[1] El término se usa especialmente en las plantas, mientras que para las especies animales se prefiere utilizar el término «gonocórico».
Las especies dioicas son opuestas a las hermafroditas, o más correctamente en las plantas, las monoicas, cuyos individuos poseen tanto los órganos reproductivos masculinos como los femeninos.
Por eso la reproducción dioica es biparental: necesita siempre de dos progenitores.
[2] Esta característica aparece en especies antiguas, como el ginkgo (Ginkgo biloba), la cica (Cycas revoluta) y el kiwi (Actinidia deliciosa), pero también en algunas más recientes, como el alfóncigo (Pistacia vera).
En los animales, parece que se da el fenómeno inverso, ya que los grupos de mayor complejidad, como los artrópodos, entre los protóstomos, y los vertebrados, entre los deuteróstomos, son unisexuales prácticamente en su totalidad.