Sus representantes principales son Aristóteles, Maimónides, Avicena y santo Tomás de Aquino.
Se basa en las nociones aristotélicas de sustancia y accidente.
Los entes sensibles son todos contingentes y su existencia no está implícita en su esencia, por lo que no pueden haber existido siempre y su conjunción tampoco.
[1][2] Aristóteles continúa con la definición platónica de que el ser es poder, es decir, una cosa existe si puede afectar otra cosa o ser afectada por otra.
[1][3] En su libro Summa Theologiae, Tomás de Aquino enseña lo que es conocido como Quinque viae, cinco argumentos que pretenden probar racionalmente la existencia de Dios.