Una parte de los diputados se amotinan, mantienen las sesiones en Víborg (ciudad portuaria próxima a San Petersburgo) y redactan el Manifiesto de Víborg, llamando al pueblo ruso a amotinarse contra el poder zarista, en particular negándose a pagar impuestos y tasas.
[7] Esta rebelión contra el poder autocrático del zar, le supone (al igual que a los demás diputados insumisos) una estancia de algunos meses en prisión.
[9] Aquella noche, Nabókov asistía a una conferencia política, cuando un activista ruso de extrema derecha Serguéi Taboritsky, se acercó al escenario cantando el himno nacional zarista, abriéndose fuego a continuación contra el político liberal y editor Pável Miliukov, que sobreviviría al tiroteo.
En respuesta, Nabókov saltó al escenario y luchó contra el pistolero.
Perteneciendo a la clase alta acomodada, Vladímir Dmítrievich pudo brindar a su familia numerosas estancias en lugares de vacaciones de diferentes países europeos: Abbazia,[11] Wiesbaden,[12] Biarritz, Bad Kissingen...