Es característico de esta planta el poseer unos pelos urticantes que tienen la forma de pequeñísimas ampollas llenas de un líquido irritante que al contacto con la piel producen una lesión y vierten su contenido (ácido fórmico, resina, histamina y una sustancia proteínica desconocida) sobre ella, provocando ronchas, escozor y prurito.
Estos pelos son muy duros y frágiles en la punta, por lo que es suficiente el roce para provocar su rotura.
Posee un tallo rojizo o amarillento, erguido, cuadrangular, ramificado y ahuecado en los entrenudos.
Normalmente son unisexuales, pequeñas y dispuestas en racimos colgantes de hasta 10 cm.
Las femeninas se encuentran en largos amentos colgantes y las masculinas en inflorescencias más cortas.
También contiene clorofila y ácidos orgánicos, a los que se debe su marcado efecto diurético.
Las hojas viejas no se suelen usar debido a que son muy irritantes.
Por otra parte, los más recientes ensayos clínicos realizados con extractos normalizados de ortiga indican un efecto positivo sobre los síntomas urinarios asociados a la HBP.
A ello se añade la gran tolerancia hacia los preparados elaborados con las partes subterráneas, ya que en ensayos a seis meses sólo un 0,7 por ciento de los pacientes mostró efectos secundarios, de escasa gravedad en todos los casos.