de la humanidad.
[1][2] Marte es el foco de muchas especulaciones y estudios serios sobre posibles colonias.
Hay hábitats naturales en la Tierra en los que los humanos hemos probado las condiciones de vida en Marte.
En todo caso, se han sugerido múltiples posibilidades para terraformar el planeta rojo.
Combinado con su fina atmósfera, esto permite que una cantidad significativa de radiación ionizante llegue a la superficie marciana.
Los astronautas en Marte podrían ser advertidos por sensores cercanos al Sol, y probablemente usarían escudo durante dichos eventos.
Estas instalaciones estudian sus efectos en los seres vivos, así como técnicas para escudarse de dichos eventos.
Las comunicaciones con la Tierra son mayormente directas durante el período en que Marte es visible desde aquí.
Las conversaciones con la Tierra en cualquier época del año, usando el teléfono o la mensajería instantánea son absolutamente imposibles con la tecnología actual.
Marte posee una ionosfera, pero no está claro en qué medida podría ser usada para reflejar mensajes a larga distancia, o de alta frecuencia entre puntos alejados sobre la superficie marciana.
Dado que su dirección es mayormente este-oeste, sus altos muros no deberían interferir mucho con la llegada de luz al fondo del mismo.
La delta-v para un retorno a la Tierra desde ellas es baja, y pudiera encontrarse en ellas combustible para cohetes, como hielo de agua.
Dejando a un lado la habitual polémica sobre la colonización espacial, el asentamiento en Marte tiene una serie de problemas particulares: