Los jugadores y estudiosos del ajedrez han debatido por mucho tiempo si, dado un juego perfecto por ambos bandos, la partida debería terminar en una victoria para las blancas o en un empate.Algunos jugadores, incluyendo campeones mundiales como José Raúl Capablanca, Emanuel Lasker y Bobby Fischer, expresaron temores de «una muerte por tablas» conforme se analizaba más profundamente el juego.Para disminuir este riesgo, Capablanca y Fischer propusieron en su momento variantes del ajedrez para renovar el interés en el juego, mientras que Lasker sugirió cambiar la manera de asignar puntaje a los empates y a los mates ahogados.Desde 1988, los teóricos del ajedrez han desafiado opiniones hasta ese entonces bien establecidas sobre la ventaja de las blancas.En 2005, el gran maestro (GM) Jonathan Rowson escribió: «la creencia general es que las blancas comienzan la partida con una pequeña ventaja y, si se mantienen todos los demás factores constantes, superan a las negras por un 56% a 44%».[15] A 40/20, las blancas han ganado 54.6% (G 37.4 E 34.3 P 28.3) en partidas jugadas entre 160 programas (al 22 de junio del 2008).Aunque no puede ser probada, este supuesto es considerado «seguro» por Rowson y «lógico» por Adorján.[40][41] Más recientemente, Fischer estuvo de acuerdo, diciendo que el juego se había agotado.[46][47][48] En el 2007, los GMs Kiril Georgiev y Atanas Kolev aseguraron que casi lo mismo era verdad en cuanto a la variante peón envenenado de la Defensa Siciliana, a la que se llega luego de 1.e4 c5 2.Cf3 d6 3.d4 cxd4 4.Cxd4 Cf6 5.Cc3 a6 6.Ag5 e6 7.f4 Db6!?.Ag5 se ve raramente al más alto nivel porque línea principal de esta variante lleva, con el mejor juego, a un empate por jaque perpetuo.[60] Aunque es un punto de vista muy minoritario, tres destacados maestros de ajedrez del siglo XX afirmaron que la ventaja del blanco debería o podría ser decisiva con un juego perfecto.[67][68] Adams no tuvo éxito en demostrar la validez de su teoría en sus partidas en torneos y encuentros individuales.[69] Adams también perdió un encuentro frente al MI Israel Albert Horowitz, quien jugó las negras en todas las partidas.Según Sveshnikov, Vsevolod Rauzer, un prominente jugador y teórico soviético durante la década de 1930s,[71] igualmente "afirmó en los [1930s]: '1.e4—y las blancas ganan!'[72]Más recientemente, el MI Hans Berliner, un ex campeón mundial de ajedrez por correspondencia, afirmó en su libro de 1999 El sistema que 1.d4 da a las blancas una gran, y probablemente decisiva, ventaja.Kaufman escribe: «no creo que las blancas tengan una victoria forzada en el ajedrez.Si el ajedrez se juzgara como el boxeo, con las partidas empatadas asignadas por algún sistema de puntos al jugador que quedó 'más cerca' de ganar, entonces creo que las blancas tendrían en efecto un victoria forzada en teoría».[79] Empezando en 1988, Adorján ha argumentado en una serie de libros y artículos que «¡Las negras están bien!» («Black is OK!»).[80][81] Solitario entre los autores modernos, Adorján alega que las blancas empiezan la partida esencialmente sin ninguna ventaja.Este estilo de apertura se ha vuelto prevalente en el ajedrez moderno, con campeones mundiales como Fischer y Kasparov como sus más visibles practicantes».Primero en que las blancas pueden conseguir un punto directo (por ejemplo con una poderosa novedad en la apertura), tienen más control sobre el ritmo y la dirección del juego, y como en el tenis tienen un segundo saque ya que cuando las cosas van mal su posición generalmente no llega a ser perdedora».Segundo, las blancas comienzan con alguna iniciativa, aunque Rowson considera a esta una ventaja más psicológica que posicional, «y si es que llega a ser una ventaja posicional depende de la fuerza relativa de los jugadores».Esta ventaja es particularmente águda en casos donde hay una posible triple repetición, ya que el blanco puede comenzar la repetición sin comprometerse a empatar y las negras tienen que decidir si cambian la jugada antes de saber si las blancas están haciendo un farol».esto pone al negro en una situación difícil ya que escoger entre (a) insistir en la Zaitsev con 12[...] Te8, lo que permite a las blancas escoger si quieren empatar por tercera repetición con 13.Cg5 Tf8 14.Cf3, o (b) jugar una movida diferente (y posiblemente inferior) cambiando de 12...Te8.[99] Estas ideas están ejemplificadas en la Defensa Erizo, un moderno y dinámico sistema usado contra la Apertura inglesa que se puede jugar con diverso orden de movidas.[103] También observa que: «El blanco tiende a estar tan atado por la actividad latente del negro como el negro mismo está atado por la ventaja de espacio del blanco».[104] Un ejemplo se encuentra en la siguiente partida de grandes maestros: Lev Polugaevsky-Ľubomír Ftáčnik, Lucerna Olimpiada 1982:[105] 1.Cf3 Ahora las negras abren la posición a la manera típica del esquema erizo.Abandona 0–1[107] Él creía, tal como lo han hecho otros jugadores y teóricos, que la ventaja del primer movimiento de las blancas, debidamente explotada, debería resultar virtualmente en una victoria forzada.De las 19 partidas que jugué contra Fischer, sólo perdí una con blancas, desaprovechando una victoria forzada, y siete con negras.)
Evgeny Sveshnikov, que en 1994 afirmó que las blancas deben jugar para ganar, y las negras para empatar.