La perfección (o también conocida como vía de la eminencia, argumento climacológico o argumento henológico)[1][2] es un argumento filosófico a favor de la existencia de Dios propuesto por primera vez por el teólogo medieval católico Tomás de Aquino como una de las cinco vías de demostrar racionalmente la existencia Dios en su obra Summa Theologica, siendo esta la cuarta.
[4][5] En su libro Summa Theologiae, Tomás de Aquino enseña lo que es conocido como Quinque viae, cinco argumentos que pretenden probar racionalmente la existencia de Dios.
El cuarto de sus argumentos es este.
[3] Tomás, adhiriendo a la noción aristótelica[6] de que el ser se predica según el más y el menos, establece que todos los entes del universo son por participación y que se necesita entonces un ente que sea por esencia y que haga que los entes sean.
[7] Tomás, entonces, solo establece que Dios también es bueno por esencia porque, siguiendo la teodicea agustiniana, identifica al bien con el ser, ya que el bien es lo apetecible y lo perfecto y, en definitiva, algo es bueno, en grado mayor o menor, según sea, en grado mayor o menor.