Civismo
El civismo (del latín civis, ciudadano y civitas, civitatis, ciudad) o urbanidad se refiere a las pautas mínimas de comportamiento social que permiten a los practicantes convivir en sociedad de manera civilizada.El uso del término civismo tuvo su origen en la Revolución francesa e inicialmente, aparece unido a la secularización de la vida que esta supuso.Las normas del civismo son diferentes en cada país aunque la mayoría tiene la misma función, que es, respetarse mutuamente para tener una convivencia agradable.Las constituciones adquirieron importancia para definir la virtud pública de las repúblicas y las monarquías constitucionales.En la cultura clásica de Europa y en aquellos lugares que siguen su tradición política, la preocupación por la virtud cívica comienza en las repúblicas más antiguas de las que tenemos amplios registros: la Grecia clásica y la Antigua Roma.Los eruditos intentaron reunir tantos como pudieron encontrar, especialmente en monasterios, de Constantinopla y del mundo musulmán.En lugar de castigar a los pecadores, se creía que el pecado podía prevenirse criando hijos virtuosos.Se centró más en el comportamiento individual que en una comunión de personas.Las personas que creían en la virtud cívica pertenecían a una pequeña mayoría rodeada de "barbarie".Pero las personas sólo pueden ser libres conteniendo sus emociones para dejar algo de espacio para los demás.La clase de comerciantes ricos que avanzaba enfatizó la importancia del trabajo y la contribución a la sociedad para todas las personas, incluida la élite.[5] La virtud cívica también se convirtió en un tema de interés y discusión pública durante el siglo XVIII, en parte debido a la Guerra Revolucionaria Americana.En una anécdota publicada por primera vez en 1906, Benjamin Franklin responde a una mujer que le preguntó: "Bueno, doctor, ¿qué tenemos: una República o una Monarquía?"El nacionalismo, compartido por poblaciones enteras, hizo del patriotismo una virtud cívica primordial.Otros se convirtieron en socioliberales, valorando el capitalismo con un gobierno fuerte para proteger a los pobres.El Nacionalsocialismo, la variante alemana del fascismo del siglo XX, cuyos preceptos se expusieron en el libro Mein Kampf de Adolf Hitler, clasificó a los habitantes de la nación ideal en tres principales categorías jerárquicas, cada una de las cuales tenía diferentes derechos y deberes en relación con el estado: ciudadanos, súbditos y extranjeros.La primera categoría, los ciudadanos, debían poseer plenos derechos y deberes cívicos.Aunque teóricamente no tienen nada que ver con el civismo, las reglas del decoro como la manera de comportarse, la forma de vestir, hablar con elegancia y respeto o demostrar autocontrol pueden asimilarse al civismo.La palabra incivismo deriva del latín incivilis, que significa «mal educado, incivil».